Yanexis Rodríguez, nieta de emigrante retornada a Asturias: «Mi abuelo me ha abierto la puerta a un mundo diferente y le estoy muy agradecida»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Yanexis Rodríguez en Covadonga
Yanexis Rodríguez en Covadonga

Esta cubana con orígenes en Boal llegó al Principado a mediados de junio y, tras conseguir un trabajo estable, espera poder traer a sus hijos de 7 y 12 años antes de que finalice el año

09 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Yanexis Rodríguez llegó a Asturias por primera vez en su vida el pasado 17 de junio procedente de Cuba. Llegó al Principado sola, buscando una oportunidad de vida que en su país natal no tenía y que cada vez veía más complicado tener dada la crisis que atraviesa el mismo. Para ella su aval era tener la nacionalidad española, una nacionalidad que solicitó en 2011 por ser descendiente de un emigrante asturiano pero que no le llegó aprobada hasta seis años después, en 2017, cuando esperaba su segundo hijo. Explica que resolvió los trámites para tener el libro de familia pero que por la falta de medios económicos no se planteó hacer un viaje a España cuando consiguió la nacionalidad.

Justamente la difícil situación de su país y el dolor de haber perdido a su madre fue lo que llevó hace unos meses a Yanexis a plantearse venir a España y, concretamente, a Asturias, de donde era su abuelo paterno y donde, coincidentemente, tenía una amistad, una amiga que dejó Cuba hace 18 años para asentarse en el Principado. «Cuando mi madre falleció, su ausencia me causó un dolor muy grande y quise escapar. Se había llevado mi alegría», relata esta cubana, que echó mano de la herencia familiar que tenía, la nacionalidad española, para «venir en busca de ser feliz otra vez», añade.

Yanexis Rodríguez explica que para poder venir tuvo que vender todo lo que tenía en Cuba: «vendí todo lo de mi casa y le pregunté a la única amiga que tenía en España, que precisamente vive en Oviedo, si me abría las puertas de su casa». La respuesta afirmativa de su amiga, a la que está enormemente agradecida por la ayuda que le ha prestado desde que llegó, la llevó a hacer las maletas y venirse a Asturias, con la pena de dejar a su pareja y a sus hijos en Cuba, con la incertidumbre de «no saber a lo que te vas a enfrentar», pero también con la ilusión de iniciar una nueva vida en la tierra de la que era su abuelo paterno.

«Mi abuelo paterno era de Boal. No lo conocí, pero le estoy muy agradecida sin haberlo conocido, porque me ha abierto la puerta de un mundo diferente», dice emocionada Yanexis, y es que una vez aquí, agrega, «empiezas a comparar y ves que allí (en Cuba) las cosas no funcionan correctamente». Tal es así, que sentencia que «la única solución que le veo a mi país es marchar», y lo dice con dolor porque «es mi país y mi sangre es cubana, pero le agradezco la vida y la oportunidad a mi abuelo español», reitera.

Apoyo y ayuda de su única amiga en España

Para ella, la oportunidad va tomando forma, aunque no sin preocupación y esfuerzo. En los apenas cinco meses que lleva aquí, Yanexis ha conseguido alquilar un piso, en agosto comenzaba a trabajar en una residencia de la tercera edad y se ha inscrito en un centro de formación para aprender todo lo que pueda sobre su nuevo trabajo. «Cuando llegué me costó mucho conseguir un alquiler, buscar un techo para vivir. Incluso me estafaron al intentar alquilar un piso por internet», relata esta cubana de origen asturiano, que pone de relieve la gran ayuda que le prestó su amiga y su marido poniéndose de avalistas para poder lograr una vivienda.

Yanexis Rodríguez
Yanexis Rodríguez

También les agradece que le prestaran dinero para poder inscribirse en el curso de formación, ya que el dinero del que ella disponía no era suficiente para poder afrontar la matrícula. «Dejé mi tarjeta bancaria a cero para apuntarme a ese curso, pero no me arrepiento porque voy logrando mis cosas», traslada la misma con la expectativa puesta en «empezar una vida nueva en familia». De hecho, con la estabilidad laboral que tiene actualmente, espera poder traer a sus hijos de 7 y 12 años antes de que finalice el año. «Voy a ir mirando escuelas para que vengan en diciembre, porque ahora tengo un puesto de trabajo y no me voy de aquí», indica Yanexis, que dice que no se planteó la opción de venir en familia en junio porque hubiera sido abusar de la confianza de su amiga, a la que pidió alojarse en su casa.

Pero ahora que tiene un trabajo, Yanexis y su pareja tienen claro que «los niños tienen que estudiar aquí, que tienen que formarse y tener una profesión aquí». Además, la misma señala que ha descubierto que hay otra forma de vivir: «aquí hay leyes y derechos que yo no conocía, porque yo vengo de un país en el que, desgraciadamente, las leyes no funcionan muy bien. Un país muy subdesarrollado y aquí hay desarrollo», apostilla. Así, lo que pide es «que la vida me de fuerza para trabajar», ya que ella está dispuesta a aprender y a esforzarse como lo ha hecho estos meses de atrás en busca de una forma de vivir aquí en Asturias.

Una oportunidad que, insiste, tiene gracias a su abuelo de Boal, que le abrió las puertas de esta región y al que, aunque no conoció, recuerda cada vez que escucha la canción ‘Con los hilos de la luna’, de Liuba María Hevia, una canción que la cantante cubana dedica a su abuelo asturiano emigrante y con la que Yanexis Rodríguez afirma identificarse y emocionarse desde que la canción comienza con la música de una gaita. Y porque siente su letra cuando dice: «Un día llegué a su tierra y allí me estaba esperando la luna de aquel dibujo que desde el cielo iba pregonando».