El lujo, los servicios, la calidad y ubicación del edificio y la exclusividad y privacidad priman en los ocho establecimientos con la más alta calificación de la región
22 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Asturias cuenta actualmente con ocho hoteles de cinco estrellas: el Hotel de la Reconquista, el Castillo del Bosque La Zoreda, Las Caldas y Barceló Cervantes, en Oviedo; el Palacio de Avilés; Artiem, en Quintueles (Villaviciosa), el Palacio de Luces, en el concejo de Colunga, y Puebloastur, en Parres. Todos ellos ofrecen a sus clientes una experiencia de alta calidad, y contribuyen a dar prestigio al turismo y los servicios de la región. Para tener cinco estrellas, los hoteles deben cumplir unos requisitos muy exigentes establecidos por la normativa regional.
¿Cómo consiguen acceder a la máxima categoría? Estas son algunas de las exigencias que deben cumplir
Antes que nada, cabe señalar que todos los hoteles deben avenirse a un mínimo de requisitos, unas reglas generales que evalúan la calidad de las instalaciones y de los servicios, y el cumplimiento de normativas técnicas. Por ejemplo, un servicio de limpieza y una oferta higiénicamente perfecta, y que todos los equipamientos y mecanismos estén en perfecto estado, que cuenten con una recepción, un sistema de identificación de habitaciones, un salón para uso exclusivo de clientes o el cumplimiento de la normativa de accesibilidad.
Cumplidos estos requisitos mínimos, los hoteles van sumando puntos conforme al tamaño de las habitaciones, los servicios, lo que ofrecen en cada habitación o los espacios comunes, y se establece que si suman hasta 250 puntos tendrán una estrella; de 251 a 35, dos; de 351 a 520 puntos, tres; de 521 a 670 puntos, cuatro estrellas; de 671 a 770 puntos, cuatro estrellas superior; de 771 a 920 puntos, cinco estrellas, y más de 921, cinco estrellas, 'gran lujo'. El palacio Josefina Balsera, de Avilés, será el único hotel con esta última categoría en Asturias si se cumplen las previsiones de reforma y puesta a punto del edificio anunciadas para el año 2026.
En el caso de los hoteles de cinco estrellas, los establecimientos deben cumplir, además de los requisitos obligatorios, un nivel elevado de servicios y comodidades que serán determinantes en la evaluación. Tanto las instalaciones como los servicios deben destacar por su lujo y comodidad.
Habitaciones
Los hoteles de cinco estrellas tienen las habitaciones más amplias. La superficie mínima para las individuales es de 16 metros cuadrados, y la de las dobles, de 22 metros cuadrados. Asimismo, en todos debe haber suites, un conjunto de dos o más habitaciones dobles con sus correspondientes cuartos de baño y, al menos, un salón. Debe contar, asimismo, con todas las comodidades en el cuarto de baño, que van desde proporcionar albornoz y zapatillas hasta lavabo doble o radiador toallero, las bañeras de mayor tamaño e inodoros independientes al resto del espacio.
Y las habitaciones de los hoteles de cinco estrellas son las únicas que deben tener obligatoriamente climatización individual y un área de trabajo con mesa. Asimismo, deben tener servicio de habitaciones las 24 horas del día y también ofrecer desayuno en la habitación, así como servicio de entrega y recogida de equipajes con acceso hasta la habitación.
La normativa es, asimismo, más exigente para los hoteles de cinco estrellas en cuanto a las zonas comunes, que garantizan una mayor privacidad a los usuarios. Por ejemplo, los edificios deben tener un acceso para personal independiente a la entrada de los clientes.
Los hoteles de cuatro estrellas comparten muchas exigencias con los de cinco. Entre otras, deben tener un salón para uso exclusivo de clientes, con una superficie mínima de 1,5 metros cuadrados por plaza y, en cualquier caso, con un mínimo de 25 metros cuadrados, que debe estar aparte de la zona de vestíbulo y de la de restauración.
Ambos deberán contar, asimismo, con servicio de garaje o de aparcamiento, propio o concertado externo al hotel, garantizando un número de plazas que no podrá ser inferior al veinticinco por ciento de su número de habitaciones. Y se les exige que el personal conozca, además del castellano, dos idiomas más.
Para ambas categorías es muy importante tanto el valor del edificio como la ubicación, que puntúan alto en las calificaciones. Se valora que el edificio tenga algún tipo de protección cultural, tenga tipología tradicional asturiana o singular valor arquitectónico, y también que esté situado en el caso histórico, en pleno centro urbano, en primera línea de playa o en un espacio protegido.
Por otra parte, y teniendo en cuenta la diversidad de paisajes y espacios que ofrece Asturias, la normativa permite la especialización de los hoteles en varias áreas, que reflejan características adicionales, relacionadas con la oferta de servicios y la ubicación.
Respecto a lo primero, están los hoteles balneario o salud y los hoteles familiares. Los requisitos para los balnearios son ofrecer aguas termales, servicios hídricos, salas para ejercicio físico y recuperación, equipamientos médicos y espacios exteriores de esparcimiento. También los hoteles de familia que, ofrecen servicios adaptados para niños, y deben contar con zona exterior de esparcimiento, parque infantil, sala de juegos, guardería, animación y capacidad adicional en habitaciones.
Las especializaciones relacionadas con la ubicación permiten la calificación como moteles, ubicados próximos a carreteras, con alojamientos independientes y garaje o aparcamiento; hoteles de playa, próximos a menos de 500 metros de los arenales y sin obstáculos significativos, y los de montaña, ubicados en poblaciones de menos de 500 habitantes y a una altitud superior a 300 metros. Además, la altitud media del concejo donde se ubican debe ser superior a los 500 metros sobre el nivel del mar.
Se trata, en todo caso, de contribuir al atractivo turístico de Asturias con alojamientos de calidad, en cascos urbanos o espacios singulares, inmersos en la naturaleza o cerca del mar, para que la experiencia de los viajeros sea óptima y tenga todas las garantías.