Asturias pierde 70 variedades de setas por el cambio climático: «Ya no se dan las condiciones adecuadas»
ASTURIAS
Herminio Lara, presidente de la Sociedad Micológica Asturiana, explica los motivos por los que la temporada se retrasa de cada vez más: «Antes de comer cualquier seta tienes que conocerla como a ti mismo»
30 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El cambio climático es una realidad que está afectando de manera notoria a muchos campos, uno de ellos el de la micología. Las variaciones de humedad, temperaturas o viento, entre otros, han provocado que en Asturias dejen de crecer con frecuencia hasta 70 variedades de setas que sí lo hacían hace apenas 15 años. El presidente de la Sociedad Micológica Asturiana, Herminio Lara, explica que si bien a principios de siglo había unas 280 variedades en el Principado ahora no pasa de las 180. No obstante, Lara asegura que en el caso de que se volviera a dar las condiciones adecuadas «podrían volver a salir».
Menos variedades y menos setas en los bosques. Son las sensaciones de los aficionados a la micología, quienes perciben cómo cada vez se retrasa más la temporada debido, fundamentalmente, al cambio climático. «Nos está afectando bastante. Hace no más de veinte años las exposiciones eran a mediados de octubre y ahora ya son sobre noviembre. Ya no se dan las condiciones adecuadas para que crezcan debidamente», lamenta Herminio Lara, señalando que las lluvias cada vez empiezan más tarde: «Cuando la temperatura baja de 10 grados centígrados es muy complicado que salgan».
Según explica Lara, el cambio climático ha provocado la pérdida de varias decenas de variedades de hongos, pero no el cambio de condiciones no habría provocado la aparición de otras nuevas. «Antes lluvía en agosto y ahora no llueve o llueve muy poco. Hasta que empiezan las lluvias de noviembre ya es muy complicado verlas por ahí», apena el presidente de la Sociedad Micológica Asturiana, incidiendo en que ya van varios años consecutivos en los que «no sale la cantidad que había antes»: «Antes tenías setas en cualquier sitio y ahora vas al bosque y no hay casi, ni buenas, ni malas, ni regulares». A pesar de todo ello, este último mes de septiembre sí hubo mucha variedad de setas, dentro de la pérdida palpable.
«Antes de comer cualquier setas tienes que conocerla como a ti mismo»
Cuenta Herminio que en la sociedad hacen un consultorio micológico todos los lunes y van al menos tres semanas en los que lo han tenido que cancelar por falta de setas. «Las variedades comestibles más frecuentes sí suelen aparecer. Este año, por ejemplo, está saliendo la Trompeta de la Muerte. La Pardilla hace mucho que no se ve por ahí», apunta Herminio Lara. Los cambios de temperatura sería el factor más determinante en la aparición de setas. No obstante, también influirían otros factores como el cambio de hábitat de algunas especies de animales que podrían llegar a comerse las setas que nazcan: «Serían los ciervos y los venados, que comen alguna, también las ovejas. Podría haber afectado la presencia de jabalís, que al levantar la tierra del suelo provoca que no crezcan».
Imanes de metales pesados
Por otro lado, Herminio Lara señala la gran facilidad que tienen las setas para abosorber metales pesados. Razón más que suficiente para andar con pies de plomo a la hora de cualquier recogida. Se trata de otro de los motivos, el de la contaminación, por el que algunas variedades propensas a crecer en ciertas zonas se han vuelto incomestibles. «Llegará un momento, como ya existe en otros países, que no te dejen comer más de 250 gramos de champiñones silvestre por culpa de la contaminación», asegura Lara, quien recomienda no recoger a menos de 350 metros de zonas donde haya mucho tráfico, cerca de animales o de purines: «Se pueden coger para clasificar, pero nunca para comer».
En este sentido, el presidente de la Sociedad Micológica Asturiana es tajante: «Antes de comer cualquier seta tienes que conocerla como a ti mismo, porque una duda te puede costar la vida». Así reflexiona Lara, en parte, debido al aumento de interesados en la micología a raíz de la pandemia: «Notamos mucho más interés que antes también por el auge de la gastronomía, la afición al monte y la proliferación de los grupos de montaña».