Los farmacéuticos asturianos, «ahogados» por la falta de titulados

Marcos Gutiérrez OVIEDO

ASTURIAS

Los responsables de las boticas regionales no encuentran profesionales, lo que convierte en «una labor casi titánica» cubrir las guardias, vacaciones, descansar o hacer frente a bajas laborales por cuestiones médicas o imprevistos

07 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los farmacéuticos asturianos llevan «años» arrastrando un problema que se va agravando con el paso del tiempo y ante el que admiten no ver una solución sencilla. Y es que la falta de titulados está ahogando a las boticas de la región, que ven cómo es prácticamente una quimera solucionar cuestiones como rellenar un calendario de vacaciones, cubrir las guardias, hacer frente a bajas laborales por circunstancias imprevistas o, simplemente, descansar.

Rosa Gutiérrez es la responsable de la farmacia San Pedro, ubicada en el número 32 de la avenida de Méjico, en Mieres. Explica que la bolsa del colegio oficial en el Principado está copada, tanto por boticas asturianas «como, de vez en cuando, de otras comunidades solicitando titulados». Esta profesional insiste en que «el problema se agrava en verano, para cubrir vacaciones, y en zonas turísticas donde necesitan refuerzos». Pese a reconocer que no sabría indicar las causas concretas, «la escasez de farmacéuticos ya viene de años atrás y se va poniendo peor» a medida que pasa el tiempo.

«Ante los imprevistos te ves completamente ahogado»

Cristina García es la titular de la Farmacia Roces, situada en el 69 de la avenida Salvador Allende de Gijón. «Yo siempre he apostado porque en el establecimiento tiene que haber más de un farmacéutico, eso es bueno, pero en la realidad muchas veces hay circunstancias que te ves ahogado», admite. Esta profesional no duda en reconocer que la situación respecto a la falta de titulados que puedan incorporarse al mercado laboral en la región está «mal... francamente mal». Pone como ejemplo un caso en el que «el año pasado, el farmacéutico no se pudo ir de vacaciones, porque estaba de baja médica larga el adjunto y no había nadie que le sustituyese». En su caso, su adjunta «estuvo también de baja larga por un accidente de tráfico y no encontramos a nadie». «Gracias a Dios que una farmacéutica que ya estaba jubilada nos hizo el favor de trabajar media jornada», afirma. «Este fin de semana estuve con una amiga de Santander, que se le jubila la farmacéutica adjunta y desde octubre lleva buscando sustituto y no hay nadie», añade.

Farmacia San pedro, en Mieres
Farmacia San pedro, en Mieres

Considera que este acuciante problema «no solo es algo propio de la zona rural, que seguramente esté la cosa peor, porque suelen ser farmacias únicas, no tienes a nadie... pero es que la única salida que te deja Sanidad es cerrar, pero para cerrar un establecimiento sanitario tienes que pedir permisos y no es tan sencillo». En esta línea el escenario es preocupante, «incluso en ciudades, en las que no tienes ningún inconveniente, pero como te pase algo se te descalabran la planificación de vacaciones, los horarios y el trabajo». Recuerda que cuando empezó en el negocio, «hace 40 años, no había trabajo para farmacéuticos». En este sentido la situación ha mejorado, ya que «en estos 30 años en las boticas no solo está el titular».

La cuestión de la ampliación horaria

Cristina García considera que «el farmacéutico mejora todo lo que es la atención al usuario y la profesionalidad». Indica que «otro factor que hay que tener en cuenta es la ampliación horaria». Y es que, «aunque parece que la farmacia tiene horario libre, no es así», ya que «está completamente tipificado por Sanidad». «Tu puedes solicitar lo que quieres abrir, pero una vez que lo haces tienes que cumplirlo, y si no puedes tienes que dar marcha atrás, lo que implica hacer una serie de trámites y pasos», explica. Esto hace que «ante los imprevistos te ves completamente ahogado». «¿Cuál es la solución? No lo sé, francamente», reconoce esta profesional. En este sentido cree que «hacen falta titulados para atender solamente las necesidades de la oficina de farmacia, pero es que luego hay otras muchas salidas que no se cubren con farmacéuticos y se necesitan».

«Tenía que venir a la farmacia en taxi y con el tobillo roto»

Cristina Álvarez, responsable de la farmacia Oxford, en el número 11 de la calle San Francisco de Oviedo, apunta que uno de los problemas, en este sentido, es que en el Principado «no tenemos facultad de Farmacia». «En Galicia tienen más licenciados que nosotros», resalta y añade que en nuestra región contamos con «el mejor convenio de toda España» para este segmento de actividad. En virtud del mismo, «en todas las farmacias es obligatorio tener un farmacéutico». Obviamente, esto plantea una serie de quebraderos de cabeza, a la hora de encontrar profesionales suficientes, de modo que en todo momento haya un titulado en el establecimiento. «Yo estoy en el centro de Oviedo y me cuesta», señala.

«Si yo estoy de baja, que pretendo no estar nunca, no consigues sustituto», apunta la responsable de la farmacia Oxford. «Yo ya tengo farmacéutica, pero como tenemos horario continuado, tengo que tener uno más», añade. Cristina Álvarez, de hecho, tuvo un percance hace unos meses y la solución fue, como suele decirse, 'morder la bala' y seguir como si nada. «Me rompí el tobillo hace seis meses, pues tenía que venir en taxi con el tobillo roto», explica.

Entre las causas de este problema, esta profesional cree que «ha disminuido el cupo de estudiantes». Recuerda que, cuando estudiaba en Santiago de Compostela, «por aula había 400 alumnos y eran ocho clases». Ahora hay en torno a «dos aulas y del orden de 40 estudiantes por aula». «No sé por qué hoy en día se sigue limitando la entrada a la universidad, cuando hoy no hay universitarios... hay numerus clausus para entrar en Farmacia, en mi época no los había y éramos muchos más», concluye.