El Rey advierte sobre los graves riesgos de la «polarización» y cede el testigo de los Premios

F. S.

ASTURIAS

El rey Felipe VI (i) interviene junto al presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (c), y la princesa Leonor, durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo
El rey Felipe VI (i) interviene junto al presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (c), y la princesa Leonor, durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo Ballesteros | EFE

El monarca preside su última ceremonia de entrega en el Campoamor y llama a poner la persona por encima de todo

25 oct 2024 . Actualizado a las 21:59 h.

Un emocionado Felipe VI le pasó el testigo de los premios que le vieron crecer como heredero de la Corona a su hija, la princesa de Asturias, Leonor, que cumplió su mayoría de edad y desde ahora leerá el discurso principal en la ceremonia de los premios. En su intervención el monarca destacó cómo el elenco de los premiados ha puesto en valor la defensa de la persona frente a tendencias deshumanizadoras en el ámbito internacional y advirtió sobre los riesgos de la «polarización».

En este sentido, el rey recalcó en su discurso que es preciso «luchar contra todo aquello que se separe, siquiera un ápice, de ese respeto integral que debemos a la persona, a cualquier persona, a la dignidad de cualquier ser humano» y apuntó en concreto que eso «significa también proteger y fomentar el régimen de derechos y libertades que la garantiza, y que fundamenta nuestra democracia».

Al inicio de su intervención en el Teatro Campoamor de Oviedo, el monarca ha destacado la emoción que ha supuesto para él que a partir de ahora sea la princesa Leonor, como presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias, la que se encargue de hacer la semblanza de los galardonados con los premios, tras más de 40 años de ostentar «el honor y la responsabilidad de elogiar» a los premiados en estas ceremonias.

Unos galardonados que este año, ha dicho, tienen el denominador común de que sus obras tienen como razón primera y última la idea de la persona y que recuerdan con su ejemplo que «en el centro de cualquier discurso, acción o decisión, ya sea en el ámbito económico, social, político artístico o deportivo, debe seguir estando siempre y de manera ineludible la persona»

«La historia nos alerta de las graves consecuencias de apartarse de ese camino. Como nos alerta de los graves riesgos la negación del otro por sus convicciones o creencias; porque piensa, reza o vota distinto», ha indicado el rey.

Y junto a la llamada «incesante» a la contención y a la humanidad, es obligado también, ha agregado, a «la denuncia y a hacer lo posible para que la paz y la seguridad vuelvan a ser compatibles, complementarias y conducentes a la convivencia, o al menos la coexistencia».

Pero ha destacado cómo también se ve en ámbitos más cercanos, «en cualquier desigualdad, prejuicio o injusticia, o en cualquier discurso condicionado por el miedo o basado en la indiferencia o la radicalidad».

Y ha considerado que es obligación de las instituciones y también de los ciudadanos «luchar contra todo aquello que se separe, siquiera un ápice» del respeto integral a cualquier persona «a la dignidad de cualquier ser humano», ya sea mediante la protección y fomento del régimen de derechos y libertades que fundamenta la democracia o, en el ámbito exterior, mediante el refuerzo de tratados e instituciones que sustenta a la comunidad internacional; informó Efe.

Dirigiéndose a la princesa y a la infanta Sofía, ha asegurado cómo está convencido de que el ejemplo que para él ha supuesto conocer a lo largo de tantas ediciones a personas tan extraordinarias como los galardonados y sentir que crecía en todos los sentidos con ellos, lo es y será también para ellas cada año «aún más».