Criogenizan a un fallecido asturiano para poder resucitarlo: ¿En qué consiste esta técnica?

¿Es posible volver a la vida después de morir? Esta es quizás la pregunta que más personas se han hecho en el mundo, sobre todo aquellas que tienen miedo a la muerte. Hasta la fecha, la ciencia ha refutado la posibilidad de resucitar. Sin embargo, existen varios proyectos experimentales que buscan hacer realidad este milagro. Y en uno de ellos participa un asturiano de 71 años. La familia de este langreano fallecido hace un mes ha decidido criogenizarlo. Pero, ¿en qué consiste este tratamiento?

Este asturiano es el quinto español en someterse a este tratamiento —también llamado criopreservación— que busca traer de nuevo a la vida a aquellas personas fallecidas. Para ello, será trasladado a uno de los centros más avanzados en esta tecnología en todo el mundo, la Fundación Europea de Biostasis al norte de Zúrich en Suiza, tal y como informa Antena 3. Su cuerpo será «congelado» durante al menos 30 años hasta que en un futuro puedan reanimarlo.

¿Cómo es realmente el proceso de criogenización?

Para poder llevar a cabo esta técnica es necesario que un profesional declare oficialmente la muerte del paciente. Una vez se certifica el fallecimiento de manera legal comienza el proceso de criopreservación. Los especialistas, de forma artificial, restauran la circulación sanguínea y respiratoria para que todos los órganos reciban el oxígeno correspondiente y no se dañen, con especial cuidado al cerebro que es el más sensible a la falta de aire. Es muy importante que esta reanimación cardiopulmonar se hacga poco tiempo después de fallecer el individuo.

Una vez que se asegura la oxigenación de los órganos vitales se debe llevar a cabo el proceso de congelación. Para ello, se enfría al paciente con un baño de agua helada o bien se le aplica hielo por todo el cuerpo. Tras conseguir bajar la temperatura corporal, se reemplaza su sangre por nitrógeno líquido con el objeto de poder preservar los órganos, tejidos y células, para que así tengan las mismas características en un futuro.

Enfriado ya el paciente, este debe ser trasladado con especial cuidado e ingresado en un centro de crioconservación, donde permanecerá a temperaturas de 196 grados bajo cero. De esta manera, su actividad biológica se parará y se conservará su estado sólido los años que sean necesarios hasta que los avances científicos y tecnológicos puedan reanimarle. Es decir, será «despertado» cuando en un futuro la enfermedad o causa de su fallecimiento tenga cura.

¿Cuánto cuesta someterse a este proceso?

El precio de la criogenización depende de las condiciones del tratamiento. Si solo se desea preservar el cerebro de un ser humano fallecido, el desembolso económico que habría que hacer sería de 12.000 euros. En cambio, si lo que se quiere es conversar el cuerpo completo, el montante asciende a los 200.000 si se realiza en Suiza. En Estados Unidos, por ejemplo, el coste total sería de unos 28.000 euros. Hay que tener en cuenta, que en determinados centros está incluido en el presupuesto la reanimación de la persona, mientras que en otros hay que pagar aparte por ello.

¿Es posible criogenizarse en España?

No, en nuestro país esta práctica no está permitida legalmente. La legislación española solo permite enterrar el cadáver o en su defecto incinerarlo. Y si hablamos de criopreservar, tan solo es posible «congelar» embriones o óvulos. Está incluso prohibido criogenizar órganos enteros.

Entonces, ¿dónde se criogenizan los cuerpos?

De momento solo se lleva a cabo este tratamiento en países como Estados Unidos, Alemania, Suiza, Holanda y Rusia. De todas las empresas que ofrecen este servicio de criogenización, la más importante de todo el mundo es Alcor Life Extension Foundation. Ubicada en Arizona, esta compañía sin ánimo de lucro ha utilizado ya esta ciencia para preservar a cientos de pacientes.

¿Quiénes son los otros españoles criogenizados?

Aunque aún no se sabe a ciencia cierta si este tratamiento permitirá resucitar personas, lo cierto es que son muchos los individuos que apuestan por este proceso. Medio millar de fallecidos, entre ellos cinco españoles, ya se han criogenizado y existen largas listas de espera de pacientes que confían en esta técnica experimental.

Además de este asturiano, hay otros cuatro españoles que permanecen a la espera de regresar del más allá. La primera persona de nuestro país en criopreservar fue una joven de 21 años que murió en 1999 a consecuencia de un paro cardíaco. A ella le siguió su abuela en el 2002 y ahora ambas se encuentran a la espera de resucitar en Alcor.

El tercer caso ocurrió en el año 2016, cuando un barcelonés falleció de un infarto en su propia casa. Desde entonces, permanece congelado en un centro de Alemania. La cuarta criopreservación tuvo lugar en el 2018, cuando un joven español decidió someter a este tratamiento a su padre, quien había muerto a causa de un cáncer de páncreas.

Todos y cada uno de estos pacientes esperan, en un futuro, poder volver a la vida y seguir disfrutando de la misma junto con sus respectivas familias. 

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