Cesáreo Marqués, presidente de la FAMPA: «La pandemia hizo mucho daño; mucha gente mayor se quedó en casa y tenemos que hacer que vuelvan a salir»

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Cesáreo Marqués, presidente de la FAMPA
Cesáreo Marqués, presidente de la FAMPA

«Debemos luchar juntos contra la soledad no deseada y a favor de un envejecimiento activo; la gente vive más tiempo y de forma más saludable y necesita todas esas actividades»

26 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cesáreo Marqués es, desde hace dos años, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas «La Mar», de Cudillero, y, desde el pasado 8 de mayo, el nuevo presidente de la Federación de Asociaciones de Mayores del Principado de Asturias (FAMPA), en sustitución de Dolores San Martín, que ha dejado el cargo para convertirse en presidenta honorífica. Se pone al frente del colectivo con la idea de continuar con la labor de su predecesora y de darle un nuevo impulso al cerca de centenar de asociaciones que lo integran. Llega con humildad, dispuesto a escuchar y hacer mucho caso a su junta directiva.

—Han sido 20 años de trabajo de Dolores San Martín y su equipo. Parece un buen punto de partida.

—La FAMPA tiene una base sólida muy potente. Ya desde la época de Lito, que fue el fundador, y luego la labor que continuó Dolores fue muy muy importante. Entonces, estamos trabajando ahora sobre bases muy sólidas. Dolores estuvo toda la vida dedicada a la federación. La FAMPA es Dolores y Dolores es la FAMPA. Antes de ser presidenta ya trabajaba en la FAMPA. Casi se puede decir que no tuvo otro mundo para ella. La labor que hizo esta mujer fue totalmente impresionante y es un ejemplo para los demás. Lo que vamos a hacer en esta nueva etapa, y ya se ha hecho una reforma de estatutos, es profesionalizar la FAMPA. Fue Dolores la que lo propuso. Las asociaciones nacieron con más voluntad que medios, pero la FAMPA es una entidad que tiene importancia y ahora tiene medios y empleados para estar a disposición de los asociados. Necesitábamos esa profesionalización y estamos trabajando ya en ello, pero con unos principios que no se van a abandonar nunca, evidentemente.

—¿Y qué me dice de su equipo?

—Yo sustituyo a Dolores pero la junta directiva es exactamente la misma que fue elegida hace un año por la asamblea general. En ese sentido, no hay ningún tipo de cambio, y vamos a continuar los tres años que nos quedan de mandato. Es una junta muy experimentada. Les dije «vale, soy el presidente pero soy yo el que tengo que aprender de vosotros, que lleváis aquí un montón de años, y yo llevo en esto dos, desde que cogí la presidencia de Cudillero sin saber de este mundo para nada».

—Dolores San Martín hablaba del problema de la brecha digital.

—La brecha digital no solo afecta a las personas mayores de 80 años. También hay gente jubilada más joven que está afectada por esto. Mismamente, entrar en Astursalud para pedir una cita médica necesitas el PIN permanente o el certificado digital; también para la declaración de la renta. Y después está la banca, que está cada vez más digitalizada. Los distintos gobiernos deberían tomar medidas. Los bancos cada vez te ponen más problemas y te acortan más el tiempo para hacer operaciones directamente allí. Pero la gente mayor quiere ir al banco. Entonces, si hago una transferencia vía telemática, es gratis, pero si voy al banco, me cobran. Es injusto. Y todas las oficinas que se están cerrando en la zona rural. Con lo cual obligan a la gente mayor a moverse más todavía.

—¿Y ve que la gente está por la labor de entrar en el mundo digital o les sigue costando hacerse a ello?

—Sigue costando, porque aparte está el problema de los fraudes. Si a la gente acostumbrada a andar en internet la estafan, podemos imaginarnos qué pasa con las personas mayores que no tienen esa práctica. Las estafas cada vez son mayores por internet. Cada vez son más ingeniosas y la gente tiene miedo.

—¿Qué destacaría de sus previsiones de futuro?

