La pareja holandesa que huyó del calor para criar oveya xalda en Asturias: «Nos sentimos muy en casa»

ASTURIAS

Cecilia Van Berkun y Tom Boves, holandeses afincados en Triongo, en el concejo de Cangas de Onís.
Cecilia Van Berkun y Tom Boves, holandeses afincados en Triongo, en el concejo de Cangas de Onís.

Cecilia Van Berkun y Tom Boves, afincados desde 2012 en La Alpujarra, decidieron trasladarse al Norte atraídos por los paisajes y por un clima más amable

29 ene 2024 . Actualizado a las 18:25 h.

Cecilia Van Berkun y Tom Boves son vecinos de Triongo, en el concejo de Cangas de Onís. Holandeses de origen, recalaron en Asturias atraídos por los paisajes y por el clima. Pero su historia comienza años atrás. En La Alpujarra, la tierra andaluza que visitaron en los años noventa del siglo pasado, procedentes de Maastricht, y de la que se se enamoraron al instante.

Su enamoramiento llegó hasta tal punto que en 2002 compraron una finca y, poco a poco, fueron construyendo una casa que, a partir de 2012, se convertiría en su hogar. «Nunca habíamos buscado emigrar», asegura Cecilia. El caso es que estuvieron unos cuantos años allí, pero las cosas cambiaron bastante desde que se instalaron. «La Alpujarra que conocimos estaba verde, era un vergel, con fruta por todos los lados y agua, y desde que construimos la casa hubo cambios, la sequía se notó mucho, se secaron las fuentes, pero no solo fue el cambio climático, también el envejecimiento de la población y que los jóvenes se iban a la ciudad; el uso de la tierra cambió mucho. Todo esta más seco» relata Cecilia.

Ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves en Triongo
Ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves en Triongo

Hasta que, llegado un momento, el calor era difícil de soportar. «Yo no soy del sur de España, y me he dado cuenta de que, para funcionar bien, tengo que estar por debajo de 27 grados», explica. El caso es que el calor empezó a apretar cada vez más y durante cada vez más tiempo. Lo que antes eran cuatro meses en torno al verano, ahora son ocho meses al año. Tenían que estar dentro de casa esos ocho meses a causa del calor, y su calidad de vida bajó. «Todavía nos queremos mucho la zona y tenemos amigos allí, pero personalmente yo no estaba bien».

Entonces, empezaron a buscar otro sitio a donde ir. ¿Y por qué eligieron Asturias? Muy sencillo. Buscaron por internet paisajes verdes en España y entre ellos apareció, como no podía ser de otra manera, el Principado. Las fotos les gustaron mucho y decidieron visitar la región. «Yo no lo conocía de nada. Fuimos a ver cómo estaba en 2016 y nos enamoró». Decidieron, entonces, buscar un sitio para instalarse en Asturias. Tenían que dar con una finca adecuada, suficientemente amplia, que acogiera a la pareja y a sus tres perros, y también alejada del mundanal ruido. Miraron por toda Asturias, llegaron a visitar unas 50 fincas hasta que finalmente dieron con la de Triongo.

En realidad, la finca está menos alejada de lo que lo estaba la de La Alpujarra, porque «en Asturias todo está más cerca, a no ser que vayas al Suroccidente». Pero, aun así, aunque Triongo está cerca de la carretera Nacional 634, «la carretera no se nota». Y desde un principio les gustó mucho Arriondas, que está muy cerca de su casa. Encontraron que era «un pueblo con buena atmósfera».

Oveya xalda, la raza asturiana, ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves
Oveya xalda, la raza asturiana, ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves

Una vez instalados, la decisión de criar oveya xalda, la raza asturiana, llegó de forma muy natural. Habían adquirido una finca con cuatro hectáreas de pastos y tuvieron que plantearse qué hacer con los terrenos. Entonces, surgió la idea de las ovejas y decidieron que criar una raza asturiana era «una buena manera de enraizar mejor todavía en la zona, y también para apoyar un animal en peligro de extinción». Así lo hicieron. No fue una decisión económica, porque no podrían vivir de sus ovejas. Pero están contentos de haberlo hecho. Tienen unas 50 cabezas, de las que comercializan tanto la carne como la lana.

A Cecilia Van Berkun le encanta la lana que dan sus ovejas. «Es muy especial, me encanta; por todo el mundo hay hiladores y gente que hace manualidades, y este es un recurso especial que la gente no conoce», asegura, aunque subraya que «hay gente en Asturias que está poniendo en valor un poco más la lana, que hacen ovillos».

La decisión ha resultado ser buena en todos los sentidos. «Estamos en el pueblo muy bien; nos sentimos muy en casa», asegura. «Los asturianos son muy abiertos y muy amables, es muy bueno socializar con ellos, y están siempre ayudándonos».

Ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves en Triongo
Ganado de Cecilia Van Berkun y Tom Boves en Triongo

Sin embargo, aunque el clima es más suave que el de La Alpujarra, no deja de notarse el cambio de las temperaturas al alza y la disminución de las lluvias. Uno de los retos que se les plantea es cómo pueden manejar el ganado y los pastos para poder seguir, porque no siempre están en las mejores condiciones. «Este verano hemos tenido todos los pastos en amarillo, aunque ahora hay un poco de agua, y está la bendita niebla; la gente quiere sol, pero es necesaria, nos viene muy bien». Otro de los retos es conseguir sombra para los animales en verano.

Y el más importante, conseguir que otra gente siga sus pasos. «Tenemos que ayudar al campo, necesitamos gente aquí». Quieren que otros sientan, como ellos sintieron, la llamada del campo asturiano.