Los riesgos tras la dana: «Si no se proporciona agua potable a la población, en cuestión de días habrá brotes diarreicos»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Voluntarios limpian las calles de Paiporta tras el paso de la dana
Voluntarios limpian las calles de Paiporta tras el paso de la dana Diego Radamés | EUROPAPRESS

La situación de insalubridad en varios lugares como consecuencia de las inundaciones provocadas por la gota fría podría favorecer la propagación de virus y bacterias. El profesor titular del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo, Rafael Castro, explica los posibles riesgos sanitarios

07 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La considerada como la peor gota fría del siglo se ha cobrado la vida de más de dos centenares de españoles y ha dejado decenas de desaparecidos. Ha producido además serios destrozos e importantes daños materiales a su paso por el Levante español, donde ha arrasado con pueblos enteros. Y por si fuera poco la catástrofe producida, las inundaciones provocadas por la dana suponen ahora una amenaza para la salud pública. De no llevarse a cabo «una buena gestión del impacto del desastre» pueden propagarse virus y bacterias que afecten a residentes, efectivos de emergencia y voluntarios. Así lo asegura Rafael Castro, el profesor titular del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo. «Si no somos capaces de proporcionar agua potable a la población, puede ser cuestión de días que tengamos brotes diarreicos», advierte.

«Los riesgos sanitarios dependen en gran medida de cómo se gestione la inundación y del impacto que esta tenga», explica el experto que rompe así con el mito de que las catástrofes van de la mano de las epidemias. «Lo que se asocia a brotes epidémicos es una mala gestión del impacto del desastre», precisa el que es el primer titular vinculado de urgencias en una universidad española. Que aparezca, por tanto, de manera repentina una enfermedad depende de cómo se administre «el agua potable, los alimentos y el alojamiento o albergues temporales».

«Cada uno de estos factores puede incidir en un mayor o menor riesgo de brote epidémico y de distinto tipo de brote», apunta el que fuese miembro del grupo de epidemiología ambiental y molecular de la Unibo. Bajo esta premisa, señala que habrá brotes de enfermedades diarreicas como consecuencia de «un mal acceso al agua potable», así como brotes de infecciones respiratorias si hay «un empeoramiento de las condiciones de vida de la población».

En cambio, no considera que exista posibilidad de aparición de enfermedades por la proliferación de mosquitos, a pesar del estancamiento de aguas que, al fin y al cabo, sirven como caldo de cultivo para estos insectos. «En el momento actual no veo que sea un riesgo», asegura. Sin embargo, sí que estima oportuno tener en cuenta el hecho de que aparezcan enfermedades por otros vectores «como las transmitidas por ratas u otros animales, cuya ecología se ve alterada».

Un grupo de vecinos desatasca las alcantarillas de Utiel (Valencia)
Un grupo de vecinos desatasca las alcantarillas de Utiel (Valencia) Álvaro del Olmo | EFE

Todavía hay decenas personas que están desaparecidas como consecuencia de las devastadoras lluvias torrenciales e inundaciones que se han cebado principalmente con la Comunidad de Valencia. Es muy probable que algunas de ellas se encuentren, por desgracia, sin vida. Hasta que llegue ese momento, que esperemos que sea más pronto que tarde, estos cuerpos inertes no suponen un riesgo para la salud pública. No existe motivo alguno para sospechar que los restos humanos puedan transmitir enfermedades a la sociedad.

«Este es otro mito que debemos romper. No existe una relación directa entre los cadáveres y los riesgos para la salud de la población en el caso de los desastres naturales», asegura el profesor titular del Departamento de Medicina de la institución académica asturiana. Eso sí, es muy importante que se retiren lo antes posible estos cuerpos para que se pueda continuar con  las labores de limpieza y rescate en las zonas más afectadas por la dana.

Señales de alerta

En el momento que aparezcan casos clínicos con «características similares tanto a nivel clínico como en su localización geográfica» es muy probable que se haya dado ya un brote epidémico. En estos casos, de acuerdo con el experto, los grupos de población más vulnerables son los pacientes ancianos, la población pediátrica y aquellos enfermos con patologías crónicas. Es por ello que resulta «fundamental» que «exista una relación entre los servicios de vigilancia epidemiológica y los servicios clínicos».

