
Natalia Ruiz Díaz, asturiana afincada en la capital, celebra en una sidrería de la capital una versión reducida de esta cita gastronómica y femenina
05 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Natalia Díaz Ruiz, madre de dos hijos nacida en el concejo de Siero, vive en el barrio de Los Metales de Madrid, donde trata de hacer piña con otras mujeres que están en situación parecida a la suya: empresarias y autónomas enfrascadas en proyectos y necesitadas de comunidad. Junto con otra Natalia, de apellido Alcolado, a la que conoció precisamente en el entorno escolar de sus hijos, ha creado el movimiento «Aftermother», en el que las mujeres se juntan cada cierto tiempo para compartir experiencias.
Su proyecto comunitario cuadra perfectamente con una fiesta asturiana, Les Comadres, que se remonta a siglos atrás. Aunque su origen sigue siendo incierto, la tesis más aceptada es que viene de las Matronalias, fiestas que celebraban en la antigua Roma las mujeres casadas en honor de la diosa Juno, hacia principios del mes de marzo. La celebración se mantiene en Pola de Siero desde tiempos inmemoriales, convertida en una fiesta gastronómica, y en las últimas décadas del siglo pasado resurgió con fuerza en varios municipios del resto de Asturias con un sentido mucho más cercano a su significado originario: un encuentro festivo entre mujeres.

Las dos vertientes, la gastronómica y la de reivindicación femenina, confluyen por primera vez en Madrid gracias al movimiento Aftermother. «Pensé que sería buena idea aprovechar para juntarnos el día de Comadres y hacer una fiesta asturiana; es una fecha muy significativa», relata Natalia Díaz. «El origen de Comadres es precisamente eso, mujeres que se encuentran, que buscan su espacio, que es lo que hacemos nosotras», explica.
Porque, de hecho, la propia definición oficial de «Aftermother» parece inspirada en el espíritu de la fiesta asturiana. El movimiento se define como «ese mágico momento cuando las capas de ‘supermamá’ se cuelgan en el armario para dar paso a charlas, risas y quizás una copa o dos. Es un encuentro clandestino de madres que, tras jornadas maratonianas de malabares, se reúnen para recuperar su primer nombre, contar anécdotas que van desde lo cómico hasta lo caótico, y brindar por sobrevivir a otro día de maternidad».
La fecha de Les Comadres, acomodada al calendario cristiano, se celebra todos los años el jueves anterior al miércoles de Ceniza. Se convierte, entonces, en una previa del Carnaval, que desde siempre ha sido un canto al exceso justo antes del recogimiento de la Cuaresma, que comienza precisamente el miércoles de Ceniza. Este año, la fiesta se celebra el jueves 9 de febrero, que es la que Aftermother convertirá en un homenaje a la tierra asturiana en territorio madrileño.
¿Y cómo serán Les Comadres en Madrid? Como mandan los cánones asturianos. Habrá, en primer lugar, bollos «preñaos», que son el producto estrella en la fiesta de Pola de Siero, y también otros muchos productos de la tierra. Y tampoco faltará, como es lógico, la sidra. Las mujeres de origen asturiano tendrán ese momento de conexión con su tierra, y las de otras latitudes conocerán de primera mano, si no lo habían experimentado ya, lo que significa participar en una espicha.

Las grandes ciudades son lugares donde se dan grandes oportunidades, y Madrid es uno de esos sitios donde recala la gente en su busca. Sin embargo, la contrapartida está en que, en muchas ocasiones, como explica Natalia Ruiz, «vives fuera de tu soporte familiar». La red de apoyos con la que se cuenta en los lugares de origen desaparece y hay que buscar nuevas conexiones. Es lo que han querido hacer estas mujeres emprendedoras: crearse su propia red, generar sus propias sinergias.
Son, podría decirse, Comadres del siglo XXI, y el jueves se reunirán para celebrar la que, seguramente a partir de entonces, se convertirá en una de sus fiestas canónicas.