El alza de precios por el turismo, los abusos de los rentistas y la defensa del acceso a la vivienda: los frentes del nuevo Sindicato de Inquilinos de Asturias

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Reunión del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos
Reunión del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos

El colectivo reivindica que se atajen los «precios abusivos» y facturas en agua y calefacción «muy altas» en los bloques de la promotora AVN en La Corredoria

15 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias sigue los pasos de Madrid y Cataluña con la creación de su propio Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, un colectivo que se propone atajar problemas inmediatos relacionados con abusos de los rentistas y también provocar cambios en la normativa que ayuden a aminorar las limitaciones de acceso a la vivienda de la gente más desfavorecida.

Como explica uno de los portavoces del sindicato, Andrés García, el problema del alquiler empieza a crecer, fundamentalmente, tras crisis 2008 del sector de la construcción, uno de los más importantes de la economía española, que cambió completamente el modelo. «Dejaron de darse las hipotecas que antes se daban a todo el mundo, y muchas personas que necesitaban vivienda se vieron obligadas a vivir del alquiler».

Entre las personas que han tenido más dificultades para conseguir alquileres ajustados a sus salarios son las de entre 20 y 40 años, entre ellas migrantes o mujeres del sector de cuidados que tienen ingresos limitados.

Otro problema añadido ha sido la creciente presencia de turistas, que ha disparado los alquileres en determinadas zonas. «Desde que se empezó a externalizar la industria otros países, el modelo que se impone es el turismo, que genera muy poca productividad», sostiene Andrés García. Esto supone, por una parte, que haya un gran porcentaje creciente de empleos en este sector y, por otra, que se dispare el precio de los alquileres. Por esta razón, el sindicato considera que debe haber una regulación «no para evitar el turismo y el alquiler sino la ultramasificación y la especulación del alquiler; es importante limitar lo que se destina al alquiler de acuerdo a los ingresos medianos de la población».

Un frente de reivindicación que tienen ya abierto es el de los seis bloques de viviendas de la empresa AVN en La Corredoria (Oviedo), en los que viven unas 400 personas. Según el sindicato, la empresa desarrolló esa promoción con una colaboración público privada, y a pesar de ello está poniendo «precios abusivos» a sus inquilinos. Una inquilina acudió recientemente a los tribunales porque consideraba que se le habían aplicado sobrecostes que no se correspondían a lo estipulado en el contrato, y el juez dictaminó a su favor.

Por otra parte, Andrés García asegura que la promotora está cobrando precios excesivos en el agua y la calefacción a través de una empresa que es de su mismo grupo. «Los inquilinos se quejan de que las facturas son muy altas y se quieren cambiar de empresa, apelando a la libertad de mercado». Otro problema de los bloques es que tienen «un solo trabajador de mantenimiento que no da abasto».

El sindicato está informando de su trabajo puerta por puerta, y quiere que sean los propios afectados, cuando se constituye una asamblea, los que se autoorganicen y luchen contra los excesos de la empresa.

Lo importante, subraya el portavoz, es «organizar a la gente contra los rentistas para evitar los abusos e ir ganando derechos como inquilinas, e intentar conseguir algunas medidas, como la bajada de los alquileres un 50 por ciento o que el alquiler no supere un 15 por ciento del salario de la trabajadora».

Otra cuestión destacable son las muchas viviendas vacías a raíz de la crisis de 2008, la mayoría propiedad de los bancos, «que están esperando al alza del mercado y que podrían utilizarse como vivienda pública y social», concluye.