Medidas a tomar en cuenta

Para evitar estos posibles brotes epidémicos, el Ministerio de Sanidad recomienda a la población local y a los voluntarios desplazados a la Comunidad Valenciana para colaborar con las tareas de limpieza, seguir las siguientes recomendaciones:

Medidas generales:

  • Participación en la limpieza: Las personas con algún problema de salud (principalmente de tipo respiratorio o situación de inmunodepresión), así como niños, niñas y mujeres embarazadas no deberán participar en las labores de limpieza.
  • Ropa y protección: Se debe utilizar ropa de manga y pantalón largos que no deje descubiertos brazos o piernas. Además, la limpieza deberá realizarse con protección de nariz, boca, ojos y manos, utilizando mascarilla, protector ocular y guantes.
  • Lavarse con agua y jabón tras retirarse los guantes, especialmente antes de los descansos, antes de ingerir comida y al finalizar los turnos de limpieza, prestando especial atención a posibles heridas. En caso de no disponer de jabón, se pueden usar geles hidroalcohólicos para lavarse las manos tras retirar la suciedad visible con agua.
  • Lavar con agua caliente y detergente la ropa que esté contaminada con aguas residuales o de inundación antes de volver a usarla.
  • Desconectar la electricidad y el gas para evitar incendios, electrocuciones o explosiones.
  • Solicitar ayuda sanitaria en caso de sentir malestar o presentar síntomas de infección.

En el caso de encontrar cadáveres:

  • Humanos: No tocar y llamar a las autoridades.
  • Animales: No tocar, en lo posible, y seguir las instrucciones de cada ayuntamiento al respecto.

Sobre el consumo del agua:

  • Seguir las recomendaciones de las entidades locales a este respecto. Si existe algún tipo de duda, utilizar agua embotellada en el caso de estar disponible.

Sobre el consumo de alimentos:

  • Aquellos alimentos húmedos que no puedan limpiarse y secarse en menos de 48 horas deberán desecharse. Además, en el caso de existir moho abundante, la limpieza deberá realizarse con protección de nariz, boca, ojos y manos, utilizando mascarilla, protector ocular y guantes.
  • No se consumirá ningún alimento que haya estado en contacto con el agua de la inundación, salvo latas de conservas, que habrá que secar y dejar una hora antes de abrir o almacenar; en todo caso se seguirán las indicaciones del envase.

En los inmuebles:

  • Ventilar las estancias todo lo posible.
  • Limpiar paredes y suelos y desinfectar con lejía o jabones similares. Retirar los muebles y utensilios mojados, así como el agua estancada.

 Gestión de basuras:

  • Se deberá mantener la basura y restos orgánicos separados del contacto con seres humanos u otros objetos que vayan a entrar en contacto con estos.

Prevención de intoxicación por monóxido de carbono (CO):

  • No utilizar dispositivos de combustión. Los generadores que se utilicen, hacerlo a más de 5 metros de distancia de puertas, ventanas o rejillas de ventilación.
  • Si se usa una máquina de lavado a presión, asegurarse de que el motor quede fuera y a una distancia de al menos 5 metros de las puertas, ventanas o rejillas de ventilación. No dejar encendido el motor de los vehículos dentro de un garaje que esté junto a la casa, ni siquiera con el portón abierto.

Efectivos de la UME trabajan en el barranco del Poyo (Valencia) tras el paso de la dana
Efectivos de la UME trabajan en el barranco del Poyo (Valencia) tras el paso de la dana Eduardo Manzana | EUROPAPRESS

En el caso de que se diese un brote epidémico, son los propios servicios de vigilancia epidemiológica de las consejerías de salud los que tienen las competencia para actuar en consecuencia. «Dependiendo del tipo de brote epidémico se recomiendan unas acciones u otras», asegura Rafael Castro, antes de señalar que ante esta situación es muy importante identificar la causa. También considera primordial «la definición de caso, el monitoreo y recolección de datos de la zona afectada», entre otros aspectos.

Para evitar que proliferen enfermedades virales y bacterianas el experto insiste en que hay que aportar a la población agua potable, alimentos y alojamientos adecuados. «Y por supuesto, es muy importante reforzar el sistema de vigilancia epidemiológica», sentencia.