Adrián Barbón y Ovidio Zapico encabezaron las delegaciones que valoraron el acuerdo de legislatura en el Principado
04 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Detrás de la obra 'Aldeanas de Terracina', óleo sobre lienzo de José Ramón Zaragoza Fernández, pintado en 1910, celebraron con una sonrisa Adrián Barbón y Ovidio Zapico, la firma del acuerdo que permitiría arrancar la presente legislatura con un gobierno de «coalición progresista», que cumplió ahora un año. La pintura representa una esfoyaza, la labor tradicional, y comunitaria, de deshojar y enristrar las panojas del maíz en el campo asturiano. Y algo de esfoyaza tuvo este gobierno también, hubo cosas que deshojar y otras que se trenzaron para aguantar.
El secretario general de la FSA y presidente del Principado, Adrián Barbón, y el coordinador regional de IU, Ovidio Zapico, celebraron una reunión de tres horas y media en el Faro de Avilés en la que firmaron un consenso con objetivos que pasan por un pacto social por el medio rural, la vivienda, la igualdad y el turismo sostenible con vistas a la desestacionalización.
En ese punto, ambas formaciones han coincidido en crear el marco legal que permita a los concejos que así lo estimen oportuno el establecimiento de una tasa municipal voluntaria vinculada al turismo que les permita hacer frente a los gastos de los servicios públicos que prestan como administración local.
También ocupará al Gobierno en los próximos meses la agenda verde (con la regulación de los parques de baterías y la gestión de residuos), el desarrollo de un pacto de salud mental y la protección de las lenguas autóctonas, además de la defensa de un nuevo sistema de financiación autonómico que pasa, en palabras de Zapico, por la «federalismo solidario», que han considerado que es incompatible con una fiscalidad singular para Cataluña.
Antes de que arrancara la legislatura, Barbón movió una pieza fundamental en el tablero para que el jaque pudiera ser mate; Juan Cofiño --que en el anterior mandato había sido vicepresidente del Principado-- pasó a presidir la Junta General. Cofiño sigue siendo quizá no la mano derecha de Barbón en el Gobierno pero sí una persona de su máxima confianza pero había sido también protagonista de algunos de los choques más encendidos con IU en el pasado, especialmente a cuenta de la Ley ambiental y probable que la jugada facilitara el acuerdo.
Formalmente el gobierno es una coalición de dos patas, una el PSOE y otra Convocatoria por Asturias, la marca en la que IU consiguió cerrar toda una serie de alianzas con otras formaciones, como Más Asturias o Izquierda Asturiana, en agudo contraste con un Podemos Asturies que llegó al recuento a avanzado estado de desintegración. Con su candidata, Covadonga Tomé, enfrentada a la dirección del partido (hasta que fue expulsada) todavía se intentó que el gobierno asturiano tuviera esas tres patas, y no sólo cuestión de número y por algo la metáfora es sobre la estabilidad. PSOE e IU suman 22 escaños, a uno de la mayoría absoluta que se lo hubiera dado el de Tomé. Pero lo cierto es que tanto los socialistas como IU se temían que abrir las puertas del gobierno así sería también abrirlas a una tormenta y prefirieron optar por los apoyos externo en las negociaciones de distintas leyes, incluso de los presupuestos, y de momento les ha funcionado.
No ha habido mucho tiempo para los choques entre ambas formaciones, pero los ha habido y han sido sobre todo por cuestiones ambientales, roces sobre la instalación de los parques eólicos lo del de baterías en áreas rurales. También sobre las tasas turísticas, el PSOE prefiera que sean una opción de cada ayuntamiento, mientras que en IU preferirían un impuesto autonómico; finalmente se impuso la tesis socialista habrá tributo municipal y será de carácter voluntario pero habrá un regulación que lo ampare y que se debatirá en el ámbito autonómico.
Al margen de todo ello, el acuerdo asturiano ha sido muestra más de entendimiento que de choque (mientras que los pactos de PP y Vox han saltado por los aires en comunidades y están a punto de hacerlo en varios ayuntamientos, también en Asturias) y no es un reflejo automático de lo nacional. Esto fue citado, según recogió Efe, por Barbón que señaló que mientras los gobiernos progresistas mantienen la estabilidad, «los de la derecha y extrema derecha que suman por la ambición por el poder, pero, a la mínima, estallan por los aires, tal como ocurrió en Asturias cuando tuvieron oportunidad de gobernar».
Barbón ha destacado los avances en materia de comunicación como la extensión de la tarifa plana, la llegada de la Alta Velocidad y las conexiones aeroportuarias para fijar Asturias como polo logístico y económico. Por su parte, Zapico ha puesto el énfasis en la política de vivienda con casi 600 licitaciones para dar impulso al parque público.