La ex élite de Foro conocía el pacto de Cascos para volver a la política: «Se acordó que siguiese con la misma calidad de vida»
ASTURIAS
Una decena de ex altos cargos del partido declaran que los gastos del expresidente «eran una cosa normal, no rechinaban ni mucho menos»
20 ene 2025 . Actualizado a las 13:15 h.Una decena de ex altos cargos de Foro Asturias, entre ellos varios exdiputados regionales del partido, han declarado este lunes que los gastos que pasaba su presidente, Francisco Álvarez-Cascos, eran normales y conocidos, como también se sabía que había una sede en Madrid ubicada en una oficina en el Paseo de la Castellana que era de su propiedad.
Citados por la defensa del expresidente del Principado, algunos de los fundadores del partido, exdiputados e integrantes de su Comisión Directiva, también han reconocido que sabían, siempre por referencias, que Álvarez-Cascos aceptó presidir Foro Asturias si se le mantenía el nivel de renta que tenía hasta entonces y podía ir al menos dos días a la semana a Madrid para estar con sus hijos pequeños.
Lo han hecho en una sesión, la cuarta ya, que se ha celebrado sin la presencia en la sala de Álvarez-Cascos, que se enfrenta a una pena de tres años y medio de prisión como presunto autor de un delito continuado de apropiación indebida del que se le acusa por cargar gastos personales a Foro, el partido creado en torno a su figura en 2011 tras su salida del PP, y con el que ese mismo año ganó las elecciones autonómicas y accedió a la presidencia del Principado. Álvarez Cascos, que anoche se sometió a una sesión de diálisis y hoy se encontraba mareado y con vómitos, tras ser examinado por el médico forense se ausentó del palacio de justicia, aunque el tribunal acordó continuar con la declaración de los testigos, de conformidad con el letrado de la defensa.
Sus gastos no rechinaban
«Sabía que pasaba gastos, era una cosa normal y no rechinaban, ni mucho menos», ha declarado uno de los promotores del partido, José Antonio Martínez, que ha asegurado que era algo conocido, como también lo eran las condiciones que puso Cascos para incorporarse a la vida política en Asturias o que la oficina que se utilizaba como sede en Madrid estaba vinculada a su familia.
Según la Fiscalía, Álvarez-Cascos mantuvo como máximo responsable de Foro un sistema de pagos del que se valió para cargar 181.648 euros en facturas no relacionadas con su actividad política y de los que se benefició personalmente y su familia, gastos que la acusación particular que ejerce su expartido eleva a casi 219.000 euros.
Facturas de hoteles y restaurantes, de comida a domicilio, billetes de AVE, entradas para la Copa Davis, una cama completa, visillos y gastos de mantenimiento de coches particulares son algunos de los gastos que se encuentran en entredicho, al igual que el arrendamiento de una oficina situada en el Paseo de la Castellana de Madrid vinculada a una empresa de la tercera exmujer de Cascos, María Porto, y que según la Fiscalía fue un arrendamiento ficticio hecho a escondidas de la comisión directiva de Foro.
Cascos ha mantenido durante el juicio que eran gastos que él consideraba que formaban parte del compromiso asumido de palabra con los promotores de Foro para que mantuviese el nivel de ingresos que tenía antes de su vuelta a la política y para poder conciliar la política con su vida familiar. Varios de los testigos han reconocido saber de oídas que se había llegado a ese acuerdo, entre ellos, uno de los fundadores de Foro, Javier Canal Blanco: «Se buscó a un número uno de la política y se llegó a un acuerdo verbal con él para que presidiese el partido y solo puso como condición que siguiese con la misma calidad de vida» y poder ir un par de días a Madrid.
En términos similares se ha expresado la exdiputada Carmen Sela Fernández de Córdoba, que ha declarado que «todo el mundo lo sabía y nunca se ocultó» que había una sede en Madrid y que Cascos había puesto unas condiciones económicas para volver a la política activa en Asturias. Otro exdiputado, Juan Ramón Campo Fernández, ha declarado que «oyó hablar cientos de veces» de la sede de Madrid, mientras que Rosa Domínguez de Posada, que fue senadora ha asegurado que «se buscaba a un número uno de la política que, lógicamente, no iba a ir por mil euros».
El que fuera conductor de Cascos entre 2012 y 2018, Antonio José González del Olmo, ha asegurado que hizo un millón de kilómetros en esos años, que nunca le llevó a viajes de placer o con su familia, que sí conoció el despacho de la Castellana y que incluso, cuando cerró, hizo tres viajes desde Madrid a Oviedo para llevar cajas con documentos, e incluso «un sofá cama que estaba doblado y plegado», informa Efe.