La cultura sidrera ye mundial

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

 El embajador de España ante la Unesco, Miquel Iceta (i), la consejera de Cultura de Asturias, Vanessa Gutiérrez (c) y el secretario de gobierno del Estado de España, Jordi Marti, celebran el reconocimiento de la Sidra como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco
El embajador de España ante la Unesco, Miquel Iceta (i), la consejera de Cultura de Asturias, Vanessa Gutiérrez (c) y el secretario de gobierno del Estado de España, Jordi Marti, celebran el reconocimiento de la Sidra como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco Juan Pablo Pino | EFE

La Unesco concede a la candidatura asturiana la distinción de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

04 dic 2024 . Actualizado a las 22:32 h.

La sidra se ha convertido en una seña de identidad que representa a Asturias en todo el mundo y en torno a la que desde hace siglos se han generado unas prácticas sociales, rituales, tradiciones y eventos que se transmiten de generación en generación y que han conformado toda una cultura única que ha sido capaz de sobrevivir a los embates de la sociedad de consumo.

Esta cultura, asociada a paisajes, oficios, música y, sobre todo, al tradicional escanciado, es desde este miércoles Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocimiento otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Esta era una de las 58 candidaturas sobre las que este miércoles se tenía que pronunciar desde Paraguay el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, la única que en esta ocasión se defendía en solitario desde España y con la que se culminan nueve años de trabajos preparatorios.

Asturias registra el mayor consumo de sidra por persona del mundo y su gente mantiene tal grado de identificación con esta bebida que hace que toda la cultura y tradiciones que lleva asociadas desde hace siglos se mantengan vivas y no hayan sucumbido frente a una sociedad de consumo que arrasa con muchos productos tradicionales.

La sidra aparece ya citada en Asturias en la diplomática medieval desde el siglo VIII, lo que da a entender que tanto el cultivo del manzano como la técnica de la elaboración de la bebida eran conocidas antes, y que algunos expertos remontan a unos 2.000 años. En ninguna otra comunidad productora de sidra se ha mantenido tan arraigada ni es tan popular su consumo ni ha generado tampoco tipismos como el escanciado, la forma en la que, con el brazo extendido se echa la bebida desde la botella al canto de un fino vaso de cristal para que el líquido rompa y libere su gas carbónico, y con él todos los aromas que encierra.

Cada «culete» se debe tomar nada más ser escanciado, para que no se pierda el gas, en un mismo vaso compartido, porque la sidra se bebe normalmente en compañía, lo que genera amistad, sirve para socializar y refleja la forma de ser de los asturianos, abiertos y hospitalarios. Y aunque ésta es la parte más vistosa de esta tradición, hay muchos otros rasgos asociados a la plantación de manzanos, el embotellado en llagares o a la comercialización que han dado pie a numerosas manifestaciones artísticas, desde canciones típicas a obras de arte y escritos en los que la sidra tiene un papel protagonista.

Las espichas originales, reuniones festivas en las que se abrían los toneles en los que durante varios meses fermentaba el jugo de manzana para catar la sidra antes de ser embotellada, también han sido adaptadas y redefinidas al espacio urbano y nuevas formas de consumo. En estas populares celebraciones se come de pie con toda las viandas dispuestas sobre las mesas, sin que en ellas falten los chorizos a la sidra, los huevos cocidos con sal y pimentón o las empanadas, y forman parte ya de los rasgos distintivos de esta comunidad.

Celebración de la declaración de la cultura de la sidra como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Celebración de la declaración de la cultura de la sidra como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad gobierno del Principado

Asturias busca con esta distinción posicionar la característica bebida tradicional elaborada a partir de la manzana dentro del escaparate gastronómico mundial y aprovechar este tirón para fomentar el turismo hacia una región cada vez más visible y más demandada, y fortalecer la protección de una producción y de un patrimonio del que emanan reuniones sociales y culinarias como las que fomenta la espicha.

Bajo la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias, los 31 llagares que forman parte de ella vendieron el pasado año cerca de 4,5 millones de litros, de los que el 82% se canalizaron a través del sector hostelero y el 9 por ciento a través de los propios llagares, informa Efe. 

