Villaviciosa, donde turistas y jóvenes ven la oportunidad de emprender en un lugar tranquilo: «Nos sentimos muy arropados»
ASTURIAS
El concejo llama la atención de visitantes que deciden abrir sus negocios e incluso mudarse definitivamente por sus posibilidades: «De los sitios que más nos gustan de Asturias, porque no está muy masificado»
30 abr 2024 . Actualizado a las 17:23 h.Villaviciosa, el concejo del oriente asturiano con más de 14.000 habitantes, es la ubicación elegida para que maliayos y personas de otras comunidades o países monten sus negocios. Desde el casco histórico con sus calles empedradas hasta el centro del pueblo, la oferta comercial y de servicios se ha diversificado en los últimos meses. Hace un año sus ciudadanos no tenían una librería a la que acudir en busca de las últimas novedades o un centro de entrenamiento personal donde conseguir sus objetivos de manera personalizada. Además, el concejo llama la atención de jóvenes maliayos que quieren emprender en casa, como es la tienda multimarca de Tamara Díaz, y también de turistas que ven en la villa una oportunidad de negocio y de vida, como la galería de Eliza Southwood.
Lo mismo le ocurrió Thierry Gaunis, un ciudadano francés de ascendencia asturiana. Recuerda que quiso «venir de paseo» y tuvo la suerte de encontrar la ubicación y el local perfectos en Villaviciosa. Se dedica al mundo de las antigüedades hace 30 años en Francia y quería ampliar fronteras y en un principio se decantaba más por el sur de España. El viaje que hizo al norte con su madre, nacida en Sama de Langreo, «fue por casualidad, tuvimos una mala experiencia en un alojamiento turístico y en el último momento encontramos otro aquí», cuenta. Esa anécdota fue lo que le hizo girar el rumbo y establecer su negocio en la villa: «Y por eso estoy ahora aquí con mis muebles».
Vive entre Francia y Asturias y para gestionar sus antigüedades pasa alrededor de 10 días al mes en Villaviciosa, el resto del tiempo la tienda la lleva una encargada. Thierry quiso presentar sus muebles de una manera diferente y enclavados dentro de su contexto: «los muebles no están expuestos, están presentados y metidos en situación, se puede ver cómo sería una cocina o una habitación con sus mesas y sus sillas, no están puestos uno sobre otro», explica. Esto lo consigue gracias a que El Mundo de las Antigüedades tiene más de 700 metros cuadrados, en los que puedes encontrar muebles, joyería, decoración o menaje del hogar de siglos pasados, entre innumerables reliquias. Como un vitral del Real Madrid que data entre 1909 y 1920.
Thierry comenta que la gente al enterarse de su idea le deseaba «suerte, porque aquí una tienda así es complicado», pero él destaca que «no contaban con que la iba a montar así, pensaban que iba a ser como las que puedes ver por ahí». Hasta el momento siente buena sensación y acogida: «cuando una persona viene, siempre la recomienda a sus conocidos».
Otro nuevo servicio para Villaviciosa es HS Strenght Studio, de Sergio Huelga. El joven pisó por primera vez el gimnasio cuando tenía 15 años porque «era una persona que no estaba a gusto con su físico», recuerda. Tras ver sus propios progresos y resultados, se interesó profesionalmente por este mundo formándose en Nutrición y en Acondicionamiento Físico para dedicarse a ello, aunque de pequeño «quería ser bombero, pero encontré esto, aunque no lo descarto en un futuro», comenta.
Comenzó asesorando a gente hace cuatro años y llegó un momento de «probar, porque llevaba mucho tiempo con ello en la cabeza, ¿por qué no lo iba a hacer?». Poco a poco consiguió su clientela fija y lo que le hizo dar un paso adelante fue el caso de un chico que quería entrenar presencial con él y «no costaba mucho ir al gimnasio de aquí y ayudarle», asegura. La gente fue viendo los progresos que tuvo ese chico de la mano de Sergio, lo que provocó un efecto llamada: «Empecé a tener más demanda de entrenamiento presencial y la gente que ya llevaba me decía ‘tienes que poner tú algo'».