—Como decía, hay una junta directiva que tomamos posesión hace un año. Por lo tanto, las directrices están ya marcadas. No porque esté yo de presidente se va a cambiar nada. Dentro de esta línea, lo que estamos haciendo, y el año pasado ya se hizo, son jornadas de convivencia, reuniones con las directivas de las asociaciones por todas las zonas de Asturias, occidente, centro y oriente, precisamente para recopilar sus necesidades. El parón de la pandemia hizo mucho daño, hubo mucha gente mayor que se quedó en casa y tenemos que enfocar la política de la FAMPA para hacer que esa gente vuelva a salir, se vuelva a integrar. Luchar contra lo que llamamos la soledad no deseada.

—¿Y cómo piensan hacerlo?

—Tenemos que fomentar nuevamente las actividades. Posiblemente cambiar algunas de las que se estaban haciendo antes. Hay que tener en cuenta el tipo de gente que se incorporó a las asociaciones. Las hay con gente más joven, otras están más envejecidas. Después de la pandemia se podría decir que estamos en un periodo de análisis de la situación general. Estamos poniéndonos en contacto con todas las asociaciones, y vemos que las hay que lamentablemente perdieron muchos asociados y no tuvieron incorporaciones nuevas. En otras por suerte sí hubo ese cambio generacional. Creo que donde más se ha notado es en la zona rural, que tiene además el problema de la despoblación.

Junta directiva de la FAMPA
Junta directiva de la FAMPA

—¿Cuáles cree que son las mejores actividades?

—Algo que sirve para luchar contra el aislamiento y promover el envejecimiento activo son las excursiones. Yo lo estoy viendo en Cudillero. Gente que no salía se empieza a animar con las excursiones. Hay que buscar la convivencia, que la gente se vuelva a relacionar otra vez. Mucha gente me dice que las excursiones de cuatro días están muy bien porque son distintas a las del IMSERSO, porque en estas van y no saben con quién van. Sin embargo, al ir con gente del pueblo, hay personas que no se hablaban o apenas se saludaban que acaban teniendo mucha amistad. También los bailes ayudan mucho a esa interrelación. Salen parejas y todo. Es bueno que la gente conviva. Desde la FAMPA debemos promocionar todas estas cuestiones.

—Es una labor social importante.

—Sí. Estamos haciendo una labor social que al erario público le sale muy barata. Solo hay que pensar lo que cuesta un centro social público. En cualquier caso, debemos colaborar los centros sociales con las asociaciones. Tenemos la obligación de llegar al mayor número de personas. Debemos cubrir toda la población asturiana entre todos. Nosotros con casi cien asociaciones y la administración con todos los centros sociales que tiene. Debemos luchar juntos contra la soledad no deseaba y a favor de un envejecimiento activo que a la postre es lo que necesitamos. Ahora no es como antiguamente, cuando nuestros abuelos, que a los 60 años estaban muy envejecidos. Ahora la gente vive más tiempo y de forma más saludable y necesita todas esas actividades. La labor que estamos haciendo desde las asociaciones es importantísima. Hay que tener en cuenta que las juntas directivas están trabajando gratis. Hay un altruismo total y absoluto. Y después está el trabajo que estamos generando. Solo hay que pensar a lo largo del año los autobuses que estamos moviendo en Asturias, agencias de viajes, hoteles, sin olvidar los monitores a los que estamos contratando. Todo eso suma, y creo que la población en general no lo ve. Y nosotros tenemos la obligación de ponerlo en valor. Decirles que las personas mayores estamos cobrando una jubilación pero también seguimos generando riqueza. Si te paras a mirar todo lo que mueve la gente mayor, posiblemente son pequeñas cantidades comparado con otros sectores pero todo suma. El ejemplo fue la concentración del 4 de mayo en Gijón. Entre 3.000 y 4.000 personas, con los autobuses que se movieron y los restaurantes que teníamos controlados con 3.500 plazas para que la gente se quedara a comer en Gijón. Lo cierto es que tanto el Ayuntamiento como la Cámara de Comercio de Gijón se volcaron y les estamos muy agradecidos.

—El apoyo público es fundamental.

—Sí. Nosotros queremos colaborar con las administraciones y con todos los estamentos que podamos. Por ejemplo, vamos a firmar un convenio con la Cámara de Comercio de Gijón para que el 5 de agosto que se celebraba sin más el Día de las Personas Mayores, que se convierta en el Día de la FAMPA en la Feria de Muestras. Vamos a hacer un acto institucional en el salón de actos del palacio de congresos. Y todos los años haremos el Día de la FAMPA el primer lunes de la Feria de Muestras. Desde la federación tenemos que visibilizar a las personas mayores.