El madrileño que recauda fondos para buscar casa a personas sin techo planea comprar en Asturias

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El madrileño Javier Cascón, junto con Clara Valiente y María Menéndez, dos amigos suyas que le ayudaron a organizar la cata solidaria de chocolate en Oviedo
El madrileño Javier Cascón, junto con Clara Valiente y María Menéndez, dos amigos suyas que le ayudaron a organizar la cata solidaria de chocolate en Oviedo

El joven Javier Cascón trabaja para dar refugio a aquellos individuos que, por las circunstancias que sean, no tienen un hogar donde vivir. Ha adquirido ya dos viviendas en la capital y parte de esa financiación ha sido fruto de la solidaridad de los asturianos

17 may 2024 . Actualizado a las 09:31 h.

La solidaridad no tiene límites. Tampoco entiende de edades. Y si no, que se lo pregunten a Javier Cascón. Este madrileño lleva desde los 13 años dedicando su tiempo libre a mejorar la vida de aquellas personas sin recursos. Comenzó como voluntario en un comedor social y tras conocer de primera mano las realidades de estos individuos en situación de vulnerabilidad, decidió involucrarse aún más si cabía en la causa. Empezó a trabajar tenazmente para poder dar refugio a aquellos que, por las circunstancias que sean, no tienen un hogar donde vivir. Gracias a esa incansable labor ha conseguido adquirir ya dos viviendas en la capital y planea comprar una tercera en Asturias para que así los sujetos sin techo puedan «tener al menos una oportunidad de llevar una vida normal».

«Cuando acababa de echar una mano en los comedores sociales, a diferencia de mis amigos, que salían muy contentos, yo tenía la sensación de que esa ayuda era insuficiente, de que no había cambiado nada después de pasar un tiempo con esa gente. Yo realmente volvía a mi casa e iba a dormir tranquilamente calentito en mi cama, mientras que esas personas se quedaban en la calle», reconoce Javier. Al darse realmente cuenta de esa necesidad, de que «había que hacer algo más», el madrileño, tras comenzar sus estudios universitarios, decidió formar parte de una asociación a través de la cual hacían arte con las personas sin hogar.

De dar comida a formar a los individuos en riesgo de exclusión social

En estos talleres artísticos las personas con menos recursos daban rienda suelta a su imaginación. Pintaban cuadros que después la asociación se encargaba de vender a galerías de arte, hoteles, entre otros negocios. Con ese dinero recaudado la entidad social financiaba cursos de formación «para que no solo fuese dar comida o abrigo» a aquellos individuos sin hogar. «Queríamos que tuvieran muchas más oportunidades de salir de la situación en la que se encontraban», asegura el madrileño a sus 26 años.

Además de colaborar con dicha asociación, Javier Cascón formaba parte de otra entidad que llevaba la gestión de una casa donde vivían personas sin hogar y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Un proyecto en el que trabajó durante al menos tres años. En este tiempo, el de Madrid se dio cuenta de que este tipo de viviendas estaban «muy bien» pero al final «estaban llenas de individuos sin recursos y por tanto no había hueco para nadie más». Ante esta situación, y como lo suyo no es quedarse de brazos cruzados, su cabeza empezó a maquinar en busca de una idea para ayudar realmente a estas personas.

Un libro solidario para comprar viviendas

Y mientras se le ocurría qué podía hacer, fue escribiendo en un cuaderno sus reflexiones personales acerca de las diferentes realidades sociales, de por qué las personas hacemos ciertas cosas que verdaderamente no son importantes, así como lo que es significativo hacer «en los años que vamos a pasar en la tierra». Tras realizar estos razonamientos, el joven decidió recoger los mismos en un libro. Bajo el nombre de Amen sin tilde, el madrileño trata de cuestionar al lector, al mismo tiempo que le hace preguntas existenciales.

