En el último censo se han contando 370 ejemplares en toda la Cornisa Cantábrica
26 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un grupo de ganaderos, ligados a la Unión Rural Asturiana, URA, reclamó esta semana en Oviedo medidas radicales contra los osos (con traslados o esterilizaciones) bajo la afirmación del secretario del sindicato, Borja Fernández, de que la especie en Asturias «ya no está en peligro de extinción». Esto no es cierto, pero además ni siquiera las propuestas de este grupo son realmente muy eficaces para tratar con este tipo de animales.
¿Cómo se considera que una especie está en peligro de extinción? No es una declaración subjetiva que surja de una observación esporádica y además tiene grados. «Se basa en unas categorías que establece la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés) y que se refieren a una serie de cuestiones como es el tamaño de la población, la cantidad de individuos reproductores o la tendencia de la población», explica Carlos Nores, biólogo y coordinador de la Unidad de Conservación y gestión de fauna silvestre del el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT) de la Universidad de Oviedo.
Y según esas categorías el oso pardo en Asturias y en la cornisa cantábrica sigue en peligro de extinción, «ya no está en peligro crítico como estuvo hace unos años, pero sigue en peligro. Seguramente estos días mucha gente hay leído que el lince pasaba de estar en peligro de extinción a vulnerable, bueno, pues el oso en Asturias no ha llegado a esta situación». Carlos Nores apuntó que, según los últimos datos disponibles hay 370 individuos en el censo de osos de toda la Cornisa Cantábrica, lo que ocurre es que entre el 70% y el 80% están en territorio asturiano, y si hay esa oscilación es porque los osos se mueven y buena parte de ellos transita en la elevada frontera entre Asturias y León.
Y este hecho, el que los osos, especialmente los machos jóvenes, se mueven mucho explica por qué no es una opción realmente viable desplazar ejemplares, moverlos lejos de alguna zona en concreto, muchos tratarán de volver. En ese sentido y sobre por qué han aumentando los encuentros con osos de forma reciente (además de porque se ha recuperado un poco la especie y se ha extendido el uso de teléfonos móviles con cámara y se graban los episodios si suceden), el biólogo destacó varios elementos a tener en cuenta, primero que una amplia mayoría de osos del al Cordillera Cantábrica están en Asturias o en áreas inmediatamente adyacente a su territorio y que además las osas con crías «tienden a alejarse muy poco del sitio donde nacieron».
«Lo que pasa entonces es que hay una concentración de población en torno a las zonas reproductoras que fundamentalmente son Cangas del Narcea y Somiedo. Eso las hembras, el resto de los osos es decir los machos y sobre todo los juveniles machos se dispersan, porque los juveniles hembras siguen viviendo cerca de donde vivía mamá. Todos en conjunto forman como una especie de nube alrededor de estos núcleos donde la densidad puede ser alta. Y podemos tener el problema de que en los sitios donde la densidad es alta puedan tener la impresión de que hay sobreabundancia», indica Carlos Nores que remarcó «no puede fijar artificialmente a los osos en nuevo lugar, si los capturas y los trasladas, porque tienen sus comportamientos y tratarán de volver a su sitio original».
Los hipopótamos de Pablo Escobar
Los osos siguen en peligro de extinción y además tampoco resultaría muy eficaz trasladarlos, pero y la otra propuesta de los ganaderos, la de esterilizarlos ¿sería útil en el caso de plantearse en serio? Lo cierto es que no. «Se ha intentado hacer con jabalíes en grandes ciudades, como Barcelona, pero los resultados son muy pobres», señala Nores que en todo caso pone como ejemplo muy descriptivo el caso de los hipopótamos de Pablo Escobar.
El famoso narco colombiano llegó a tener un zoo privado con hipopótamos --uno de los animales más peligrosos que existen para los seres humanos-- y a su muerte nadie se hacía cargo de ellos, quedaron abandonados, escaparon y colonizaron un río. Las autoridades pensaron en matarlos pero una gran protesta social y un juez determinó que debían esterilizarse. «Te puede imaginar lo que cuesta capturar un hipopótamo, dormirlo, operarlo en pleno campo y después liberarlo. Al final no pudo llevarse a cabo, tampoco podría hacerse con los osos, no es una alternativa serie que nadie haya considerado en ningún lugar de Europa y hay zonas con osos». Nores recordó que es posible tratar de medicar para este fin a los animales, con fármacos que les hagan estériles, pero con muchos riesgos, otros animales lo pueden comer y incluso terminar al final el producto siendo consumido indirectamente por personas. Demasiado peligroso.
¿Qué hacer entonces? «Hay un problema y es que somos sociedades que han cambiado de forma recientes su relación con la naturaleza, que somos muy urbanos y nos sorprenden estas cosas, que pueda aparecer un oso en pueblo cerca de Oviedo, aunque el oso no hizo más que huir en cuanto se percató de la presencia de una persona. En Asturias tenemos buenas experiencias, que se pueden extender, de gente de pueblos que sabe lo que hay que hacer, que está más preparada porque ya les ha pasado que un oso se acerca a comer la basura, y están dando charlas y explicando a los vecinos de otros pueblos con los mejores métodos para que pueda haber una coexistencia», dijo el biólogo quien lamentó los mensajes más extremistas puedan polarizar el debate público impidiendo al final que se logren soluciones.
En mayo de 2021 se produjo en Asturias el primer ataque de un oso a un humano registrado en 30 años, es algo completamente inusual, se trabajó don denuedo en identificar al animal y las causas últimas de este encuentro, que fue fortuito por la noche en las inmediaciones de la población en Sonande, en Cangas del Narcea.