Tardó en decidirse porque pensaba que la inversión económica inicial iba a ser «demasiado grande», pero la insistencia de sus propios clientes le hizo lanzarse y comenzó a buscar locales. Fue durante esta búsqueda cuando recuerda que se dio cuenta de que también podría de crear un centro de entrenamiento «más pequeño, más privado y para gente que se lo quiere tomar más en serio». Tras cerca de un año de darle forma a su negocio y encontrar el sitio adecuado, abrió sus puertas el pasado 14 de marzo en el concejo: «siempre tuve claro que iba a ser aquí porque hacía falta algo así en Villaviciosa».
Celebra que «la demanda fue brutal al principio y actualmente tengo prácticamente todas las horas completas». Se adapta a las necesidades de sus clientes con los horarios, planea entrenamientos privados o con grupos reducidos y todos son adaptados a los objetivos de cada persona. Destaca que cuando una persona viene y «quiere adelgazar muy rápido» intento explicarles que «no es saludable querer bajar mucho muy rápido, calmarles y que entiendan que no hay prisa y que un cambio físico es un proceso». En un futuro le gustaría ampliar su equipo «si la cosa va bien y si hay que cambiar de sitio, se cambia», asegura.
Otro negocio que amplía la oferta es el que abrieron dos amigas en Villaviciosa, IN.ZU Concept Store. La decisión fue una tienda de muebles y objetos porque «nos apetecía hacerlo y nos animamos a probar con algo que nos gusta», aseguran. El mundo de la decoración les llamó siempre la atención y a través de otra amiga se dieron cuenta de que en la villa «faltaba esta opción y había nicho», comentan.
Comenzaron en otro bajo pero afirman que «nos iba a quedar pequeño y en cuanto pudiésemos, sabíamos que nos íbamos a mudar». Cumplen un año el día 1 de abril y se muestran «muy contentas», además, el recibimiento que tuvieron fue positivo: «La gente nos dice que está contenta de que haya un negocio nuevo así». Una reacción que también observan con los turistas que llegan al pueblo, ya que para exponer en su tienda buscan «cosas que se salgan de la norma, que no sea fácil encontrar» y eso provoca el interés de la gente que pasea por la calle Sol, una cera peatonal que se cargó de vida en los últimos años gracias a los múltiples negocios que se emplazaron en ella.
Hace escasos meses la oferta cultural creció gracias a La Librería de la Villa, un nombre de lo más acertado ya que es la única. En pleno centro del pueblo, la Plaza del Ayuntamiento es donde Javier y Mónica tacharon un objetivo de su lista: «es un sueño que tenía aparcado desde siempre, pero nunca se dieron las circunstancias idóneas para ello hasta ahora». El turismo les hizo caer en Villaviciosa y «tras muchas vueltas por Europa, desde Londres cruzamos el charco otra vez a la península» para abrir su propia librería.
Tras muchas idas, venidas y búsquedas en diciembre de 2023 comenzaron su actividad. En un principio la idea era crear una librería con servicio de cafetería, pero lo descartaron, por el momento, por cuestiones ambientales del local, aunque no rechazan «poner una máquina de café y que la gente pueda leer», ya que una vez corrida la voz de que iba a existir esa opción «la gente viene y me dice '¿y el café?», bromean.
«De los sitios que más nos gustan de Asturias, porque no está muy masificado, es Villaviciosa», afirman. Gracias al constante crecimiento sin corromper la tranquilidad, los maliayos ahora pueden disfrutar de eventos culturales sin necesidad de desplazarse a otros concejos. El matrimonio madrileño planea ser anfitrión de presentaciones de libros, cuentacuentos o charlas culturales. Además, cumpliendo este sueño propio, han mejorado las opciones de los lectores: «el recibimiento fue fantástico, nos sentimos muy arropados y la gente está muy contenta, necesitaban una librería porque se sigue queriendo leer en papel», cuentan.
Villaviciosa creció mucho en el último lustro y es, en gran parte, gracias a las personas que se aventuran a crear negocios que amplían no solo la oferta de productos, si no también los servicios. Esto provoca, a su vez, que mejore la calidad de vida de los maliayos y llame la atención a más negocios que faciliten el día a día.