En todo el territorio asturiano podemos encontrar museos dedicados al arte, la arqueología, la etnografía, las ciencias naturales o el patrimonio minero e industrial
19 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El verano es una buena oportunidad para visitar museos, y Asturias tiene, en todo su territorio, un buen número de ellos, dedicados a temas muy diversos. Destacan entre ellos las pinacotecas, pero también los museos temáticos, que tienen un enorme éxito de público y que abarcan un amplio espectro de la cultura asturiana y son guardianes de la historia de la región, tanto la cercana como la remota.
De entre todos los museos hay que destacar sin duda el Museo de Bellas Artes de Asturias. Está situado en un conjunto de edificios en el centro histórico de Oviedo: el Palacio de Velarde (siglo XVIII), la Casa de Oviedo-Portal (siglo XVII) y el edificio de la Ampliación (siglo XXI). Cuenta con una colección permanente de pintura que abarca un amplio abanico temporal y de artistas. Pintura española, con artistas como El Greco, Goya, Murillo, Zurbarán, Sorolla, Picasso, Tapies o Barceló; artistas asturianos como Evaristo Valle, Aurelio Menéndez o Nicanor Piñole, y pintores internacionales como Tiziano, Veronés, Rubens, John Philip o Foujita. Cuenta asimismo con una rica colección de obras escultóricas de artistas muy reconocidos desde el barroco hasta hoy, asturianos y españoles, y un amplio fondo de artes gráficas y fotografía.
En Gijón, hay varios museos que albergan obras de enorme interés y valor artístico. Por ejemplo, la Casa Natal de Jovellanos, un edificio medieval remodelado en el siglo XVIII, que no solo tiene valor arquitectónico por sí mismo sino también por su colección permanente de pintura y escultura, con obras de arte asturiano que van desde el siglo XV hasta el XXI, así como objetos personales, manuscritos y documentos relacionados con Gaspar Melchor de Jovellanos, una de las grandes figuras políticas e intelectuales de la ilustración española.
Por otra parte, tres grandes artistas tienen su propio museo en la ciudad de Gijón: los asturianos Evaristo Valle y Nicanor Piñole y el extremeño Juan Barjola.
Asturias cuenta con un rico patrimonio arqueológico del que se puede disfrutar en un buen número de museos, encabezados por el Museo Arqueológico de Asturias, situado en el antiguo monasterio de San Vicente, en el casco histórico de Oviedo, cuya colección incluye objetos prehistóricos, del paleolítico y la edad de los metales, y testimonios de los castros que poblaron el territorio asturiano; también objetos de la época romana y una notable colección medieval.
Por su parte, Gijón cuenta con numerosos espacios de interés arqueológico. Situado en una colina con amplias vistas al mar Cantábrico y a la ciudad, el Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres alberga uno de los asentamientos más antiguos de Asturias, el castro de Noega, que data de la Edad del Hierro. En él se pueden ver los restos de las estructuras del castro, viviendas y otros elementos arquitectónicos, así como muestras de la romanización posterior del asentamiento.
Por otra parte, el Yacimiento-museo de las Termas Romanas de Campo Valdés es uno de los mejores ejemplos de arquitectura termal romana en el norte de España. Data del siglo I de nuestra era, y el visitante puede recorrer las diferentes partes de las termas que se conservan y hacerse una idea de cómo funcionaron en su día gracias a maquetas y reconstrucciones que están a su disposición.
Otro yacimiento importante es la Villa Romana de Veranes. Construida entre finales del siglo III y principios del IV, es un ejemplo de las grandes explotaciones agrícolas que se desarrollaban en el territorio del imperio romano. Cuenta con una casa principal con diversas estancias en torno a un patio, un complejo termal privado y varias áreas de trabajo y producción. Asimismo, se conservan mosaicos y fragmentos de elementos decorativos.
Ciencias naturales y paleontología
El Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), dedicado a la paleontología y la era de los dinosaurios, se ha convertido en uno de los espacios más atractivos y concurridos de la región. Es un edificio singular, con forma de huella tridáctila de dinosaurio, situado en un acantilado con vistas al mar Cantábrico, en el concejo de Colunga. La ubicación no es caprichosa, ya que en su entorno ha habido importantes hallazgos. Es la llamada «Costa de los dinosaurios», que cuenta con uno de los registros de huellas de dinosaurio más importantes de Europa, que van desde grandes saurópodos hasta pequeños mamíferos prehistóricos. En su colección permanente, el MUJA incluye numerosos fósiles auténticos, así como réplicas de dinosaurios y criaturas prehistóricas.
Patrimonio minero e industrial
El desarrollo de Asturias ha estado asociado irremediablemente a la mina durante mucho tiempo, y las huellas de ese pasado minero han quedado registradas en varios espacios museísticos. El Museo de la Minería y la Industria de Asturias (MUMI), situado en El Entrego, en la cuenca del Nalón, cuenta con una amplia colección de maquinaria, herramientas, objetos y documentos relacionados con la minería, y tiene el atractivo de que en varias de las exposiciones se recrea el entorno de trabajo de los mineros. También cuenta con un centro de interpretación histórica.