Con el dinero recaudado por la venta del ejemplar Javier Cascón financia la compra de viviendas para personas sin hogar
Con el dinero recaudado por la venta del ejemplar Javier Cascón financia la compra de viviendas para personas sin hogar

«Pincho un poco esas burbujas en las que a veces viven o vivimos los jóvenes y enseño otras realidades como las de que hay gente que está sufriendo y que nosotros con actos, por muy pequeños sean, podemos cambiar esa realidad», asegura Javier, sobre este libro que ha visto la luz hace tres años con el objeto de que todos los fondos recaudados sean destinados a comprar casas para aquellas personas sin hogar.

Cuatro individuos en situación de vulnerabilidad ya tienen casa

Gracias a este proyecto personal, dos mujeres en riesgo de exclusión social viven en un inmueble situado en la capital. También otras dos personas en situación de vulnerabilidad habitan en una vivienda adquirida hace unos meses por el joven madrileño. Y es muy posible que muy pronto alguien sin recursos pueda tener un techo donde dormir porque ya planea adquirir una tercera. Entre las comunidades que baraja para invertir se encuentra nuestra región. «Teniendo en cuenta los precios, en Asturias hay muchas ofertas», asegura.

La vivienda objeto de compra no hace falta que esté acondicionada, dado que él mismo se encarga de costear la reforma de la misma, pero si es apta para entrar a vivir, «mejor que mejor». «Las dos que ya compramos estaban prácticamente preparadas, solo tuvimos que arreglar un par de cosas», dice. A la hora de amueblar y decorar las mismas, todos los muebles y enseres proceden de donaciones particulares. «Simplemente por redes sociales, por amigos de amigos, nos han dado todo lo que necesitamos para las casas, no tuvimos que comprar nada y eso nos ha facilitado mucho».

Y aunque no es necesario que el inmueble este amueblado, sí que tiene que estar situado en una provincia con posibilidades, en la que haya realmente oportunidades de «encontrar un buen trabajo y hacer de algún modo una vida normal». También el madrileño necesita que en la región haya al menos una persona dispuesta a echarle una mano en todo el proceso. «Yo no voy a estar allí y como nuestra idea es que una vez que las personas que estén en el hogar se les acompañe a la hora de buscar empleo o con la reinserción social, necesito a alguien que lo haga», clama.

Alrededor de 60 personas participaron en la cata de chocolate solidaria celebrada en Oviedo
Alrededor de 60 personas participaron en la cata de chocolate solidaria celebrada en Oviedo

Además del dinero recaudado por la venta de sus libros, Javier Cascón organiza eventos solidarios para así poder financiar la compra de dichas viviendas. Una de estas actividades benéficas tuvo lugar el pasado mes de marzo en Oviedo, con la celebración de una cata de chocolate en La Biznaga con la que recaudaron más de 1.000 euros. «Quedamos muy contentos con la respuesta de los asturianos porque no solo conseguimos completar el aforo sino que además logramos que nos patrocinasen entre 12 y 16 marcas asturianas», asegura agradecido. Para llevar a cabo esta degustación contó además con la ayuda de tres amigas suyas, Vero, Clara y María, quienes le acompañaron en todo el proceso.

Dada la buena acogida, el autor de Amen sin tilde planea realizar otro evento solidario en nuestra región. «Nos han propuesto ya varias marcas hacer alguna otra actividad. Estamos viendo fechas y cuadrando para ver si es posible hacer alguna», afirma Javier, quien de esta manera y a cambio de nada cambia la vida de aquellas personas en riesgo de exclusión social. «No somos salvadores de nadie ni ángeles de la guarda sino que damos las herramientas necesarias a estas personas para que ellos solos salgan de esa situación en la que se encuentran porque al final no puedes decidir sobre la libertad de otra persona», resalta.

«Realmente ponemos las oportunidades delante y ellos deciden si dar el paso o no, si salir adelante y luchar por ello. Ofrecemos por tanto las posibilidades que tenemos y acompañamos un poco en todo el proceso, esa es verdaderamente nuestra visión», confiesa el madrileño, que seguirá centrando sus esfuerzos para desinteresadamente cambiar la realidad de aquellos individuos en situación de vulnerabilidad.