El último episodio de elevada contaminación del aire obligó a activar el nivel más alto en la capital asturiana
07 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La activación del protocolo por contaminación en Oviedo, Gijón y Avilés durante la semana pasada por parte del Gobierno asturiano llegó a su máximo nivel —el nivel 2 de alerta— en el caso de la capital de Asturias, que implicó que se adoptasen medidas como reducir en un 40% el precio del billete del transporte público urbano para fomentar su uso, que se prohibiese el tráfico de vehículos pesados o que incluso se paralizase la demolición del puente de Ángel Cañedo para no empeorar aún más la calidad del aire.
Este nivel máximo por la contaminación de la atmósfera ya se había activado a finales de 2018 también en Oviedo, Siero y las cuencas mineras en otro episodio que, como esta ocasión, coincidió con una época de escasas o nulas precipitaciones. Las lluvias, según las previsiones meteorológicas, llegarán a partir de este jueves a Asturias y ayudarán a mejorar la calidad del aire que se viene respirando sobre todo en Oviedo, donde no existe un protocolo municipal como en Gijón para abordar estos episodios de contaminación elevada más allá de las medidas que contempla el plan anticontaminación del Gobierno asturiano.
Y más teniendo en cuenta, según los datos oficiales de las mediciones recabadas en 2023, registró peores datos de contaminación que Gijón. «Sorprendentemente Oviedo, que es el primer sitio de Asturias en contaminación de benceno, de partículas de menos de 2,5 micras (PM2,5) y dióxido de nitrógeno (NO2), no tiene un prococolo fijo como Gijón, donde hay conciencia de vivir en un sitio contaminado y donde los vecinos se movilizan por ello», explica Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, en la que analizan a diario los datos de las estaciones que miden la calidad del aire en el Principado y advierten de las consecuencias de la contaminación en la salud de las personas teniendo en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tampoco tienen un protocolo municipal de contaminación en Avilés, en cuya comarca, según señala Pontigo, se sitúa la estación con los peores datos de contaminación de partículas no ya de Asturias, sino de España. Es la estación móvil que el Gobierno asturiano tiene situada en Castrillón, en zona industrial, en San Juan de Nieva, que en 2023 «dio el doble más que el resto de las estaciones de Asturias en partículas», indica Pontigo, que no pasa por alto que las estaciones que peores valores han ido registrando en Avilés y comarca en los últimos se han ido eliminando o cambiando de sitio.
En todo caso, puede sorprender que estaciones que miden la calidad del aire en Oviedo registren valores más altos de contaminación que las de Gijón, «que ya no es peor en nada». Pontigo explica que, a pesar de la mejoría de la calidad del aire en la ciudad, se sigue teniendo un problema con los niveles de las partículas en suspención de menos de 10 micras (PM10), aunque solo una estación, la provisional del Arbeyal, registró 35 días de superaciones de los valores límite diarios recomendados por la OMS.
Los valores recomendados por la OMS, tanto las medias anuales como las medias diarias, de los contaminantes que se controlan son menos de la mitad de los establecidos por la mucho más laxa legislación ambiental, aunque en la Unión Europea se viene planteando actualizar la normativa con unos valores límite y valores objetivo más próximos a las directrices de la OMS, que viene advirtiendo de que la contaminación del aire provoca un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y cardiopatías.
Los contaminantes en Oviedo y Gijón
Si se compara la contaminación registrada en las dos principales ciudades asturianas en 2023, Gijón solo supera a Oviedo en el caso de las PM10. En Oviedo son nueve las estaciones que miden la presencia de este contaminante y todas superaron los niveles que en la OMS se consideran seguros para la salud de las personas. Los peores datos se registraron de nuevo en la de Trubia, con una media anual que duplica la recomendada por la OMS y 18 días en los que se superaron los valores límite recomendados. En Gijón, con 17 estaciones que miden este contaminante, también todas superaron los valores límite recomendados por la OMS y las que peores medias anuales tuvieron fueron la ya mencionada del Arbeyal, que registró una media algo mayor a la de Trubia y 35 días de superaciones, y la de La Calzada, con la misma media que la de Oviedo.
Otro peligroso contaminante es el benceno, cuya exposición prolongada se asocia con determinados tipos de cáncer como la leucemia y del que la OMS no recomienda ningún nivel seguro de exposición. La estación asturiana con peores valores de benceno fue la de Trubia, en Oviedo, que registró una media anual de 2,7 µg/m³. La segunda peor fue la del Arbeyal, en Gijón, con 1,82,7 µg/m³.
Más peligrosos para la salud aún que las PM10 son las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) que, por su tamaño, tienen mayor capacidad de penetración en las vías respiratorias. En Oviedo miden este contaminante cuatro estaciones, todas superaron en algún momento del año los valores recomendados por la OMS y la que peores registros tuvo fue la de Ventanielles, cuya media anual en 2023 triplicó los valores límite recomendados por la OMS y que registró hasta 113 días en los que se superaron los niveles recomendados. Otra estación de Oviedo que registró valores elevados de estas micropartículas fue la de Las Caldas, con una media anual que casi duplica la recomendación de la OMS y con 31 días de superaciones de esos valores límite saludables.
En Gijón son ocho las estaciones que miden la presencia de partículas PM2,5 en el aire y todas superaron los valores recomendados por la OMS, aunque los peores datos se situaron en la móvil del Arbeyal, que estuvo operativa 241 días, de los que 90 registró superaciones.
Y, en el caso del dióxido de nitrógeno (NO2), cuya exposición prolongada está asociada por ejemplo a infecciones pulmonares e insuficiencias respiratorias, la estación de Ventanielles tuvo los peores datos de las que miden este contaminante en Asturias con una media anual 2,5 veces superior al valor saludable y 152 días de superaciones de los valores diarios recomendados. En el caso de Gijón, la estación de Pumarín fue la que peores datos registró, duplicando la media anual límite y superando hasta en 98 días los niveles diarios recomendados