De Las Regueras al desierto, la pareja asturiana que repite en el «Chatarras Raid» en Marruecos

ASTURIAS

Maite Puente y Javier Olmedo regresan el 16 de marzo a una prueba que los cautivó el año pasado: «es impresionante y desde el primer día hay un ambiente de camaradería»

11 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La pareja formada por Maite Puente y Javier Olmedo, naturales de Oviedo y vecinos de Las Regueras, buscaba el año pasado una forma distinta de pasar las vacaciones de invierno, y decidió embarcarse en toda una aventura: el «Chatarras Raid», una travesía por zonas desérticas de Marruecos para coches de más de 15 años o todoterrenos de más de 20. La experiencia fue muy buena para ellos, tanto que este año han decidido repetir, y serán uno de los18 equipos asturianos inscritos en la prueba cuya primera edición de 2024 comienza el día 16 de Marzo.

«Es una aventura en sí misma, y además tiene una parte solidaria», que le da un valor especial, a juicio de Javier Olmedo. El año pasado, ellos fueron con un Peugeot 205 de 28 años y con más de 350.000 kilómetros encima, y su elección, a juzgar por los resultados, fue muy buena: «Salimos en coche de casa, llegamos a Marruecos, recorrimos allí casi 3.000 kilómetros y volvimos, y la única avería que tuvimos fue que se soltó un tornillo del capó y lo tuvimos unas etapas suelto hasta que nos lo apretaron».

Maite y Javier en Chatarras Raid 2023
Maite y Javier en Chatarras Raid 2023

¿Y por qué engancha el «Chatarras Raid»? La razón, según Javier, es doble. Por una parte, está el atractivo del desierto. Los paisajes desérticos son sobrecogedores, y sorprenden a quien los recorre. Entre otras cosas, porque son distintos a como uno se los imagina. «En el desierto te encuentras con cosas que merece la pena ver, es impresionante, y de hecho hay gente que el año pasado por ver cosas se desvió de la ruta y se perdió», explica Javier. Y en las etapas había zonas de paso de gran belleza, como la Ciudad de Orión —siete torres de barro que representan la constelación del mismo nombre, diseñadas por el alemán HannsjörgVoth—, la cárcel de los portugueses, una extraña montaña de formación circular con un cráter que no es de origen volcánico, o la duna de Merzouga, una formación arenosa que parecer una montaña.

La otra razón del atractivo del raid es el ambiente que se crea a lo largo de los seis días de la prueba. «Te juntas con gente totalmente desconocida, no sabes con lo que te vas a encontrar, y en seguida todas las dudas se convierten en gratitud», asegura Javier. «Si estabas en la arena, todo el mundo paraba a tu lado por si te tenían que echar una mano; se creó ese espíritu desde el primer día de colaboración y camaradería». Todos los días hay un campamento, y todos desayunan y cenan en cada sitio que paran, y ahí se desatan los comentarios sobre las aventuras, desventuras y vicisitudes de la ruta y hay una «gratitud hacia todo el mundo fantástica». Porque el lema de la prueba es que «El mayor premio es llegar», y ese valor acaba contagiando a todo el mundo.

Este año, Javier y Maite conducirán un Suzuki Gran Vitara con más de 20 años. Formarán parte de un gran contingente formado por 220 equipos, que llevarán hasta 82 modelos de vehículos de principios de siglo o de décadas anteriores, con modelos como la Citroën C15, el Peugeot 205, el Seat Ibiza, el Seat Marbella, el Volkswagen Golf o el Land Rover Santana.

La de este mes es la primera de las tres ediciones previstas para este año. Comenzará el día 16 en Castellar de La Frontera (Cádiz) y desde ahí saltarán al otro lado del estrecho para recorrer Marruecos a lo largo de seis etapas, recorriendo lugares emblemáticos y con Marrakech como destino final. Serán más de 3.000 kilómetros por escenarios como el desierto de Merzouga o la carretera más alta del norte de África, y todo este buen ambiente de colaboración se trasladá también a la población marroquí a través de la solidaridad.

Cada equipo hará entrega de un mínimo de 10 kilos de productos de primera necesidad al Banco de Alimentos, y la organización colabora también con asociaciones marroquíes dedicadas a mejorar las condiciones de escolarización de los menores. A lo largo de 2024, está previsto entregar más de 5.000 kilos de alimentos y más de 3.000 de material.

Maite y Javier en Chatarras Raid 2023
Maite y Javier en Chatarras Raid 2023

El hecho de que los coches tengan tantos años forma parte de la aventura, y también es una forma de fomentar el espíritu colaborativo, como asegura Javier Olmedo. «Vas con coches que, aunque lleven una mínima preparación, están muy viejos, y no es lo mismo conducirlos aquí, que puedes llamar a la grúa, que en medio del desierto; el caso es que todo el mundo se quedó muy contento porque cuando se les estropeaba el coche, esperaban y en una hora llegaba la gente de la organización y se lo arreglaban; lo que ocurre es que en Marruecos tienen un millón de repuestos, se buscan muy bien la vida y tienen unas habilidades tremendas para arreglarte el coche».

Las etapas son largas y cansadas, los pilotos recorren una media de entre 300 y 350 kilómetros diarios, o distancias algo más cortas cuando recorren tramos largos de desierto. Son muchas horas conduciendo por rutas incómodas, y eso se nota. «Mucha gente tiene la idea de que el desierto es todo arena, pero lo que más hay es piedra, es terreno muy duro en el que vas botando todo el tiempo», asegura Javier. Pero al final siempre merece la pena, porque el ambiente es muy bueno y cuando los pilotos se encuentran hay una comunidad muy bien avenida.

El raid se corre en dos tipos de aventura. La categoría «Domingueros», que es la que han elegido Maite y Javier, donde la organización proporciona una aplicación que marca el rumbo en todo momento, y «Tronaos», en la que los equipos tiene que ir con un libro de ruta y buscar unos puntos de paso para guiarse. El año pasado, según Javier, los equipos que eligieron esa categoría «lo pasaron fantástico, y eso que algunos de ellos se perdieron, no un poco sino hasta 200 kilómetros». Pero, cualquiera que sea la modalidad, el apoyo y la camaradería están por encima de todo lo demás.

Por eso la pareja asturiana repite este año. Ya lo tienen todo listo para adentrarse en el desierto y vivir una aventura que, seguramente, les costará olvidar.