Tras la estruendosa ruptura del acuerdo con la extrema derecha en Gijón, otros pactos en concejos del Principado se fueron quebrando con poco más de un año de existencia
31 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cumplido algo más de un año de los últimos comicios municipales y autonómicos, el balance de las elecciones de mayo de 2023 dejó al cierre del recuento la necesidad de varios acuerdos de todo tipo para formar gobierno, e incluso en el Principado se fraguó un ejecutivo de coalición entre PSOE y Convocatoria por Asturias-IU, que goza de buena salud. Hubo otros pactos en el otro lado del espectro político, entre PP, Foro y también Vox, para lograr varias alcaldías pero estos acuerdos han demostrado ser demasiado frágiles y sin que se hayan cumplido 18 meses, la mayoría se han roto.
Las elecciones de mayo supusieron un importante impulso para el PP asturiano, aún renqueante tras casi dos décadas de escisiones y que se recobró en buena medida devorando al electorado de Ciudadanos, que fue barrido de las instituciones. Con ese crecimiento los populares se impusieron en varios consistorios pero además lograron arrebatar a la izquierda algunos en los que no eran la fuerza más votada gracias los pactos con PP y Vox.
Fue especialmente destacado el caso de Gijón, dado que Carmen Moriyón, encabezando las listas de Foro y tras haber declarado en campaña explícitamente que no pactaría con Vox, tuvo finalmente que aceptar un acuerdo a tres bandas incluyendo al partido de Abascal y aceptando exigencias en contra la lengua asturiana. Tras un atribulado comienzo de curso político, marcado por varias polémicas, Moriyón terminó expulsando a Vox del gobierno local en octubre del año pasado, después de que el grupo planteara un rediseño del festival de cine que incluyera un premio que reconociera los valores de su partido. En todo caso Moriyón mantuvo su mayoría no sólo apoyada en el PP sino en un concejal tránsfuga, Óliver Suárez, que abandonó la formación de extrema derecha.
Gijón el concejo más poblado de Asturias y el caso del tripartito fallido fue muy sonado, pero hubo otros acuerdos cerrados entre PP y Vox para gobernar ayuntamientos, fueron Castrillón, Amieva y Tineo. Sólo este último parece resistir y no sin problemas.
A finales de agosto se rompía el acuerdo PP-Vox en Castrillón, que fue durante año un feudo de IU en solitario o con acuerdos con el PSOE. Los conservadores cerraron un acuerdo al terminar las elecciones de mayo del año pasado pero terminó rompiéndose, según adujeron, por la lengua asturiana. El concejal de Vox en el consistorio, Rafael González Gallego, cargaba contra los populares por no haber suprimido el servicio de normalización lingüística y hablando de que la «imposición de una lengua no oficial supone un grave perjuicio para la ciudadanía, resulta funcionalmente inútil y propicia el enfrentamiento y la desigualdad entre los ciudadanos, además de generar un coste que restará recursos a otros servicios básicos». El edil insistió en el pacto determinaba que sólo podía usarse además la toponimia en castellano. El rechazo, muy intenso y beligerante de Vox a la lengua asturiana ha marcado la mayoría de los pactos de gobierno locales. Tras la ruptura de la ultraderecha con el PP en Castrillón, los populares que quedan en minoría, con diez concejales. Cinco tiene el PSOE, otros cinco IU y Vox dos.
El caso más reciente es el de Amieva que ya amenazaba con dar problemas desde hace semanas atrás. En esta ocasión, el concejal de Vox, Adolfo Fernández Arduengo, también teniente de alcalde daba por hecha la ruptura hablando de ««falta de confianza» con el alcalde, el popular Carlos Félix Salazar. «Es una decisión unilateral de un concejal de Vox que deberá explicar él», dijo el presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo en declaraciones recogidas por Efe, tras señalar que quienes están en política deben actuar «con algo más de seriedad, más rigor».
El PP, que en las últimas elecciones consiguió tres concejales en Amieva, consiguió la alcaldía para Salazar tras alcanzar un pacto con el único edil de Vox, suficiente para conseguir la mayoría absoluta en un ayuntamiento en el que el PSOE cuenta con dos concejales y Foro, con uno.
El hasta ahora teniente de alcalde y concejal de Turismo de Amieva ha señalado en declaraciones a El Fielato que el alcalde ya no goza de su confianza porque él le demostró que no tiene tampoco ninguna confianza en él ya que durante su convalecencia, según recalcó Queipo por una neumonía grave, no delegó en él la alcaldía.
Tineo fue el primer acuerdo en cerrarse entre PP y Vox en Asturias, uno de los términos del pacto es que de forma periódica, cada poco meses, tendría que reclamarse al Principado que retirara el topónimo asturiano del concejo, Tinéu. Fue uno de los elementos más excéntricos del pacto que, en todo caso, ha estado salpicado de desencuentros y polémicas.
La más reciente también a finales de este mes de agosto. Entonces el concejal de Vox Sergio Martínez acusaba a sus socios de gobierno de actuar «de manera unilateral y dictatorial» por organizar viajes sin su participación en concejalías que no eran de su área, algo que los de Vox veían como «falta de transparencia». Pero si Martínez era teniente de alcalde en agosto es porque sólo un mes antes tenía que dejar el cargo Luis López que adujo «motivos personales y laborales». Otra López, Carolina, que hoy es la portavoz de Vox en la Junta General y fue cabeza de cartel en las autonómicas empezó precisamente su carrera política en el partido como concejala en Tineo la pasada legislatura.
«No somos la muleta de nadie», insistía Martínez en agosto para tratar de meter presión al PP. Este mismo miércoles, tras conocerse las noticias de Amieva, Carolina López desde Oviedo, usaba una metáfora similar: «No somos el perro faldero, ni venimos a ponerle la alfombra roja al PP». De momento Tineo es ese último bastión de los gobiernos PP-Vox que fueron rotos a nivel autonómico por decisión de Santiago Abascal tras no llegar a acuerdos sobre inmigración.