Los funcionarios de la cárcel de Asturias se plantan ante las agresiones: «Que te rompan la cara parece que es lo normal»

Marcos Gutiérrez REDACCIÓN

ASTURIAS

Centro Penitenciario de Asturias
Centro Penitenciario de Asturias EUROPAPRESS

Profesionales del centro penitenciario del Principado ven «intolerable» una situación en la que asumen ir a trabajar preguntándose «a ver dónde toca hoy la agresión diaria». Denuncian la «masificación» en los módulos, la falta de profesionales, material y formación, así como que no se les conceda la condición de agentes de la autoridad

14 oct 2024 . Actualizado a las 17:45 h.

Los profesionales del centro penitenciario de Asturias se encuentran estos días alzando la voz por una nueva agresión a trabajadores por parte de reclusos, sucedida el pasado 11 de octubre. Representantes de la plantilla se ven desprotegidos por la falta de funcionarios y medios materiales. También creen que es inaplazable que se les conceda la condición de agentes de la autoridad.

Fuentes de la sección sindical de ACAIP-UGT del centro penitenciario de Asturias han lamentado «una nueva agresión a trabajadores» del centro, ocurrida el 11 de octubre. En este sentido, algunos de esos profesionales han precisado de atención médica de urgencia.

Entienden que se trata de una situación «intolerable», puesto que, en los últimos meses, se está produciendo una «escalada muy peligrosa» de este tipo de agresiones, que se «repiten en el tiempo» de modo cada vez más habitual.

«Masificación» en todos los módulos de la prisión

Desde el sindicato denuncian la «masificación» de todos los módulos de la prisión, que hace que la clasificación interior «sea muy deficiente». En este sentido, lamentan que la prisión asturiana es una de las que «peor ratio de interno funcionario tiene» de su entorno.

«Prisiones cercanas a la nuestra tienen menos población reclusa que la de Asturias, con más capacidad que nuestro centro», resaltan desde ACAIP-UGT. Otra de las razones de la situación a la que se ha llegado es la «escasa formación» en materia de actuación en este tipo de agresiones que proporciona la Administración a los trabajadores del centro, a la que suman el «deterioro y desgaste» progresivo del centro, con unas «carencias estructurales y una obsolescencia manifiesta».

Centro Penitenciario de Asturias
Centro Penitenciario de Asturias

El sindicato recalca que la «negativa reiterada» por parte de las administraciones competentes a conceder a estos profesionales la condición de agentes de la autoridad empeora la situación, ya que este reconocimiento «agravaría las consecuencias» para los internos que cometen esta clase de agresiones.

La sección sindical de ACAIP-UGT del Centro Penitenciario de Asturias cree que es necesaria la «revisión urgente y profunda» del actual protocolo de actuación frente a las agresiones, el cual se ha demostrado «absolutamente inútil para revertir esta situación».

Asimismo, llaman a revertir «la política del 'buenismo'» que se ha instalado en la institución, fomentada por una Administración «que intenta progresar y reclasificar a calzador a internos que vienen demostrando su incapacidad para adaptarse» a la vida rutinaria de la prisión, con la intención de «maquillar» unas estadísticas «irreales» con las que «funcionan e intentan dar apariencia de normalidad, muchas veces a costa de poner en grave riesgo a sus trabajadores».

Una clasificación de internos «cada vez más complicada»

Alberto Fernández es el coordinador provincial en Asturias de Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) y trabajador del Centro Penitenciario de Asturias. Explica que el episodio en el que tres internos agredieron a varios funcionarios en el módulo 9, causándoles lesiones de diversa consideración, que en el caso de dos de ellos han resultado en una baja laboral, es una muestra de la «negativa deriva regimental del centro en los últimos años».

Ha indicado que los trabajadores ya asumen estas situaciones como una «certeza diaria». El incidente del pasado viernes estuvo motivado por el paso de los internos desde aislamiento al módulo 9, dejando el programa de actividades específicas para recalar en uno de los departamentos menos conflictivos del centro. TAMPM cree que este suceso demuestra lo «precipitado e inapropiado» de una decisión «totalmente equivocada».

Alberto Fernández denuncia que en el Centro Penitenciario de Asturias hay «falta de funcionarios, médicos, juristas, psicólogos, asistentes sociales y educadores», lo que provoca que «el tratamiento a los internos cada vez es peor». A eso se le suma la «falta de medios materiales». «Hace cuatro años se cerraron dos módulos por falta de funcionarios», explica, lo que desde su punto de vista hace que la clasificación de los internos sea «cada vez más complicada».

Y es que, «como hay pocos módulos, los reclusos están todos muy mezclados, con lo cual es un polvorín». Este profesional explica que existe «el segundo grado, que es el más normal, el tercer grado, que es en el que ellos puedan salir a trabajar a la calle, y luego está el primer grado, que es el más restrictivo y el que se aplica a los internos que protagonizan multitud de incidentes violentos, agresiones entre ellos, a funcionarios...».

Ha lamentado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «salga diciendo que cada vez hay menos primeros grados», cuando, en la práctica, «el número es el mismo». Lo que sucede es que «reclusos de ese perfil pasan a módulos de respeto, que es lo que pasó el viernes».

«Muchísimas más» agresiones de las registradas oficialmente

El coordinador provincial en Asturias de TAMPM comenta que el pasado año, en el ámbito nacional, «se produjeron 450 agresiones a funcionarios, entre las cuales no han computado los insultos verbales, las amenazas de muerte y tampoco han contado si a un funcionario lo han agredido y al día siguiente va a trabajar» por la razón que sea. Eso hace que, en realidad, sean «muchísimas más» de las que aparecen en los registros oficiales.

Fernández considera que la actitud de los funcionarios es una suerte de «a ver dónde toca hoy la agresión diaria», ya que el hecho de «que te rompan la cara parece que es lo normal» en la cárcel asturiana.

También cree que una de las soluciones a su situación pasa por conceder a estos profesionales la condición de «agentes de la autoridad». Comenta que, por ejemplo, «los maestros que vienen a dar clase a la cárcel si lo son», mientras que en el caso de los funcionarios «las agresiones de los internos se quedan en nada». «Ellos lo saben y son conscientes de que les sale prácticamente gratis, por lo que se rebelan», apunta. «Es raro el mes que no hay un incidente, por lo que la gente hasta lo ha normalizado», concluye.