Luis Fernando Méndez, el funcionario más antiguo de España, cumple 50 años trabajando: «Mi primer sueldo fueron 2.500 pesetas»
ASTURIAS
Con 14 años, en 1975, este profesional comenzó a trabajar en el ayuntamiento de Valdés, en el que ha hecho prácticamente de todo, salvo ser alcalde. En apenas unos meses le llega la bien merecida jubilación. «Me gusta mucho el trabajo que tengo y soy muy respetado», reconoce
27 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.50 años en la vida de un país dan para mucho. En el nuestro, sin ir más lejos, en el último medio siglo ha dado tiempo a pasar de la dictadura a la democracia, a que los Rolling Stones tocaran por primera vez en la piel de toro, a que España acogiera unos Juegos Olímpicos o a que la selección ganara (por fin) un mundial de fútbol, entre otra infinidad de cosas mucho, poco o nada agradables.
En este pedacito del universo llamado Asturias, esas cinco décadas han tenido una feliz constante. Y es que todo aquel que desde el 1 de febrero de 1975 se haya pasado alguna vez por el Ayuntamiento de Valdés, se ha encontrado con Luis Fernando Méndez en su puesto de trabajo, a no ser que estuviera de vacaciones.
Y es que se trata, al menos es lo que él barrunta, del funcionario público más antiguo de España. Un profesional que ha conocido a una decena de alcaldes, desde el primero con el que empezó a desarrollar su labor, Ramón Suárez Blanco. «El 1 de febrero de 2025 es cuando hago los 50 años cotizados, entonces tengo que ser el empleado público más antiguo de España», afirma.
Explica que «de aquella, en 1975, el ayuntamiento abría de nueve de la mañana a dos de la tarde, yo había empezado a estudiar formación profesional en maestría y el horario era de 15.30 a 21.30, con lo cual el empezar a trabajar por las mañanas no me impedía seguir estudiando».
Recuerda que «en el Ayuntamiento había un conserje que era el que iba a buscar el correo». En esa época «gente de Asturias abrió un matadero en Madrid, le conocían y le dijeron que se fuera para allí, porque iba a ganar más dinero que estando en el Ayuntamiento de Valdés, y entonces él se marchó».
Comenta que «a los 8 meses ya estaba en el Ayuntamiento más o menos fijo» llevando y trayendo correspondencia. No olvidará que su primer sueldo, de febrero de aquel año, fue de «2.500 pesetas», una cantidad que hoy puede parecer pequeña, pero que en aquella época no era en absoluto despreciable, y menos para un adolescente. «En el bar Cambaral de Luarca, que fue cuñado mío uno de los dos hijos, resulta que costaba un vaso de vino 5 pesetas y un cubalibre de lo que quisieras 25, ósea que imagínate un chaval de mi edad con 2.500 pesetas en el bolso», explica como ejemplo, si bien apunta que esos primeros salarios se quedaban en casa.
En estas cinco décadas Luis ha ido pasando por diferentes negociados. «Según se fue jubilando gente, iba haciendo otras cosas dentro del Ayuntamiento», comenta. En efecto, en estos años se ha encargado de entregar el correo, de medir contadores de agua, se ha desempeñado en tesorería, intervención y en la oficina técnica.
Desde hace casi 30 años se ocupa de una de las facetas más importantes para el buen funcionamiento de todo consistorio que se precie. «Llevo desde el año 1997 haciendo las nóminas del personal municipal y, después, también controlo que cuando contratamos a alguien les hagan los reconocimientos médicos, con lo cual estoy bastante entretenido», resalta.
A este serio candidato al funcionario público con más antigüedad del país, sin embargo, le queda poco para disfrutar de la bien merecida jubilación. Cuánto exactamente es, sin embargo, un motivo de debate que tendrá que aclarar en los próximos días con la Seguridad Social. «Cumplo los 65 años el 10 de mayo, pero hubo una temporada aquí en Luarca que pescábamos angula en el río, por lo que nos obligaron a darnos de alta en el Régimen Especial de Trabajadores del Mar; yo hubo periodos de octubre a abril que cotizaba en ese régimen y en el general», afirma.
En este sentido, hace poco recibió «una carta que decía que tenía un coeficiente reductor de dos meses», por lo que su jubilación sería «en vez del 10 de mayo, el 10 de marzo». Sin embargo, no es algo que esté ansiando de manera especialmente intensa. «Me gusta mucho el trabajo que tengo y soy muy respetado en el Ayuntamiento de Valdés», reconoce.
Luis solamente tiene un problema con su actual puesto. «Tengo que aplicarme dos colirios diarios, uno cuando vengo a trabajar a las 7.30 de la mañana, y otro cuando me acuesto a las 22.30 de la noche en casa, porque tenemos unos ordenadores que tienen mucho tiempo y entonces, aunque uso gafas para trabajar, pues claro, con 64 años la vista está muy desgastada», concluye.