Un trabajo de años

El Gobierno de Asturias, junto con los sectores e instituciones vinculadas, ha trabajado en los últimos diez años en la defensa de la candidatura y en la protección del patrimonio vinculado a la sidra. En 2014, la cultura sidrera fue declarada bien de interés cultural inmaterial (BIC) y, desde entonces, se ha desarrollado una profusa labor para alcanzar el reconocimiento mundial que se ha materializado hoy. En ese proceso ha tenido un protagonismo destacado el comité director de la candidatura, integrado por representantes del sector sidrero y hostelero, especialistas en antropología, historia y comunicación, además de miembros de las consejerías de Cultura y de Medio Rural.

Celebración de la declaración de la cultura de la sidra como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Celebración de la declaración de la cultura de la sidra como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad gobierno del Principado

La cultura sidrera engloba prácticas sociales, rituales como el escanciado, las espichas y las romerías, además de tradiciones orales, paisajes culturales y oficios tradicionales, por lo que se erige en uno de los elementos identitarios de mayor calado en Asturias. La producción y el consumo de la bebida regional fortalecen la cohesión social a través de prácticas compartidas que fomentan también la integración y el encuentro.

Euforia en la delegación asturiana

Después de la Unesco aceptara la inclusión de la cultura sidrera en el listado de Patrimonio Mundial, la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, ha afirmado ante el Comité que era «un momento histórico para Asturias» al reconocer «una parte esencial de nuestra identidad».

«La sidra es el hilo conductor que enhebra y explica una buena parte de nuestra historia, de la tradición, del presente y del futuro de nuestro pueblo y que a lo largo de los años empapó nuestras manifestaciones culturales, desde los bailes, la gastronomía, la artesanía, el cine, la literatura, la música o las artes plásticas», ha señalado. También ha añadido que «una cultura para todas las personas, desde hoy para la humanidad, que se expresa además en asturiano, una lengua minorizada tan grande que vale para contar el mundo y que como toda nuestra cultura también tiene que salvaguardarse", ha indicado Gutiérrez, que ha afirmado que España era un estado más grande y fuerte "cuando se respeta y se reconoce en su diversidad».

Mientras hablaba consejera, que ha acabado su intervención con un grito de «Puxa Asturias», varios miembros de la delegación han mostrado una bandera de Asturias y, después, la presidenta de la reunión del Comité Intergubernamental, la embajadora de Paraguay en la Unesco, Nancy Ovelar de Gorostiaga, ha llegado a cantar unas estrofas del conocido canción de Víctor Manuel «Asturias», informa Europa Press.

La patronal hostelera califica la noticia de «hito histórico»

La patronal hostelera OTEA ha calificado de «hito histórico» el reconocimiento de la Cultura Sidrera Asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.

«Es un hito histórico para Asturias, su cultura, sus tradiciones y tambien su hostelería. Este logro es el resultado de un esfuerzo colectivo y coordinado, que trasciende fronteras y une a todos los asturianos, dentro y fuera de nuestra región», han señalado.

Desde Otea han reconocido el trabajo «intenso» del Gobierno del Principado de Asturias y de todas las entidades que han contribuido «a hacer realidad este sueño». «Es un esfuerzo común que nos hace sentir aún más orgullosos de nuestra tierra y de nuestras costumbres», han afirmado. «Hoy, la sidra nos une a todos los asturianos, reforzando nuestros lazos y proyectando una imagen positiva de Asturias a nivel mundial. Este reconocimiento internacional posiciona a Asturias como un destino único, rico en tradiciones y cultura. Se otorga a una de nuestras más sólidas tradiciones de una trascendencia universal y única», han explicado.

«Hoy es un gran día para Asturias, para la cultura asturiana», declaró ante los asistentes el secretario de Estado de Cultura de España, Jordi Martí Grau, quien hizo parte de la delegación del país europeo junto a la consejera de Cultura, Política Lingüística y Deportes del Principado de Asturias, Vanessa Gutiérrez, y el embajador español ante la Unesco, Miquel Iceta.

Martí aseguró que la sidra «es mucho más que una bebida», es un «símbolo de una cultura», «de una comunidad».