Jéssica González, madre de un niño fallecido con 9 años: «Lo malo es que fue consciente en todo momento de que se marchaba»
ASTURIAS
Hoy a las 12.30 se proyecta en el HUCA el documental «Manu», obra de la periodista Paloma Fernández Llera, basado en la vida de este pequeño de Soto del Barco al que le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda cuando apenas tenía 18 meses
19 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A Manu Barrera le gustaba la Guerra de las Galaxias. También el kárate, el fútbol y pasar tiempo con su familia. Era un pequeño que, durante el poco tiempo del que dispuso en este plano terrenal, enseñó a los que tuvieron la enorme fortuna de conocerle más que muchos eruditos con décadas a su disposición. Toda una lección de coraje, amor y bondad.
A este pequeño de Soto del Barco le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda cuando apenas tenía 18 meses. El 21 de agosto de 2018, a los nueve años, se marchó, no sin antes dejar un recuerdo imborrable en los que compartieron tiempo a su lado. La periodista Paloma Fernández Llera ha convertido la vida de Manu en una obra documental. Un proyecto sin ánimo de lucro rodado entre Soto del Barco y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que ha contado con la colaboración de la familia del pequeño, así como de diferentes profesionales sanitarios.
Hoy a las 12.30 se proyecta esta obra, titulada sencillamente «Manu», en el salón de actos del HUCA. A su término habrá una mesa redonda con el título «¿Qué nos enseñan nuestros pacientes para seguir mejorando?». En esa charla participa, precisamente, Jessica González Huerta, la madre de Manu.
Jessica nunca olvidará la llamada que, «en tres segundos», cambió «por completo» su vida, la de su marido, Manuel Barrera, y la del pequeño Manu. «Iba con Manu en coche y vi en la pantalla del móvil un número muy largo, pero le dije 'cariño, esta llamada tengo que cogerla, porque no me gusta nada'», explica.
La llamada era del HUCA y la citaban a ella y su marido para el día siguiente, a las 8 de la mañana. Un equipo médico quería hablar con ellos porque «le vieron algo al niño en la sangre». «Ahí ya se me acabó todo, claro, porque lo que le diagnostican es leucemia linfoblástica aguda», recuerda.
El primer ingreso de Manu en el hospital duró 62 días. Fue solo el primero de muchos. La madre del pequeño recuerda que aquellos días su marido y ella se sintieron «muy arropados», tanto por su familia, como por los amigos del pueblo, profesionales sanitarios, enfermeras, auxiliares, limpiadoras y resto del personal del centro sanitario.
Pese a todo, nada pudo evitar que «el peso» del letrero de la planta de oncología pediátrica cayera a plomo en su espíritu. «Mi marido y yo trabajábamos y a Manu lo cuidaban mi abuela y mi hermana», apunta Jéssica González. «Teníamos una vida muy formada, hasta con las vacaciones planificadas para el mes siguiente, en julio, y lo que menos pensábamos era que iba a llegar la enfermedad de nuestro hijo», añade.
«Tuvimos la suerte de que Manu murió como nosotros queríamos», explica. En efecto, el pequeño aguantó hasta el último momento en su casa y falleció en el HUCA, rodeado de sus padres y los médicos que lo habían tratado a lo largo de los años. «Lo único malo es que él fue consciente hasta el último momento de que se marchaba, porque incluso días antes quiso ir despidiéndose de gente», apunta.
Por lo menos pudo irse habiendo desfilado a hombros de su médico, Santiago Jiménez Treviño, disfrazado de soldado imperial en la jornada solidaria organizada en Los Quebrantos por la asociación 'Deporte vs Cáncer infantil', fundada por sus papás.
La idea de plasmar la vida de Manu en un documental surgió de Paloma Fernández, natural de San Juan de la Arena, durante la primera carrera solidaria contra el cáncer infantil. «'Esto es una historia que hay que contar', me dijo», rememora Jessica González.
Esta mujer considera que aún queda mucho por avanzar en la investigación y tratamiento de enfermedades como la que padeció su hijo. En este sentido, indica que Manu «no murió de leucemia, sino de unos tumores que desarrolló a raíz del trasplante de médula» que recibió de un donante 100% compatible.
«Tuvimos la mala suerte de que fue el primer niño en todo el mundo que desarrolló unos tumores propios de una persona mayor de 70 años, por lo que no sabían cómo tratarle», explica. Cree que, al igual que le dijo su médico cuando su hijo acababa de irse, «Manu vino a este mundo para enseñarnos a todos».
«A veces piensas que lo trajiste a este mundo para sufrir nada más, pero otras ves que, dentro de lo malo, intentamos hacerle la vida lo mejor posible. Conoció a los jugadores del Real Madrid, a Juan Mata, a Fernando Alonso, subió a un coche de bomberos, estuvo con los Cantajuegos, Cristiano Ronaldo se portó muy bien con él...», asevera su madre. «Fueron nueve años muy duros, pero con lo bueno que me quedo, aparte de toda la gente que tenemos alrededor, los que están y ya no están, es con la humanidad de los médicos», apunta.
«Yo tengo visto a los médicos sufrir no, lo siguiente, para sacar a esos niños adelante», concluye.