La ley de montes mantiene la posibilidad de quemar rastrojos y recoge sanciones de hasta 100.000 euros
ASTURIAS
La Junta General del Principado ha aprobado la norma, que incluye finalmente las principales demandas planteadas por las organizaciones agrarias
15 may 2024 . Actualizado a las 13:59 h.El pleno de la Junta General del Principado ha aprobado este miércoles una modificación de la ley de montes que finalmente ha incluido las principales demandas planteadas por las seis organizaciones agrarias asturianas, como el mantenimiento de la quema de rastrojos o ciertas limitaciones a la adecuación del régimen sancionador.
La toma en consideración de las modificaciones planteadas en la proposición de ley presentada por el grupo socialista e IU, fue finalmente consensuada con los populares, que han visto incorporada la mayor parte de las enmiendas que plantearon en la línea con las principales reivindicaciones planteadas por los sindicatos agrarios.
El texto recoge también las cuatro enmiendas presentadas por la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, que ha sido la única que ha votado en contra de la tramitación de esta ley en lectura única -la más rápida de las previstas en el reglamento- por no reintroducir el acotamiento para pastos de los terrenos quemados, eliminado en una reforma de esta misma ley en 2017. Los cambios introducidos en esta ocasión afectan a dos artículos relativos a la prevención y lucha contra los incendios forestales y a otros cuatro relativos al régimen sancionador y de infracciones.
El texto consensuado mantiene finalmente la posibilidad de quemar rastrojos, matorral o de cualquier otro producto que se realice en los terrenos incluidos en una franja de cien metros colindantes con los montes, previa autorización expresa de la consejería competente en materia forestal.
También considera como infracción leve, y no grave, que conllevan sanciones de hasta 100.000 euros, las repoblaciones forestales no sujetas a autorización en superficies de menos de dos hectáreas, y gradúa las sanciones en función de la de los daños que cada infracción provoque al monte.
A partir de ahora los planes anuales de prevención de incendios en la lucha contra incendios sean objeto de publicidad previa y se establecerá una franja de seguridad, al menos de 50 metros, en torno a núcleos urbanos, viviendas aisladas, gasolineras, parques industriales o gasolineras, que si sus propietarios no mantienen adecuadamente pueden ser objeto de una sanción grave.
Un paso más en la prevención de incendios
«Es un paso más para avanzar en la seguridad jurídica y para dotar a la administración mecanismos que permitan una política activa de prevención de los incendios de forma ágil», ha señalado el socialista Ricardo Fernández al defender unos cambios que, según ha subrayado, sirven para adecuarse a la normativa estatal y que apuestan por la prevención a la vez que respetar los usos tradicionales.
Desde IU, Delia Campomanes ha incidido en que servirá para hacer frente a la amenaza creciente de unos incendios que cada vez son más virulentos y que comprometen la seguridad de las personas, las infraestructuras y el medio ambiente.
«Entró un tigre sancionador y sale un gatín doméstico y de ello debemos estar orgullosos», ha señalado el popular Luis Venta en referencia a los cambios introducidos en la propuesta inicial de socialistas e IU que, en su opinión, era casi expropiatoria porque solo introducía castigos a los propietarios de fincas y montes.
Venta se ha mostrado satisfecho de que los cambios finalmente aprobados recogen la práctica totalidad de las demandas de los sindicatos agrarios y que si no hubiese sido así «hoy se estaría hablando de una expropiación encubierta porque eran desproporciondas las sanciones que se planteaban inicialmente».
Para la portavoz de Vox, Carolina López, el «gatín» al que se refirió el portavoz «sigue teniendo las uñas afiladas», a pesar de que introduce sólo unos cambios «de cara a la galería» con los que no va a mejorar la situación que llevó hace un año a que Asturias sufriera su peor ola de incendios, informa Efe.