Sentencia para el asesino de Teresa Aladro: 31 años de prisión por matar a su exmujer de dos disparos en Laviana
ASTURIAS
El condenado, de 54 años, tendrá que indemnizar además a la familia de la víctima con 275.000 euros
07 jun 2024 . Actualizado a las 21:37 h.La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a penas que suman 31 años y cuatro meses de prisión al hombre juzgado por matar su esposa, Teresa Aladro, de dos tiros de escopeta en el concejo de Laviana en 2021. La sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia, después de que un jurado popular declarara el pasado 22 de mayo la culpabilidad del procesado, condena al hombre a 25 años de cárcel por un delito de asesinato en concurso medial con otro de allanamiento de morada y con las agravantes de parentesco y desprecio de género.
Además, le impone al condenado, de 54 años, dos años y medio de prisión por un delito de violencia familiar habitual, otros veinte meses por dos delitos de maltrato, ocho meses por otro de maltrato y un año y medio por un delito de acoso, mientras que le absuelve de tenencia ilícita de armas. El fallo también le impone el pago de indemnizaciones de 150.000 euros al hijo del matrimonio, de 75.000 euros al padre de la víctima y de 50.000 al hermano.
El crimen tuvo lugar el 22 de mayo de 202, en un piso de Pola de Laviana propiedad de los padres de la mujer al que ésta se había ido a vivir por los problemas de convivencia que mantenía con su marido y que la habían llevado a tomar la decisión de separarse. El fallo constata que el condenado mantenía una actitud dominante y controladora sobre su esposa, a pesar de conocer el malestar que ello le generaba, conducta que «realizaba movido por un sentimiento de superioridad y posesión sobre la misma, por el hecho de ser mujer».
Esta situación se incrementó tanto sobre la víctima como sobre su hijo desde que ella le comunicó su deseo de poner fin al matrimonio, tras lo que comenzó a someter «a ambos a un chantaje emocional, con el fin de que cambiara de decisión». El condenado creó una «atmósfera familiar insoportable de dominación», que motivó que su esposa precisara asistencia médica y farmacológica.
El día de los hechos, el condenado, que se encontraba en su domicilio con su hijo, salió de su vivienda de madrugada con «el firme propósito de acabar con la vida de su esposa», y, tras coger una escopeta que tenía escondida en una bolsa de deporte, se dirigió a la residencia de la víctima.
La sentencia relata que, una vez en su piso, se dirigió a su habitación «y eliminando cualquier posibilidad de defensa por su parte, sin mediar palabra alguna, de forma súbita e inesperada, apuntó y realizó dos disparos a corta distancia». El fallo recalca que el hombre actuó de esta forma «movido por un sentimiento de superioridad y posesión sobre la misma, como muestra de acto de dominación por el hecho de ser mujer» y ante su «firme voluntad» de poner fin a su matrimonio. Durante la vista oral, el hombre trató de defender que la muerte de su esposa se debió a un «infortunado accidente» en un momento en el que su objetivo era suicidarse de un tiro en la cabeza, informa Efe.