COAG advierte de que ya se han dado de baja numerosos productores y reclama medidas urgentes para proteger el cultivo, que tiene IGP desde 1996
28 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Si el año pasado ya había sido la peor cosecha con diferencia, la de 2024 tiene aún peor pinta. El año pasado, entre la sequía y el manchado provocado por las lluvias de agosto, las pérdidas ya habían sido demasiado notables. Este año, de nuevo, las pérdidas ante la excesiva humedad y por «no tener productos para combatirla» podrían ser tan elevadas como para que haya productores que se están planteando si merece la pena seguir cultivando la faba asturiana, que desde 1996 está inscrita como Indicación Geográfica Protegida (IGP). «Los resultados de la cosecha de este año han sido una vez más desoladores debido entre otras cosas a las circunstancias meteorológicas», explican en el sindicato agrario COAG Asturias, que se hace eco de la «gran preocupación» que existe entre los productores de faba e insta a la Consejería de Medio Rural y Política Agraria a adoptar medidas urgentes para paliar la «grave situación» en la que se encuentran.
Hay productores que ya calculan una media del 75% de pérdidas, incluso hasta más del 80% de la cosecha. Irrecuperables. Y si el año pasado se certificaron 102 toneladas de faba asturiana que cumplían con las condiciones de calidad, este año se temen que no llegue ni a 75 toneladas «Las lluvias de la pasada primavera han tenido como consecuencia la proliferación de hongos y enfermedades en los cultivos», señalan en COAG. Además, se han echado en falta «productos eficaces y menos costosos» para afrontar las diferentes plagas relacionadas con la humedad que ha arruinado la cosecha de este año.
Desde COAG Asturias aseguran, de hecho, que estas circunstancias han propiciado ya numerosas bajas en el Consejo Regulador de la Faba Asturiana y que se plantea el mismo escenario con la cosecha de la Faba Verdina. «Es necesaria una actuación inmediata frente a esta situación», dicen, considerando que «la Consejería de Medio Rural y Política Agraria debería poner todos los medios para evitar que una actividad tradicional y representativa de nuestra cultura y patrimonio regional esté condenada a la desaparición».
Para evitarlo y proteger a la faba asturiana, proponen que Medio Rural cree una línea de ayudas directas como las que se concedieron el año pasado en Asturias a la ganadería de vacuno de carne por la sequía. Las circunstancias eran similares, con lo que «existe un desagravio para los productores de fabas», que no tuvieron ninguna ayuda pese a que la sequía también les afectó.
Otra propuesta es que se contemple como causa de fuerza mayor la situación de los productores de faba en Asturias, para que los perceptores de ayudas para la creación de empresas agrarias que tengan compromisos de mantener una UTA de trabajo se vean exentos para poder llevar a cabo una segunda actividad. «El hecho de que actualmente no puedan llevar a cabo una segunda actividad los avocará al cierre de su explotación porque apenas disponen de ingresos económicos que les permitan subsistir», advierten en COAG Asturias.
Ayudas a la biodiversidad y a la investigación
Recuerdan, además, que en la actual convocatoria de las ayudas Incorpórate al Agro se contempla la posibilidad de que los productores de fabas opten a la Titularidad Única Pluriactiva (compromiso de media UTA). «Si no se permite que los jóvenes incorporados en producción de faba en las convocatorias de 2022 y 2023 puedan acceder a la pluriactividad en media UTA, les avocarán al cierre de sus explotaciones y, lo que es aún peor, a su total ruina económica porque van a tener que devolver la ayuda», explican, confiando en que se contemple esta petición tras dos años tan desastrosos para los productores de faba y verdina.
En esa línea de poner en valor ambos productos, también proponen una línea de ayudas similar a las que se conceden a las plantaciones de manzano para fomentar la biodiversidad, que contemplan cuantías de 900 euros por hectárea y año. «Nuevamente existe un agravio frente a los productores de faba y verdina», lamentan desde COAG, donde también ven necesaria una línea de ayudas a la investigación para obtener productos eficaces y herramientas para combatir las plagas que afectan a las cosechas y que tanto daño han hecho este año, en pleno cambio climático. «Los productos actuales no hacen efecto y su aplicación genera horas de trabajo a los productores, que se desesperan porque a pesar de esta labor no consiguen combatir los hongos que arruinan sus cosechas», indican desde COAG al respecto.