Así es «segunda vida» de innovación y vanguardia que se prevé para los pozos mineros asturianos
ASTURIAS
Las instalaciones cerradas tras el cese de la actividad extractiva de carbón podrían convertirse en un centro nacional de entrenamiento de rescates, un almacén de datos, plantas de hidrógeno verde o albergar invernaderos bajo tierra
09 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El cese de la actividad extractiva y el sucesivo cierre durante las últimas décadas de los pozos mineros de carbón ha supuesto para Hunosa, como propietaria de ellos, y para las cuencas, como territorio en el que se emplazan, tener numerosas instalaciones industriales generando costes eternos por la necesidad de mantenerlas que, sin embargo, a día de hoy, generan muy poca actividad y muy poco empleo. La previsión es que esto cambie en un futuro no muy lejano y los mismos pozos que en un tiempo albergaron una actividad tan tradicional como la minería, se conviertan en espacios en los que se desarrollen proyectos novedosos y vanguardistas. Es decir, los pozos tendrán una segunda vida por la propia idiosincrasia de los mismos, que los hace lugares ideales para albergar desde un centro de entrenamiento de rescates hasta un almacén de datos o invernaderos bajo tierra, además del potencial que aún tienen para ser generadores de energía.
Una prueba de los diferentes usos que se les puede dar a los pozos mineros se daba hace unos días cuando militares del Ejército de Tierra realizaban adiestramiento y prácticas de combate en las galerías del pozo Santiago, en Aller, un escenario único para un entrenamiento cuyo objetivo era adquirir conocimientos y destrezas en espacios confinados, con falta de luz, escasa ventilación y problemas para la orientación y las comunicaciones. Así, más allá de convertirse los pozos en patrimonio industrial susceptible de ser recurso turístico, se pueden aprovechar para desarrollar proyectos diferenciadores, como lo es el que los pozos Barredo y Fondón se hayan convertido en centrales de geotermia y se aproveche el agua de estas minas para proveer de calefacción y agua caliente a varios edificios, como el hospital Álvarez Buylla de Mieres, bloques de viviendas, centros de salud o complejos deportivos, entre otras instalaciones públicas.
Justamente para intentar aprovechar todos el potencial que aún pueden tener los pozos mineros ya cerrados, el pasado mes de febrero, el Gobierno del Principado, Hunosa y la Universidad de Oviedo impulsaban un protocolo de actuación conjunta con el objetivo de poner en marcha laboratorios de vanguardia en esos antiguos pozos mineros. En ese marco, presentaban varios de los proyecto principales con los que se pretende hacer pasar a Asturias de la minería del carbón a la del conocimiento. Y es que esa colaboración a tres bandas que escenificaban hace cuatro meses incluye proyectos tan singulares como un estudio sobre la habitabilidad de la Luna, el cual está previsto que se desarrolle en el pozo Santiago, en Aller, y con el cual se busca posicionar la región en la investigación espacial internacional. No obstante, las propuestas enmarcadas en el protocolo de actuación van más allá, ya que también contempla la instalación de laboratorios subterráneos y equipamientos científicos de altas prestaciones en Mieres y Aller, por ejemplo.
Algunos de los proyectos planteados hasta el momento que podrían dar una segunda vida a los pozos mineros serían los siguientes:
Planta de hidrógeno verde en el pozo Barredo (Mieres)
Uno de los proyectos planteados para aprovechar el pozo Barredo es el de la instalación allí de una planta de producción e investigación de hidrógeno verde. Además, Hunosa se compromete a realizar las labores de gestión y drenaje en la mina Mariana para el uso del agua en la producción de hidrógeno.
Centro de almacenamiento de datos en el pozo San Jorge (Aller)
La iniciativa contempla la instalación de un centro de proceso de datos en la sala de máquinas del pozo, que sería la base de la ‘nube asturiana’. Se trata de contar con una instalación singular que ofrezca soluciones tecnológicas, garantice la ciberseguridad y posibilite trabajar con inteligencia artificial, big data o el internet de las cosas (IoT) a la administración. Para este proyecto, la Agencia Sekuens cuenta con un presupuesto de tres millones vinculados al Fondo de Transición Justa (FTJ).
Laboratorio de habitabilidad de la luna en el Pozo Santiago (Aller)
El Principado daba a conocer en febrero que plantea una actuación singular en el pozo Santiago, en Aller. Se trataría de un laboratorio subterráneo en las viejas galerías cuyo objetivo sería abrir una línea de investigación disruptiva, relacionada con la industria espacial y centrada en la habitabilidad de la Luna, un ámbito en el que actualmente están despuntando proyectos en Estados Unidos y Europa. A este respecto, el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, explicaba que el planteamiento es crear un equipamiento de altas prestaciones donde se pueda trabajar en condiciones especiales sobre nuevos materiales, impresión 3D, técnicas de fabricación, producción de energía, farmacología, etcétera.
Centro de Entrenamiento de rescates en el pozo Santiago (Aller)
Otra propuesta planteada para el pozo Santiago es la realizada por el SOMA hace varios años de ubicar en el pozo Santiago un Centro Nacional de Entrenamiento en Rescates (CNeR) que permita buscar una mayor proyección en las competencias, habilidades y destrezas que en Asturias tenemos en materia de seguridad y prevención de accidentes. Este centro estaría vinculado a la Brigada de Salvamento Minero, cuya sede está ubicada en las instalaciones del pozo Fondón, en Langreo, de forma que además de ser un escenario en el que la Brigada pudiera entrenar, serviría para la capacitación y entrenamiento de equipos de rescate, unidades militares, y/o de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. El proyecto que plantea el sindicato permitiría simular escenarios reales de accidentes industriales, ferroviarios, derrumbes de edificios, rescates en altura, aeronaves, vehículos, etc.. Todo ello complementado con aulas, laboratorios, residencia y talleres, complementarios al ya existente túnel de Anes.
Invernaderos bajo tierra en el pozo Carrio (Laviana)
En el polo de innovación AgroCarrio, en Laviana, se plantea la instalación de invernaderos bajo tierra y superficies para probar nuevas técnicas de cultivo. El referente internacional de este proyecto es el programa Growing Underground, que aprovecha los bunkers londinenses de la Segunda Guerra Mundial en los que, a más de 30 metros de profundidad, se ha creado el huerto bajo tierra más grande del Reino Unido, donde se realizan distintos cultivos, se empaquetan y se comercializan.
Bombeo reversible en Nicolasa (Mieres)
Por el momento, el pozo Nicolasa, en Mieres, es el único que mantiene la actividad extractiva de carbón para abastecer a la central térmica de La Pereda. No obstante, cuando esta central inicie su transformación a central de biomasa, se dejará de sacar mineral de la última mina abierta de Hunosa. Desde el sindicato SOMA-FITAG-UGT se plantea que hay opciones para darle una segunda vida, como por ejemplo crear en Nicolasa una central de bombeo reversible que, además de generar energía renovable, permitiría mantener el empleo en esta instalación.