La minería del carbón sobrevive en Asturias: las tres explotaciones que funcionan sin ayudas
ASTURIAS
884 personas trabajan en la región en el régimen especial de la minería, según los datos de afiliación a la Seguridad Social del mes de junio
05 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Decisión 787 de la UE estableció allá por finales de 2010 que los pozos y minas de carbón no competitivas tendrían que cerrar, a lo sumo, el 31 de diciembre de 2018. Es decir, las que continuaran tendrían que hacerlo sin ayuda, por lo que en Asturias, teniendo en cuenta los elevados costos que suponía la extracción del mineral, se daba por finiquitada la minería. Sin embargo, la minería del carbón, aunque es un sector casi extinto, sobrevive hoy por hoy en Asturias y lo hace con dos minas privadas y una pública en funcionamiento. Se trata de Mina Miura, en Villares (Ibias), explotada por Carbones de la Vega; Pilotuerto, en Tineo, explotada por NMR; y el pozo Nicolasa, en Mieres, explotado por Hunosa. Además, una tercera mina privada, la de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, está en fase de preparación para ser explotada por Carbonar.
Sobrevive y lo hace también pese a que la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que se aprobó para reducir drásticamente la utilización del carbón en la producción de energía. Y ¿por qué sobreviven? Porque el carbón, más allá de para quemar en térmicas, puede tener otros usos y otros nichos de mercado si se trata de antracita, mineral utilizado en la industria siderúrgica por su alto poder calorífico, lo que le da un mayor valor añadido.
El funcionamiento de las cuatro minas, incluyendo la de Vega de Rengos, que como se decía está en fase de preparación, conlleva que una buena parte de las 884 personas que en la región trabajan en el régimen especial de la minería, según los datos de afiliación a la Seguridad Social del mes de junio, sean mineros que trabajan en las explotaciones. Si bien, no es la totalidad puesto que la empresa Hunosa tiene plantilla en este régimen que no son propiamente trabajadores del pozo Nicolasa.
Nicolasa, el único pozo en activo de Hunosa
Nicolasa es, por tanto, el único pozo que Hunosa mantiene en activo en cumplimiento del antiguo Plan de Empresa acordado con los sindicatos y a expensas de la negociación del nuevo plan que se está llevando a cabo. Entretanto, del pozo mierense se continúa extrayendo carbón para abastecer a la central térmica de La Pereda, una central cuyo futuro es la transformación a central de biomasa. Sería en ese momento cuando se dejaría de sacar carbón de Nicolasa, una explotación en la que actualmente trabajan unas 270 personas. Es decir, más de la mitad de la plantilla de Hunosa. De este pozo, según datos de fuentes sindicales, se extrajeron hasta el mes de mayo una media de 5.000 toneladas brutas al mes, aproximadamente.
Mina Miura, ejemplo de mina privada rentable
Por otro lado, Mina Miura, explotada por Carbones de la Vega, es una de las tres minas asturianas privadas que están logrando mantener la actividad extractiva sin ayudas, dando muestra de que hay casos en los que la minería puede ser rentable. Roberto Valdés, ingeniero de esta explotación, explica que durante tres años, desde 2017 hasta 2020, estuvieron en fase de investigación previa y preparación, siendo a partir de 2020 cuando empezaron a crecer. Actualmente cuenta con un plantilla de 48 trabajadores, de los cuáles 35 son trabajadores de interior y el resto trabajadores de apoyo de los talleres y personal que realiza labores de restauración exterior. Además, se apoyan en trabajadores de subcontrata para mantenimiento, si bien, todo el personal que trabaja en Mina Miura están en el régimen especial de la minería.
En cuanto a la producción de Mina Miura, Roberto Valdés señala que oscila entre las 40.000 y las 50.000 toneladas al año, producción que es al cien por cien «siderúrgico y para usos especiales», precisa el mismo porque se trata de «antracita premium, que cumple las especificaciones para siderurgia, baterías, fundición y filtros». Sobre el destino de ese carbón, el ingeniero de Mina Miura señala que el 80% es para consumo nacional, un carbón cuyo coste por tonelada oscila entre los 150 y los 200 euros para el carbón más fino y los 300 y los 400 euros para el carbón más grueso.
La pregunta clave es ¿cómo sobrevive una mina sin ayudas con los elevados costes que supone la extracción del carbón? La respuesta de Roberto Valdés es más simple de lo que se pueda esperar: «como cualquier otro negocio, ya sea una panadería o una mueblería, estableciendo la diferenciación entre los costes de producción y el precio de venta, teniendo que resultar siempre algo de beneficio». En el caso del carbón, apunta que hay un mantenimiento del precio del carbón que permite hacer rentable el negocio, aunque matiza, «no se gana dinero como en la época de las ayudas». Y más cuando, añade, «el precio del carbón es complejo porque varía en función del tamaño del grano».
No obstante, Carbones de la Vega aún tiene futuro extrayendo carbón en Ibias. Roberto Valdés explica que si bien la capa 4, la que empezaron a explotar, ya está agotada, en la actualidad se está trabajando en la capa 3, donde hay una parte en producción y otra en preparación. En función de esa preparación, el ingeniero de Mina Miura dice que en un plazo de 6 meses podrían ampliar la producción, lo que conllevaría tener que contratar más trabajadores.
Las otras dos minas de carbón que mantienen la actividad del sector
Pilotuerto, en activo y explotada por NMR, y Vega de Rengos, en fase de preparación por parte de la empresa Carbonar, son las otras dos mineras de carbón que tienen tanto trabajadores propios como de subcontrata que, en principio, mantendrán la actividad del sector minero en Asturias. En todo caso, lo que se extrae de ambas es carbón siderúrgico o coquizable, mineral que hoy por hoy sigue teniendo mucha salida en el mercado.