Así funcionan las nuevas ayudas al campo: 50.000 euros de base, hasta los 56 años y menos papeleo
El plan «Incorpórate al agro» busca fomentar el empleo y abordar el relevo generacional en el medio rural: «Hay que poner en valor y sentirse orgullosos del sector primario que tenemos en Asturias»
«Más que un trabajo al uso es una forma de vivir». De esta forma define el joven Manuel Pérez, encargado de la Ganadería Navalín, en Castropol, su amada profesión: la ganadería. «Si el campo no produce, la ciudad no come». Así pone en valor su labor diario Jairo Pérez, encargado de la Ganadería Casa Busto. «La producción es tan importante que marca el ritmo de la vida», valora por su parte la ganadera Miriam Suárez, responsable de la Ganadería Yavín, en Soto de Luiña. Todos ellos forman parte del primer eslabón de la cadena social, el sector primario. Dada su importancia y peso en Asturias, el Gobierno del Principado a través de la consejería de Medio Rural y Política Agraria ya ha dado luz verde a la convocatoria de subvenciones del plan «Incorpórate al agro», destinadas tanto a fomentar el empleo como a abordar el relevo generacional en el medio rural.
«Tenemos que sentirnos orgullosos de las personas que diariamente se dedican a la ganadería y la agricultura en Asturias. Tenemos que valorar el sector primario que hay en la comunidad», destaca Rocío Huerta, directora general de Ganadería y Sanidad Agraria del Principado de Asturias. Una de esas medidas para valorar al sector pasa precisamente por el programa «Incorpórate al agro». Este programa, que incluye dos períodos de solicitud (26 de noviembre de 2024 y 1 de abril de 2025), permite un primer empujón económico para que las personas que quieran incorporarse a la actividad agraria como titulares, cotitulares o socias de explotaciones agrarias puedan organizar su proyecto empresarial.
Por primera vez, además de personas de entre 18 y 40 años, podrán optar a las ayudas nuevos agricultores y ganaderos de 41 a 56 años que en los dos ejercicios previos a la solicitud no hayan obtenido ingresos agrarios superiores a los 10.000 euros anuales. En términos económicos, la ayuda se sitúa en 50.000 euros de base, aunque podría alcanzar los 100.000 en varias circunstancias: mujeres que se adhieran a la actividad agraria, explotaciones en extensivo que adopten medidas preventivas frente a los daños de la fauna salvaje, producciones ecológicas o lácteas en zonas de montaña o producciones de alimentos amparadas por una marca de calidad. Por cada uno de estos puntos, la cuantía iría en aumento. También existe la posibilidad de acceder a 25.000 euros y a la mitad de los pluses por explotaciones a media jornada con titularidad única. «Era muy frecuente que hubiera jóvenes que en su momento habían decidido estudiar y cuando llegaban a una edad rondando los 40 años querían retornar a esta forma de vida. En ese punto se quedaba gente fuera por edad y por eso decidimos aumentarla», explica Rocío Huerta.
Además, como novedad, en esta ocasión se permitirá compatibilizar las tareas agrícolas y ganaderas con otro tipo de actividades económicas. Este fenómeno, conocido como agricultura a tiempo parcial o pluriactividad, favorece la continuidad de las pequeñas explotaciones y permite incrementar la renta de los profesionales, favoreciendo la fijación de población y la conservación del medio rural. De esta forma, se intenta paliar uno de las grandes prioridades del sector, el relevo generacional. «Es complicado, tiene que gustarte lo que haces. En mi caso estuve diez años trabajando en la construcción y hace tres decidí cambiar de sector. Siempre lo estuve pensando y tenían que salir a buscarme la vida», cuenta Jairo Pérez, encargado de la Ganadería Casa Mario, ubicada en la localidad valdesana de Busto: «Al campo hay que darle la importancia que se merece. Para ello hay que quitar obstáculos, como los burocráticos». Unas trabas que en el caso de estas subvenciones ya se verán reducidas. «El problema de la burocracia existe en todos los ámbitos y estamos trabajando en minimizar los trámites. Se simplifican los impresos y la documentación a presentar y, además, facilitamos un modelo de plan empresarial para los que se adhieran», explica la director general de Ganadería y Sanidad Agraria, Rocío Huerta.
Mecanización y modernización para atraer a los jóvenes
«Todo ayuda y estas también hay que aprovecharlas. En mi caso tengo la oportunidad de dedicarme a lo que me gusta. Es un sector al que yo personalmente le veo mucho futuro, porque cada vez quedamos menos y la gente tiene que seguir comiendo», señala el joven Manuel Pérez de 26 años, encargado de la Ganadería Navalín: «La importancia que hay que darle es la que realmente tiene. Es un sector estratégico y a veces no se le da valor». Por su parte, Miriam Suárez, de la Ganadería Yavín, comparte tanto la visión de futuro como la importancia de abordar el relevo generacional en el sector. «Estoy totalmente convencida de que el futuro de Asturias pasa por el sector primario. Aunque tengamos enfermedades, la preocupación ya no es la misma que había el año pasado. Nos estamos dando cuenta de que en todos los sectores la situación es complicada y en el caso del sector primario la mecanización y la modernización son las formas que vemos de atraer a los jóvenes», apunta Rocío Huerta.
A la hora de diseñar los criterios del programa para este año, Medio Rural ha tenido en cuenta tanto la normativa europea y la adaptación al nuevo contexto laboral como los resultados de convocatorias anteriores. Así, en los últimos años se constató que algunas personas beneficiarias de las ayudas no pudieron completar sus ingresos y terminaron devolviendo la subvención íntegramente e incluso abandonaron el sector por la falta de liquidez puntual. Por esta razón, la posibilidad de incorporarse al sector primario de forma parcial resulta clave para impulsar actividades que tradicionalmente se han combinado con otras ocupaciones, como el cultivo de faba y otros productos de la huerta o la apicultura, todas ellas de vital importancia para el futuro de Asturias.