El presidente de Principado mantendrá un encuentro en Madrid este viernes
27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe este viernes al presidente del Principado, Adrián Barbón, en una cita en la que la reforma de financiación autonómica acaparará en buena medida los temas de conversación, pero también con los ojos puestos en la industria, especialmente en lo que atañe a la siderurgia.
Barbón llega a Madrid tras haberse celebrado esta semana los plenos del Debate de Orientación Política --el conocido como debate sobre el estado de la región--, unas sesiones en las que los grupos de la oposición recalcaron su demanda de que se exponga la postura de Asturias sobre la reforma de financiación autonómica. Todo ello en el contexto del acuerdo de investidura en Cataluña, que dio al socialista Salvador Illa la presidencia de la Generalitat a cambio de respaldar una reforma similar al sistema de conciertos forales para su comunidad. Este cambio podría suponer una importante merma de recursos para comunidades como la asturiana.
Pero en ese debate Barbón no ha dejado de acogerse al acuerdo pactado la pasada legislatura sobre este tema y también al pacto de ocho comunidades firmado en Santiago de Compostela y que resumen el posicionamiento del Principado. «Mi lealtad está con Asturias. Si la propuesta de la reforma perjudica a Asturias que nadie dude que nuestro voto será en contra», dijo Barbón en el pleno en una réplica al portavoz del PP, Álvaro Queipo, recalcando que aún no existe una propuesta para realizar un «análisis exhaustivo y riguroso» del impacto que tendrá en Asturias el acuerdo catalán entre el PSC y ERC. Además, el presidente asturiano insistió en que en el actual sistema las comunidades autónomas están «infrafinanciadas», por lo que «se necesitan más recursos y eso vamos a defender».
Hay dos documentos fundamentales sobre los que se sustenta el posicionamiento de Asturias, uno de ellos es un acuerdo parlamentario (firmado por todos los grupos con representación parlamentaria la pasada legislatura, excepto Vox) y otro rubricado con otras siete comunidades (Galicia, Cantabria, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Extremadura y Castilla-La Mancha) que se conoce como la Declaración de Santiago. Es decir, la postura de Asturias no sólo cuenta con un amplio consenso en el seno de la comunidad sino que forma parte de una alianza amplia con otros territorios.
El documento pactado con los grupos parlamentarios tuvo que dejar fuera (por el rechazo de los conservadores) la apelación a una armonización fiscal entre las comunidades, pero incluyó que en el diseño del nuevo modelo se apliquen criterios basados en el coste real de la prestación de los servicios públicos, teniendo en cuenta cuestiones como la orografía, el envejecimiento de la población, la dispersión o el gasto sanitario. Todo ellos junto a la búsqueda de una fórmula de coordinación entre agencias tributarias para luchar contra el fraude fiscal.
La mayoría de estos postulados coinciden con los incluidos en la Declaración de Santiago que suscribieron en la capital gallega ocho comunidades en el año 2021. En ese documento se apela a que se busque un nuevo modelo de financiación en el que pesen más los criterios demográficos para responder con «eficacia y equidad» a las demandas de los ciudadanos, «vivan donde vivan». No es baladí que muchas de las comunidades firmantes se encuentren entre las que tienen una población más envejecida y que padecen una importante fuga de población joven en busca de trabajo. En ese sentido, el documento habla de elevar la cuestión demográfica al nivel de prioridad institucional y recuerdan la necesidad de activar un fondo estatal para paliar las desventajas de los territorios más afectados.
La declaración también recoge explícitamente que todas las comunidades deben de poder prestar «servicios similares» con independencia de su capacidad para generar ingresos tributarios; y por eso incluye la creación de un catálogo de servicios con mecanismos de financiación asegurada y nivelación.
La siderurgia «integral»
La industria y en concreto el acero será también puntos clave del encuentro en La Moncloa y no son desconocidos por Sánchez, que estuvo implicado personalmente en negociaciones con la familia Mittal respecto al futuro de las factorías en Asturias. El proyecto del horno eléctrico cuajó pero la multinacional se resiste a dar los pasos definitivos para la sustitución de uno de los altos hornos de Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI), un proyecto que cuenta con respaldo financiero, de más de 450 millones de euros, por parte de la UE. Y muchas paciencias se agotan.
Tan es así que a mediados de este mes de septiembre, en una visita a Asturias, el ministro de Industria, Jordi Hereu, recalcó el interés estratégico de España en relación a la producción de acero, algo que, según ha remarcado, «lo puede liderar ArcelorMittal o lo puede liderar quien sea». En el pleno de esta semana Barbón se mostró convencido de que «Asturias mantendrá la única siderurgia integral del país». Lo hizo recordando además el ‘informe Draghi', cuya conclusión, según ha afirmado, es que Europa necesita una «política industrial propia» para «no quedar descolgada de las economías más pujantes».
Infraestructuras
La Variante de Pajares ha supuesto una revolución para las comunicaciones ferroviarias de Asturias, tanto para pasajero como para mercancías, pero todavía con varias cuestiones pendientes.
En lo que atañe a los viajeros, los problemas de los Avril, que son los trenes con los que las comunidades del noroeste --tanto Asturias como Galicia-- contaban con dar un gran salto a la alta velocidad han despertado el malestar no sólo de los usuarios sino de la propia administración que estudia demandar a Talgo por las incidencias reiteradas cuando ya contaba con demandar a la empresa por los retrasos en las entregas de los vehículos.
Pero respecto a las mercancías queda también por concretar en buena medida la ejecución y despliegue de los proyectos incluidos en el Corredor Atlántico y que acumulan una notable demora respecto al Corredor Mediterráneo.