Eduardo Bayón, politólogo: «La idea del consenso en cuanto a los dos grandes partidos en este momento está muy difícil»

Marcos Gutiérrez REDACCIÓN

ASTURIAS

Eduardo Bayón
Eduardo Bayón

El autor gijonés acaba de publicar «Lucha de Tribus», una obra en la que analiza los mitos y verdades de la batalla política en España y estudia las razones de la radicalización identitaria entre la izquierda y la derecha

29 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Bayón (Gijón, 1986) es consultor en comunicación política, asuntos públicos y estrategia. Politólogo y jurista de formación, es profesor del Máster en Comunicación y Marketing Político y del Máster Global en Asuntos Públicos, ambos en el IMF Business School. Desde 2023 también imparte docencia en el Máster en Comunicación Política, Crisis y Emergencias de la Universidad Nebrija.

Bayón ha colaborado con diferentes medios de comunicación (entre ellos, La Voz de Asturias). También fue fundador y editor del portal Debate21, acaba de publicar Lucha de Tribus (La Esfera de los libros, 2024), una obra que «surge como una idea de escribir un ensayo que sirva a modo de guía de la batalla política entre izquierda y derecha que en determinados momentos, sobre todo de los últimos años, ha incluso cuestionado su propia existencia y permanencia en el tiempo»

Sin embargo, el autor opina que «la propia política de partidos en España ha insistido en confirmar que sigue existiendo, sobre todo a través de la política de partidos y de bloques». El libro «ofrece una guía muy divulgativa sobre esta batalla, profundizando sobre todo en la de tipo cultural en la que estamos también inmersos, la disputa por determinados conceptos que, tanto la izquierda como la derecha, tratan de hacer como suyos propios».

Eduardo Bayón
Eduardo Bayón

También analiza «esa disputa por el concepto de libertad en la que se ha metido de la derecha y que incluso parece que ha ido ganando» al tiempo que sirve para «hacer dentro de esa especie de guía divulgativa una aproximación a cuestiones del propio sistema político español, como la permanencia en el tiempo de los espacios políticos en cuanto a familias ideológicas». En el primer capítulo del libro se aborda la idea del consenso como mito fundacional «del sistema político y como, asimismo, se hace muchas veces un uso retórico de esa idea del consenso como parapeto de reformas del propio sistema político».

Una división «emocional, más que ideológica»

Eduardo Bayón cree que la división entre esos bandos políticos que se da en la actualidad es «absolutamente emocional, más que ideológica» y, en este sentido, «tiene también relación con el malestar político y social de la crisis de 2008, que estalla en el 15M de 2011 y luego también con la irrupción de nuevos partidos políticos».

En el caso de España se trata de una polarización que ya viene de atrás, «sobre todo de la primera época de Zapatero, con lo que pasó en las elecciones tras el atentado del 11M, donde hay sectores mediáticos y políticos que ya en aquel momento juegan una estrategia de crispación», opina. Asimismo, considera que en esta división existe un precedente más o menos claro en «la última época de Felipe González».

Esta situación, desde el punto de vista del autor de «Lucha de Tribus», también está vinculada hasta cierto punto a la aparición de un actor como es la ultraderecha, «que te condiciona mayorías en los parlamentos autonómicos, que te condiciona gobiernos de coalición y también la propia agenda política o mediática, como estamos viendo en los últimos meses, por ejemplo, con la cuestión de la inmigración».

Cree que si en la transición existía o pudo existir en un determinado momento cierto consenso, «ahora estamos en una etapa política en la que un actor que estuvo en su momento marginado del proceso político, como era la ultraderecha, y que quedó fuera de esos consensos fundacionales del sistema político, pues ahora es protagonista hasta el punto de ser tercera fuerza política de el país»

En esta suerte de división entre bloques políticos, considera que «hay un componente nostálgico muy grande», ya que «algunos discursos políticos jugaron con una nostalgia que, evidentemente, es completamente emocional», a partir de «una idealización del pasado y de la grandeza del país».

El papel de los medios

Esta división entre ideas dentro de la esfera de las sensibilidades políticas incluso se ha visto recientemente en el duelo televisivo Broncano vs Motos. Sin embargo es una suerte de 'batalla' que surge «mucho antes», en el sentido de que el propio formato televisivo de los debates políticos o de actualidad ya están colocados como dos sectores frente a frente».

David Broncano.David Broncano, presentador de La Revuelta
David Broncano, presentador de La Revuelta

«Los medios yo creo que han contribuido también notablemente a esa polarización emocional, sobre todo porque, tras la crisis 2008, hay una demanda altísima de la información política y de actualidad y eso tiene una traslación hacia programa televisivos que ofrecen una especie de infoentretenimiento», apunta. Eduardo Bayón considera que los medios de comunicación, en muchas ocasiones, a la hora de acercarse a la opinión y el debate políticos «van a un formato que es heredado en cierta forma del estilo emocional y de discusión de programas del corazón, que incluso en su momento también lo han importado algunos programas deportivos».

El consenso como «mito fundacional»

Una de las ideas que más se tocan en la obra de Bayón es la del consenso y su condición como una especie de mito fundacional de la actual democracia en nuestro país. Considera que, actualmente, «consensos existen, en cuanto a que, por ejemplo, ha habido una mayoría de investidura que requirió de grandes acuerdos, además en un sentido amplio, de diversas fuerzas políticas de todo tipo». Este escritor, politólogo y jurista resalta que «el sistema democrático español actual surge en la transición, con el dictador muriendo en la cama, por lo que no tenemos un mito fundacional como puede ser, por ejemplo, el 25 de abril en Portugal».

En esta línea, «esa idea mágica del consenso también ha servido como referente, muchas veces ideal, y también para arrojar al adversario cuando no hay acuerdos». «Esa idea de consenso en cuanto a los dos grandes partidos en este momento está muy difícil, porque hay actores nuevos y, sobre todo, está la ultraderecha presente que en la época de la Transición quedó marginada de todo el proceso y eso ya es un elemento diferenciador absoluto», explica.