Cinco activistas climáticos afrontan entre medio año y tres años de cárcel por cortar dos horas el tráfico a la entrada de Arcelor

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Rebelión o Extinción Asturies

La protesta de Asturias fue una de las acciones del movimiento Rebelión o Extinción, dentro de la campaña europea contra la concesión de subsidios públicos a los combustibles fósiles

25 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cinco activistas climáticos del movimiento XR Rebelión o Extinción (Extinction Rebellion) en Asturias afrontan entre medio año y tres años de cárcel por la protesta pacífica del pasado 18 de mayo a la entrada de las instalaciones de ArcelorMittal en Gijón. Hoy prestarán declaración en los juzgados de Gijón acusados de cargos penales, en concreto de un delito de coacción tipificado en el artículo 172.1 del Código Penal, según informaron desde el colectivo. 

Diversos colectivos ambientales y sociales ya han mostrado su apoyo y su disposición a acudir mañana, a partir de las 9 de la mañana, para acompañarles en este proceso judicial. La protesta, que consistió en encadenarse durante casi dos para cortar el paso de camiones a la fábrica para denunciar las ayudas de los gobiernos a la industria fósil, fue una de las movilizaciones realizadas en España durante la primera semana de la campaña europea Stop EU Fossil Subsidies (Poner fin a los subsidios fósiles en la UE), que estuvo coordinada por la plataforma Unidas por la Justicia Climática para demandar que se aceleren las acciones para afrontar el impacto del cambio climático.

Los activistas de XR Asturies, uno de los grupos creados en España dentro del movimiento internacional Extinction Rebellion, denunciaban las ayudas por importe de 450 millones de euros destinadas al proceso de descarbonización de Arcelor, «a pesar de ser la empresa más contaminante de Asturias» y que «no está llevando a cabo». También se les pide 2.400 euros por daños y perjucios, aparte de los gastos que supone afrontar el juicio, que no es el primero al que se enfrentan los activistas por la justicia climática debido a sus acciones de protesta pacífica en Europa.

Extinction Rebellion, que surgía en 2018 en Londres, utiliza la desobediencia civil y la acción directa no violenta como herramientas para denunciar la falta de acción gubernamental ante la emergencia climática. Tiene presencia en más de 70 países y demanda justicia social, información veraz sobre la crisis climática y acciones inmediatas para reducir las emisiones de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles y la pérdida de biodiversidad, entre otras acciones para afrontar los graves impactos del cambio climático.