A la espera de lo que pase con la nieve, el transporte por carretera de Asturias pasa momentos difíciles con el Huerna cortado por un impresionante derrumbe de la ladera de manera que el tráfico pesado se acumula en el puerto de Pajares. ¿Pero y si el destino de las piedras de ese argayo fuera terminar en otro puerto, uno de mar?
Esa es la solución que estiman que podría ser viable desde las empresas que componen la UTE se encarga de los trabajos de ampliación de la margen derecha del muelle de Avilés. Según informó el canal autonómico de televisión, estas compañías ya han mostrado su interés y están evaluando si sería rentable recoger todo ese escombro y destinarlo a las obras en el puerto avilesino.
De momento los trabajos en el Huerna avanzan pero con grandes dificultades, «va a llevar tiempo» devolver a la normalidad el tráfico por la AP-66 aseguró el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien añadió que «más que un desprendimiento hablamos del colapso de un muro». En este sentido el ministro insistió en que «ya no basta con retirar todo lo que ha caído sino que hay que hacer un estudio en condiciones para apuntalar bien esa ladera y que no se vuelva a producir».
Al menos de lo que se podría hacer con las piedras retiradas ya hay una idea de utilidad, la que ha lanzado esta UTE en Avilés, unión de empresas formada por SATO, OHLA y Arposa 60”.
En qué consisten los trabajos
El Puerto de Avilés inició en septiembre las obras de construcción de una nueva explanada de 32.570 metros cuadrados para actividades logísticas, un proyecto por un valor de más de 8,6 millones de euros. Esta explanada surgirá, ganada al mar, tras el relleno del actual espacio existente entre el Sur del Muelle de Valliniello y el muelle de ArcelorMittal. En el inicio de las obras, la UTE informó de que requerirían 200.000 metros cúbicos de relleno. La montaña los ha dado de sobra.