Asturias, puerta de entrada a Europa de un avispón más agresivo que la Velutina

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Un ejemplar de «vespa soror»
Un ejemplar de «vespa soror»

Investigadores de la Universidad de Oviedo localizan cuatro ejemplares de «vespa soror» en Siero, y piden una intervención rápida para evitar su expansión

24 nov 2024 . Actualizado a las 11:56 h.

El mundo se hace cada vez más pequeño, y una de las consecuencias más evidentes de la globalización es la proliferación de especies invasoras en todos los ecosistemas. La avispa velutina fue una de estas especies que, por su capacidad de daño y su facilidad para reproducirse, desató la preocupación de todos. Fue precisamente en un estudio sobre especies aparecidas en trampas de avispas el que constató un nuevo motivo de preocupación: la irrupción en Europa de la vespa soror, un avispón que podría ser incluso más agresivo que la velutina.

La trampa estaba situada en la parroquia de Granda, en el concejo de Siero, donde los científicos de la Universidad de Oviedo se encontraron entre marzo de 2022 y octubre de 2023 los cuatro ejemplares. Era la primera vez que se registraba esta especie en Europa, un avispón de gran tamaño, según los investigadores con un patrón de color único en el contexto europeo, con áreas negras, marrón claro y amarillas distribuidas en bloques alternos.

Un estudio publicado por los investigadores advierte de que la vespa soror es un depredador agresivo que se alimenta de invertebrados de diversos tamaños, incluidos insectos, e incluso de pequeños vertebrados. Y, lo más preocupante, también ataca colmenas de abejas, provocando daños considerables o, cuanto menos, una reducción considerable de la producción de miel. Esto contribuiría a agravar los daños que ya ha causado la velutina en la apicultura asturiana. Por otra parte, la vespa soror se caracteriza por tener un veneno muy potente, que podría causar complicaciones médicas.

Uno de los problemas con estas especies es que se reproducen con mucha facilidad. La clave de su éxito reproductivo está en que necesitan un bajo número de individuos para establecerse en nuevas áreas. Una vez que encuentran condiciones ambientales adecuadas, basta con que una o unas pocas reinas fecundadas lleguen y sobrevivan al periodo más difícil hasta que eclosionen las primeras obreras para que proliferen y se expandan por el territorio. Además, la especie soror puede anidar bajo tierra, lo que dificulta su localización y, en consecuencia, la eliminación de los nidos.

Asturias ofrece a estos avispones un territorio muy adecuado. En primer lugar, por el clima. Proceden de regiones como el sudeste asiático, el sur de China o el norte de la India, y se adaptan muy bien a climas sin temperaturas extremas (inviernos en los que no bajan de cero y veranos sin grandes olas de calor), al clima húmedo y a una altitud situada entre el nivel del mar y aproximadamente 700 metros sobre el nivel del mar, un rango en el que se encuentra la mayoría del territorio asturiano. Por otra parte, estos avispones abundan en los bosques, y Asturias tiene una mancha verde suficientemente grande como para acogerlas.

Como ya se ha dado en tantos otros casos, se cree que esta especie invasora llegó a Europa como polizón durante la hibernación. Es la cuarta especie de avispa que se ha introducido en la Península Ibérica, y su llegada podría, según los autores del estudio, intensificar los daños ambientales, económicos y sanitarios ya existentes debido a la vespa velutina. Proponen, entonces, que se lleve a cabo un plan de respuesta rápida para localizar y eliminar sus nidos, así como monitorear su posible expansión en la región. La detección temprana en Asturias será crucial para su erradicación.