Por otra parte, el Ecomuseo Valle de Samuño, situado en el concejo de Langreo, ofrece una experiencia inmersiva en la cultura minera asturiana. Las visitas pueden disfrutar subiéndose a un antiguo ferrocarril minero restaurado, en el que se transportaba el carbón desde las minas. Asimismo, cuenta con uno de los conjuntos mineros mejor conservados de Asturias: el pozo San Luis, que tiene todas las instalaciones que en su momento se necesitaban para mantener viva una mina.
El Museo del Ferrocarril, dedicado a la conservación, divulgación y promoción del patrimonio ferroviario de Asturias, está en una antigua estación que estuvo en uso hasta la pasada década de los 80 en el barrio del Natahoyo, en Gijón. En una superficie de más de 14.000 metros cuadrados, comprende tres edificios y una amplia playa de vías. En el museo se exhibe una importante colección de más de 2.000 piezas, organizada en unidades temáticas. Entre lo más atractivo están las más de cien piezas de material móvil ferroviario: locomotoras, vagones y coches de hasta siete anchos de vía diferentes. Este es el mayor conjunto de material histórico ferroviario de España. Entre las piezas hay locomotoras de vapor y otras relacionadas con los ferrocarriles mineros e industriales. Otros objetos conservados son faroles, teléfonos o herramientas..
Etnografía y tradición
Asturias conserva numerosos vestigios de su pasado en museos etnográficos distribuidos por todo su territorio. Uno de los pioneros fue el Museo Etnográfico de Grandas de Salime «Pepe el Ferreiro». José María Naveiras fue su impulsor y su primer director, y fue quien aportó la base de la colección etnográfica, que desde su fundación en 1984 no ha dejado de crecer, gracias sobre todo a las donaciones de particulares. Hoy está considerado uno de los mejores museos de su género. Las áreas de exposición se distribuyen en tres edificios. La Casa Rectoral, la Casa del Molinero y A Casoa. Y los espacios abiertos cuentan con elementos de distintas funcionalidades como el molino, el hórreo, la panera, el cabazo y la capilla. Su amplia colección recrea los espacios domésticos y las actividades del campo del occidente asturiano, con numerosas exposiciones permanentes. Entre ellas, lareira/cocina, sala industrial textil, bodega, fragua, taller del zapatero, cantina, sala de tornería, maqueta del mazo, fábrica de gaseosas, barbería, sastrería, escuela o bar tienda.
Otro espacio importante que mira a la tradición de la región es el Museu del Pueblu D’Asturies. Está situado en Gijón, en un recinto arbolado de 35.000 metros cuadrados con una charca de agua salobre, y algunos de los edificios donde se presentan las colecciones son en sí mismos parte de la exposición: las casonas, el llagar, los hórreos y las paneras. La colección se distribuye en cinco áreas: museográfica, musical, fotográfica, documentación y oral. La museográfica reúne objetos de la vida cotidiana del siglo XIX y la primera mitad del XX. La musical, las colecciones expuestas en el Museo de la Gaita, todas relacionadas con la tradición, y partituras y grabaciones de música asturiana. La fotográfica cuenta con más de un millón de fotografiás y tarjetas postales de profesionales y de aficionados. La documentación abarca un amplio espectro que va desde correspondencia y memorias hasta carteles, etiquetas o publicaciones periódicas. Finalmente, el museo es la sede del Archivo de Historia Oral de Asturias, que conserva el patrimonio oral de la región.
El Museo de la Sidra de Asturias, situado en la villa de Nava, es una aproximación muy completa a la historia, la producción y el consumo de la bebida asturiana por excelencia. Quien se acerca a sus instalaciones conoce, de una manera muy activa y rica, todo el proceso de elaboración de la sidra, que va desde el cultivo de la manzana en los campos asturianos hasta el embotellado. La elaboración de la sidra tiene una profunda raigambre en la cultura asturiana. En su día, había lagares por todas partes, profesionales y no profesionales, y todo ese buen hacer forma parte de la riqueza cultural asturiana. La sidra abarca muchas facetas: la industrial, la tecnológica, la de hábitos sociales y la del consumo, que está entre sus sus grandes señas de identidad gracias al escanciado, y todo ello aparece reflejado en el museo. El edificio tiene dos zonas de esparcimiento, un área recreativa y una pomarada, de las que se puede disfrutar antes o después de la visita, que puede ser libre o guiada.
El Museo Marítimo de Asturias, ubicado en la villa de Luanco, es una institución que se dedica a la conservación, investigación y divulgación del patrimonio marítimo de la región. Cuenta con varias exposiciones permanentes. La de biología marina, formada por una amplia muestra de flora y fauna marinas no solo actuales sino también de especies fosilizadas. Hay crustáceos, corales, esponjas, estrellas de mar, aves y un apartado dedicado a la caza de la ballena. El área de carpintería de ribera reconstruye el casetón de un astillero formado por elementos auténticos de talleres antiguos, con todas sus herramientas. Otro espacios se dedica a la pesca artesanal, con numerosos aparejos clasificados según las especies a cuya captura estaban destinados. Y también aparecen la historia de la navegación u otras temáticas como el buceo o el salvamento.