La falta de máquinas «tapona» el éxito del ferrocarril tras la apertura de la variante de Pajares y será uno de los retos de los próximos años
03 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Ya están las vías, ahora falta ponerlas a tope de rendimiento. Desde la apertura en 2024 de la muy esperada variante ferroviaria de Pajares, el tren es un éxito. Rápido (entre 3 y 3,5 horas a Madrid según el tipo de tren), cómodo, muy cercano en las tres grandes ciudades asturianas, Gijón, Avilés y Oviedo, y con precios competitivos -aunque no en todas las fechas y tramos horarios-, el mercado parece augurarle un futuro optimista.
Según datos de Renfe, Asturias registró entre el 1 de julio hasta el 15 de septiembre nada menos que un incremento del 135% en el número de viajeros respecto al mismo período del año pasado. Las cifras son muy superiores a otros territorios del país, donde el aumento ha sido considerablemente inferior. Además, Renfe ha sumado desde el 22 de julio de este año el estreno de su servicio Avlo, la marca de alta velocidad de bajo coste con parada en todas las estaciones de alta velocidad de la línea, además de un nuevo servicio Alvia para comunicar Avilés con Madrid sin transbordo.
Pero no todo son flores. Ahora llega un momento crucial, por tanto: el aumento de trenes o la entrada de las compañías privadas en el negocio del ferrocarril -Alsa ya está en ello-. Esta liberalización debería llegar en 2025. El problema es que no hay trenes y el único fabricante tiene lista de espera, lo que genera un tapón de oferta frente a demanda.
Talgo tiene que entregar aún más trenes modelo S106, el conocido como Avril, que para colmo ha registrado este año numerosas incidencias, más de 500 en toda España. Para 2025, conseguir buenas máquinas y un buen mantenimiento resultará clave en el desarrollo de este transporte.
Volver a Pajares
La caída de un gran argayo, prácticamente una ladera, en un punto de la autopista del Huerna (A-66) entre Asturias y León pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de inversiones en esta arteria esencial para la comunicación con la meseta.
El corte que se produjo en noviembre y se prolongó durante más de dos semanas supuso un gran trastorno para el tráfico rodado, en especial para los transportes pesados. El desvío por el puerto de Pajares nos trajo a la memoria los tiempos en que, con una ligera nevada, se podía tardar horas en hacer el trayecto. Y, en el mejor de los casos, el retraso respecto a la autopista es muy considerable.
Momentáneamente se abrió un bypass, es decir, un carril provisional que estrecha en ese punto la circulación, pero que de momento es llevadero. Ambos sentidos de circulación están separados por una barrera rígida de hormigón y los carriles tienen una anchura mayor de lo normal (unos cuatro metros cada uno) para permitir el paso de las quitanieves.
No obstante, durante 2025 y, previsiblemente, en los ejercicios siguientes, será necesario acometer obras de mejora. Dada la envergadura del argayo y las dificultades orográficas que tiene la zona, las primeras reacciones de los expertos que salieron al paso hablaban de que restablecer la vía tal y como estaba antes del desprendimiento podría llevar cerca de un año. Lo lógico, explicaban, era hacer ese bypass, la primera vía de comunicación, pero no liberar inmediatamente el material, porque por ahora la sujeción de la ladera no se ha estabilizado.
El consejero de Fomento del Principado, Alejandro Calvo, afirmó hace poco que, una vez recuperada la circulación en el Huerna, toca volver a abrir el debate sobre las bonificaciones y el fin del peaje, prorrogado hasta 2050 por Francisco Álvarez-Cascos cuando era el ministro del ramo en el Gobierno de José María Aznar (PP).
En ese sentido, señaló que la necesidad de inversiones en la vía tiene que ayudar también a analizar cómo eso afecta a la concesión y retomar «de qué manera, tanto por el ámbito de la Unión Europea, la discusión de la ilegalidad del peaje, como en lo que tiene que ver con la amortización de la propia inversión, podemos avanzar en bonificaciones y finalmente hacia el fin de este peaje».