El auge de la vivienda turística destrona a los hoteles: un «sorpasso» sin precedentes en Asturias
ASTURIAS
Los establecimientos hoteleros han perdido más de 2.000 plazas en los últimos 12 años, mientras que los nuevos modelos ganaron 27.518, un aumento del 1.500%
07 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Corren nuevos tiempos para el turismo en Asturias, y el modelo tradicional de los hoteles, aunque aún se conserva y tiene tirón, se ha visto rebasado por primera vez el año pasado por el alquiler vacacional. Así lo confirma el análisis de datos turísticos de Asturias de 2024 realizado por la asociación de hostelería y turismo de Asturias (OTEA).
El número de plazas de alojamiento ofrecido por hoteles en Asturias ascendió el año pasado a 28.366. Por su parte, la oferta de plazas de viviendas vacacionales subió a 12.337, y la de Viviendas de Uso Turístico (VUT), a 16.975. Estas dos últimas modalidades tienen regulaciones específicas y algunas diferencias entre ellas en las condiciones exigidas para su funcionamiento, pero básicamente se trata de viviendas de alquiler para turistas. Y la suma de ambas se sitúa en 29.312 plazas, 964 más de las que ofrecen los hoteles.
Por otra parte, los campings fueron también una opción muy fuerte para el alojamiento turístico: en 2024, sumaron 26.149 plazas. Finalmente, el turismo rural sumó el año pasado 19.047 plazas.
En cuanto al número de establecimientos, se pusieron a disposición de los turistas 3.742 viviendas de uso turístico, 2.003 viviendas vacacionales, 1.894 establecimientos de turismo rural, 772 hoteles, 104 albergues y 53 campings. En este caso, es lógico que haya muchos menos hoteles porque estos equipamientos suelen ofrecer muchas más plazas que el resto, con la única excepción de los campings.
Si los datos del año pasado son significativos, más quizá lo son los de la evolución de los distintos tipos de alojamiento en los últimos 12 años. En el periodo comprendido entre 2013 y 2024, el crecimiento del alquiler vacacional de viviendas ha experimentado un crecimiento exponencial, que se sitúa en el 1.500%, con nada menos que 27.518 nuevas plazas.
El mejor ejemplo de este crecimiento extraordinario está en las VUT. En 2013, así como en los dos años siguientes, se registraban tan solo 25 plazas en viviendas de uso turístico. En 2022, alcanzaban los 13.663, y al año siguiente, 16.178. El año pasado sumaron 797 hasta alcanzar la cifra más alta, 16.975. Las cifras de los últimos años indican que la oferta se está consolidando y que es poco probable que haya más crecimientos desaforados. Por su parte, las viviendas vacacionales también experimentaron un aumento extraordinario, pasando de registrar 1.769 plazas en 2013 a 12.337 en 2024.
Por el contrario, los hoteles han visto reducida su oferta en los últimos 12 años en un 8%, pasando de 30.531 plazas en 2013 a 28.366 en 2024, lo que supone 2.165 plazas menos. En este caso, la caída ha sido paulatina, e incluso, dentro de este periodo de 12 años, ha habido ejercicios en los que la oferta ha aumentado, como es el caso de 2021, en el que hubo 363 plazas más que el año anterior. Ese fue el último año en el que aumentó la oferta. A partir de entonces, ha ido a menos.
Por su parte, el turismo rural es otro de los subsectores que ha crecido, aunque se trata de un crecimiento con muchos altibajos. Teniendo en cuenta la tendencia del resto de subsectores en el periodo de 12 años, los datos son buenos. Se ha pasado de 18.071 plazas en 2013 a 19.047 en 2024. Sin embargo, la tendencia es negativa en los últimos años. El techo de plazas se tocó en 2022, con 19.336, y en los años siguientes la cifra ha ido a menos. En 2023, se registraron 19.069 plazas, 22 más que el año pasado.
Más rentables
Un factor positivo para el sector, que aparece reflejado en el análisis de OTEA, es la rentabilidad de los establecimientos. Según el informe, la tarifa media diaria de las plazas de alojamiento se ha incrementado considerablemente en los últimos 3 años. Hubo un incremento muy pronunciado en 2022. Ese año, los precios aumentaron en un 12% respecto al ejercicio anterior. Posteriormente, han seguido aumentando pero de forma más moderada. En 2023, el precio medio de las tarifas aumentó en un 5,4% respecto al año anterior, y en 2024 llegó al 6%.
La tarifa media diaria se situó en 2022 en 65,10 euros; al año siguiente, en 68,61 euros, y en 2024, en 72,64 euros. Aun siendo buenas cifras, el informe subraya que aún existe una diferencia notable en este parámetro respecto al resto de comunidades autónomas de la España Verde. Galicia y Asturias están en cifras similares. Los precios de los vecinos del Occidente han estado en los últimos años poco más de un euro por debajo de los de Asturias.
Sin embargo, si echamos la vista al Oriente, aparecen diferencias sustanciales, en este caso por encima de Asturias. Cantabria ha tenido en los últimos tres años precios más de 10 euros superiores a los asturianos. Pero la gran diferencia la marca el País Vasco. Sus tarifas son significativamente más altas, y además la diferencia ha ido en aumento con el paso de los años. En 2022 y 2023, las tarifas medias fueron superiores en más de 35 euros a las de Asturias, y en 2024 superaron los 40 euros de diferencia. El País Vasco es la única comunidad autónoma de la España verde que ha superado los 100 euros de tarifa media: 104,34 en 2023 y 113,35 en 2024.
Finalmente, Asturias ha mejorado también en otro parámetro muy importante para medir el buen desarrollo de la oferta de alojamiento: los llamados ingresos por habitación disponible, que miden el total de los ingresos generados por todas las habitaciones del establecimiento, estén ocupadas o no. Este parámetro es importante porque analiza la efectividad general del alojamiento para generar ingresos, ya que tiene en cuenta tanto la tarifa como la ocupación. En Asturias ha habido en los últimos años una tendencia al alza, con la única excepción del año de pandemia. En 2024, la media se situó en 39,85 euros por habitación disponible, mientras que el año anterior la cifra se situaba en 39,85 euros. El aumento de la media con respecto a 2019 es más que significativo: un 49%.