La familia sacó al mercado el palacete hace seis años por cinco millones de euros
30 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Seis años después de ponerla a la venta, la familia Franco sigue sin encontrar comprador para «la Casina» de la Piniella, el palacete de 360 metros cuadrados enclavado en una finca llana de casi 300.000 metros cuadrados en San Cucao (Llanera). A la venta por 1,9 millones de euros, después de varias rebajas sobre el precio de salida de cinco millones de euros establecido en 2018, tiene dos plantas más bajocubierta, siete habitaciones, seis baños, una capilla y, en la enorme parcela, varias edificaciones como la casa de los guardeses, un garage en dos alturas, cuadra y hasta gallinero y palomar.
En la habitación principal del palacete, que se presenta como una «bonita casa de campo del siglo XVIII» en el portal inmobiliario de lujo en el que sigue a la venta, pasaron su noche de bodas el dictador Francisco Franco y su mujer, Carmen Polo, que heredó la propiedad de su madre. La casona asturiana, que mantiene el pesado mobiliario de madera y los objetos decorativos de antaño, fue residencia ocasional de verano de la familia durante la dictadura y el lugar en el que Franco se aficionó a la pesca del salmón.
Requiere de renovación, está situada a unos 15 kilómetros de Oviedo y, aunque se vende como «ideal para inversiones vinculadas a la hostelería y la restauración», no ha despertado interés en los seis años que lleva a la venta a pesar de la considerable rebaja en el precio y sus destacadas dimensiones.
La propiedad, que no es visible desde el exterior debido a la abundante vegetación de la finca, tiene un par de comedores y una cocina con pasaplatos hacia uno de ellos, mientras que los dormitorios se encuentran en la primera y última planta. La planta baja se divide en un vestíbulo, del que parte la escalera de castaño, a cuyos lados se sitúan los dos amplios comedores. El dormitorio principal, con dos baños en suite, doble orientación, y una galería abierta con vistas, se encuentra en la primera planta.
A la edificación, de planta rectangular, se accede mediante un paseo flanqueado por una hilera de árboles y vegetación. La fachada principal cuenta en la entrada con un porche sujeto por cuatro columnas, así como un gran escudo labrado en piedra en un lateral. La fachada posterior tiene una antojana en el piso bajo, que da salida a la zona de la cocina, y un corredor abierto con barandilla de madera en el primer piso.