Sufre la atrofia de un testículo por una torsión no diagnosticada a tiempo: será indemnizado con 20.000 euros

ASTURIAS

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La dolencia tiene muy altas posibilidades de cura a través de cirugía siempre que se opere a las pocas horas de que ocurra; en este caso, el diagnóstico tardó semanas

11 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consejo Consultivo del Principado de Asturias ha emitido un dictamen que obliga al Principado a indemnizar con  20.137,20 euros a un hombre de 40 años que perdió la funcionalidad en un testículo por una torsión que no se pudo evitar mediante cirugía, la la única intervención efectiva para evitar el daño, porque no fue diagnosticada a tiempo.

Todo comenzó el 24 de junio de 2022. Ese día, el hombre acudió al servicio de Urgencias de un hospital asturiano con «un dolor en el flanco derecho con irradiación a testículos, acompañado de náuseas y un vómito». Después de auscultarlo, le dieron el alta con el diagnóstico de «dolor abdominal inespecífico sin signos de alarma en el momento actual». 

A la mañana siguiente, el hombre se levantó con más dolor y con el testículo derecho inflamado, y acudió al servicio de urgencias de un centro de salud, donde se le diagnostica «epididimitis-derecho/a. Torsión testicular», y se le pauta un antibiótico. Posteriormente, el día 27, acudió a su médico de atención primaria, que lo volvió a remitir al hospital para una ecografía escrotal urgente, que da como resultado una «torsión testicular derecha evolucionada con isquemia/necrosis», tras la que es derivado a otro hospital donde se le informa de que, «dado el tiempo de evolución» no se indica «revisión quirúrgica urgente», y se le recomienda una ecografía en tres semanas. Los días 14 de julio y 17 de noviembre se le practicaron ecografías de control con el mismo resultado, y el diagnostico definitivo fue «torsión testicular evolucionada a atrofia testicular, que determina la muerte y pérdida funcional del testículo».

El afectado considera que el cuadro que presentaba cuando acudió a Urgencias requería un examen físico y una ecografía del testículo, y que el tratamiento indicado era «la cirugía inmediata» porque la intervención dentro de las primeras horas es la «única esperanza de salvar el testículo». Un informe presentado por el propio paciente indicaba que «una torsión testicular es una emergencia médica, por lo que el diagnóstico precoz y posteriormente la cirugía urgente es la tabla de salvación del testículo», que «dentro de aproximadamente cuatro a seis horas del inicio de la torsión, el testículo se puede salvar el 90% de las veces; después de 12 horas, esto se reduce al 50%», y «después de 24 horas, el testículo se puede salvar sólo el 10% de las veces».

No llevar a cabo estas acciones evidenciaba, a su juicio, una mala praxis, por lo que reclamó una indemnización de 74.315,23 euros, de la que 32.737,92 corresponderían a 48 días de perjuicio personal particular moderado; 38.601,87 euros de secuelas por pérdida del testículo; 7.975,44 por perjuicio estético, y 25.000 euros por daño moral por pérdida de calidad de vida, en grado moderado. 

El Consejo Consultivo admite parcialmente su reclamación. En primer lugar, sostiene que se aprecia una pérdida de oportunidad por la demora en la intervención en cuanto «debería haberse realizado ecografía para ver cómo estaba el testículo». Es decir, no se indemniza por un daño, ya que la pérdida de la funcionalidad no la causó la intervención médica, sino por el hecho de que el paciente habría tenido la posibilidad de no perder su testículo si se hubiese actuado a tiempo, por más que esa oportunidad no estuviera garantizada al cien por cien. No obstante, del organismo decide, por distintas razones, minorar la cuantía por el perjuicio personal, las secuelas y el daño moral, y no admite el perjuicio estético, de tal forma que la indemnización se sitúa finalmente en 20.137,20 euros.