Casi 22.000 mayores de 80 años tienen carnet de conducir en Asturias: «Si les quitas el coche les estás obligando a mudarse de casa»
ASTURIAS
La mayoría se concentran en zonas rurales donde el transporte a servicios como el supermercado o el centro de salud es más limitado: «Habría que plantear cursos de reciclaje, pero no se puede coartar a alguien que tenga una capacidad psicofísica adecuada»
13 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A 1 de enero de 2024 el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizaba en Asturias un total de 1,08 millones de habitantes, de los que 85.049 tienen más de 80 años. De todos ellos, 21.884 tienen el permiso de conducir en vigor (18.938 hombres y 2.946 mujeres), según datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Asturias. Es decir, el 25,7% de los mayores de 80 años conducen o, al menos, tienen la posibilidad de hacerlo. La mayoría se concentran en la zona rural y utilizan el coche para desplazarse hasta servicios básicos como el supermercado o el centro de salud. «Si les quitas el coche prácticamente les estás obligando a mudarse de casa», asegura Rubén Castro, presidente de la Unión de Empresarios de Autoescuelas de Asturias (UEAS).
La pregunta es clara: ¿conducir en edades avanzadas es una temeridad o una necesidad?. En muchos casos, ambas opciones son compatibles. Si bien las capacidades cognitivas disminuyen con el paso de los años, no por ello siempre impiden que una personas que supere, por ejemplo, los 80 años pueda ponerse al frente de un volante para llevar a cabo actividades básicas como ir al médico o hacer la compra. Y más en un contexto de dispersión geográfica como el asturiano. «Mientras cumplan con los requisitos médicos para ser aptos no hay que ponerles peros. Opino que no habría que complicarse con las edades, pero sí plantear cursos de reciclaje en cuanto a la señalización y las normas que van cambiando con los años», explica Rubén Castro, quien matiza que «no se puede coartar a alguien que tenga una capacidad psicofísica adecuada».
La normativa de tráfico va cambiando y no existe una actualización más allá de la que quieran tener los conductores por voluntad propia. «Eso sí es un problema», señala Castro: «Hay que reforzar la señalización porque las personas mayores que salgan de su zona habitual pueden llegar a coger el sentido contrario de la vía. No lo hacen queriendo, pero algunos no entienden las nomenclaturas de las vías». Como todos los conductores, los mayores tienen que pasar un examen psicotécnico para renovar su permiso de conducir. Es ahí donde se valora si son aptos o no para ponerse al volante. Laura Prida es la responsable de la Clínica Uría, uno de los puntos donde se pueden renovar los carnets de conducir: «Hace años se consideraba mayor a una personas que pasara de los 70 años, pero ahora tenemos clientes que superan los 90 y siguen conduciendo».
La normativa europea ha aumentado los plazos para la renovación de los permisos de conducir, pudiendo llegar hasta los cinco años de vigencia para mayores de 70 años cuando antes tenían que pasar un reconocimiento cada dos. «Nos encontramos a mayores de 80 que realizan bien todas las pruebas y por ley se le tendría que dar el permiso hasta los 85, por ejemplo», explica Prida, quien añade que a partir de los 70 años todos los conductores tienen que aportar un informe médico de Atención Primaria para renovar su permiso de conducir: «Muchos, por ejemplo, no saben para qué sirve la medicación que toman y puede ser incompatible con la conducción. Nosotros lo pedimos por defecto».
En el caso de que en el examen psicotécnico se detecten algunas carencia sí se puede poner algún que otro límite en el permiso de conducir. Una medida que es bastante habitual en Asturias y, sobre todo, aplicable a los conductores más veteranos. Según explica Prida, en la parte trasera del permiso de conducir pueden venir escritos algunos códigos numéricos que hacen referencia a las limitaciones que tenga el conductor y que en caso de incumplimiento sería motivo para una sanción administrativa. Desde la clásica corrección óptica hasta la necesidad de usar audífonos, limitación a una conducción diurna, restricción para entrar en la autopista, no superar un radio de entre 5 y 50 kilómetros o no rebasar ciertos límites de velocidad, entre otros. «La conducción acompañada sería la última restricción antes de una retirada de carnet. Aun así muchas personas mayores son conscientes de sus limitaciones y dejan de conducir mucho antes de que se les tenga que poner restricciones», explica Laura Prida.