Los visitantes, divididos ante la propuesta de una tasa turística: «¿Por qué beneficiaría que no vengamos a Asturias?»

ASTURIAS

A la izquierda, Fernando Di Biasi y María Gracia Sacchi en la Plaza Mayor. A la derecha, Daniel Tejero y Cristina Sánchez, en la Plaza del Marqués
A la izquierda, Fernando Di Biasi y María Gracia Sacchi en la Plaza Mayor. A la derecha, Daniel Tejero y Cristina Sánchez, en la Plaza del Marqués

Algunos ven en el nuevo gravamen una medida contraproducente que ahuyentaría a los viajeros, mientras otros valoran su utilidad para paliar los efectos del crecimiento del sector: «Si se emplea para mejorar servicios públicos, mantener la limpieza o para infraestructuras, bienvenida sea»

22 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras numerosos colectivos e instituciones asturianos debaten la idoneidad de crear una tasa turística en la región, son todavía miles los visitantes que pasean por las calles de las grandes ciudades, que se dejan fascinar por los atractivos naturales y que disfrutan de la gastronomía del Principado. El verano encara su recta final y la temporada turística vive las últimas semanas de ocupación casi total.

Si bien se confirma la tendencia de que Asturias cotiza al alza y se asienta como un destino turístico pujante, existe disparidad de opiniones sobre la necesidad de implantar la ecotasa. Adrián Barbón rechazaba la creación de un nuevo gravamen a nivel autonómico alegando que no en todos los concejos el turismo afecta de la misma manera. De igual modo, abría la puerta a una habilitación jurídica para que los ayuntamientos asturianos que deseen cobrar el impuesto puedan hacerlo: «Tenemos autonomía municipal; que cada alcalde o alcaldesa tome las decisiones que corresponda y aplique esa tasa», subrayaba Barbón.

Entre los regidores de los concejos más tensionados, la misma diversidad de ideas sobre el impuesto turístico. Pero, ¿qué opinan los visitantes? ¿Dejarían de elegir Asturias como destino vacacional en caso de que entrase en vigor la ecotasa?

María Gracia Sacchi, natural de Argentina, disfruta de unos días en el Principado junto a su hijo, Fernando Di Bisai, quien reside desde hace años en la región. Para ella, la propuesta del nuevo gravamen es innecesaria y contraproducente: «No es una buena idea, hará que la gente busque otros lugares. Sería una pena que por unos euros dejasen de venir», comenta. «Hay que cuidar el turismo, es una fábrica sin chimeneas. ¿Por qué beneficiaría que no vengamos a Asturias?», añade la bonaerense. 

María Jesús Almeida y Roberto Santana viajan desde Las Palmas de Gran Canaria, un territorio acostumbrado desde hace décadas a lidiar con los efectos del turismo, en ocasiones, masivo. «El 'problema' del turismo es muy subjetivo, también es una oportunidad de desarrollo económico», señala Santana. En su opinión, el auge de las viviendas vacacionales está siendo clave en el crecimiento de este debate: «Hay muchas habitaciones en zonas residenciales y la convivencia puede ser difícil», apunta.

María Jesús Almeida y Roberto Santana, de Las Palmas, en la Plaza Mayor
María Jesús Almeida y Roberto Santana, de Las Palmas, en la Plaza Mayor

Por su parte, Almeida considera que la implantación de una tasa turística no disuadiría a los visitantes y que podría acarrear beneficios para los municipios: «Es algo simbólico que no incrementa el coste de las vacaciones. Si se emplea para mejorar servicios públicos, mantener la limpieza o para infraestructuras, bienvenida sea». Desde su experiencia como grancanarios, la pareja recuerda la importancia de mantener una conducta correcta al hacer turismo: «A veces nos quejamos cuando recibimos mucha gente, pero también nosotros viajamos a otras zonas. Hay que aprender a disfrutar de los lugares que visitas manteniendo la convivencia con los vecinos», zanja Almeida.

Ernesto Clar y Berta Berges, de Zaragoza, sí han percibido cierta masificación durante sus días en Asturias. Especialmente, en la zona oriental: «En Llanes nos costó mucho encontrar sitio para aparcar y para comer», comenta Berges. Sobre la utilidad de la tasa turística para aliviar la tensión en estas áreas, Clar tiene dudas: «Me da la sensación de que se enfoca como un ingreso más, no para paliar los efectos de la masificación». «Si se justifica que ese dinero se emplea en acciones concretas, estoy a favor», sentencia el aragonés.

«Una tasa de uno o dos euros por día, para mantener la limpieza y contribuir a los servicios, no me parecería un disparate», opina Paco Barea, que viaja desde Córdoba junto a Paqui Martínez, Encarni Osuna y Mariano Sánchez. Para este último, un nuevo gravamen resultaría «excesivo». Por su parte, Martínez cree que la ecotasa es «un arma de doble filo»: «Más visitantes es más economía para la zona. Para el que tiene una tienda o un restaurante es ideal porque come de eso, pero para un vecino que sufra ruidos toda la noche o que no pueda abrirse paso entre la gente por la calle es complicado», desarrolla.

Paco Barea, Paqui Martínez, Encarni Osuna y Mariano Sánchez, de Córdoba, en la Plaza del Marqués
Paco Barea, Paqui Martínez, Encarni Osuna y Mariano Sánchez, de Córdoba, en la Plaza del Marqués

Daniel Tejero y Cristina Sánchez apuran sus últimas horas en Asturias, antes de regresar a Zaragoza, tras varios días conociendo diferentes rincones del Principado. Su estancia en la zona de Cangas de Onís coincidió con la celebración del Aquasella, por lo que también sufrieron los efectos de la excesiva afluencia de visitantes en algunos espacios. Sobre la ecotasa, no consideran que signifique el fin de la problemática derivada del turismo pero sí valoran su utilidad en diversos aspectos: «Sirve para mantener las ciudades más limpias y para destinar más dinero a servicios y recursos», indica Sánchez. «Para mejorar la situación se podrían limitar aforos, como en los Lagos de Covadonga, en ciertas playas, en zonas naturales...», sugiere. En cualquier caso, no tendrían inconveniente en pagar la tasa en caso de regresar a Asturias: «No voy a dejar de reservar un hotel por ver que me sale dos euros más cara cada noche», sentencia Tejero.

«La masificación no se combate con una tasa, solo encareces el precio. Haces que la gente con menos posibilidades no pueda salir de vacaciones», expresa Paco Romero, de Madrid. Le acompañan Carmen Ruiz, y Gloria y Carlos Morales. «Hay que controlar el número de viviendas turísticas, es el problema que deberían vigilar todas las ciudades», asevera este último. Ruiz añade que cada vez más personas de su entorno están centrando su atención en Asturias a la hora de elegir destino vacacional y también para adquirir una propiedad como segunda residencia: «El turismo va a ir a más», augura.

El verano se acerca a su fin y el debate sobre la ecotasa en Asturias divide las opiniones tanto de visitantes como de residentes. Mientras unos ven en el impuesto una oportunidad para mejorar infraestructuras y servicios, otros temen que encarezca el destino y afecte negativamente al sector. El Principado, con su creciente popularidad, deberá encontrar el equilibrio que permita aprovechar los beneficios del turismo sin interferir en la calidad de vida de sus habitantes. Solo el tiempo dirá si la ecotasa se convierte en parte de la solución.