El organismo resuelve los expedientes en menos de un mes
26 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El año pasado, casi un millar de asturianos tuvieron que recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para cobrar los salarios o indemnizaciones por despido que sus empresas no les habían abonado, bien por insolvencia, bien por un proceso concursal. La estadística oficial señala que se abonaron 997 prestaciones en el Principado, relacionados con 308 empresas y entre salarios e indemnizaciones sumaron más de 12,3 millones de euros.
La cifra supone un rebaja de las prestaciones abonadas en el ejercio anterior, en 2022 se registraro 1.449 por valor de 13,9 millones de euros, Asturias se encuentra entre las comunidades con un mayor desembolso medio por persona, junto a Galicia, Navarra y el País Vasco (y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla).
La explicación a ese incremento hay que buscarla en el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), que además de mejorar las condiciones retributivas de más de dos millones de trabajadores en activo ha elevado también los pagos del Fogasa. Y es que el organismo no cubre el total de la deuda contraída por las empresas con sus empleados, sino que responde hasta un tope vinculado a ese salario de referencia.
Así, en el caso de los sueldos, existe un doble tope, ya que la compensación máxima por jornada de trabajo no abonada por el empresario se fija en dos veces el SMI diario (incluido el prorrateo de las pagas extras), lo que en la actualidad supone que el organismo abona un máximo de 83,84 euros por día. Y luego la cobertura se limita a 120 jornadas, por lo que el importe máximo a percibir por salarios adeudados es de 10.060,8 euros en total. En el caso de las indemnizaciones, el Fogasa cubre como mucho una anualidad de salario, pero con el mismo límite diario que en el caso de los sueldos, por lo que el importe máximo que se puede percibir en la actualidad es de 30.601,6 euros.
Estos umbrales aumentarán en las próximas semanas, cuando el Consejo de Ministros apruebe formalmente la subida del salario mínimo pactada ya por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, que supondrá un incremento del 5 % que luego se trasladará a los topes indemnizatorios del Fogasa.
Estos aumentos benefician especialmente a los trabajadores con sueldos más elevados, que aunque tuviesen una deuda reconocida de importe alto chocaban con el muro de las cuantías máximas legales, que limitaban el importe percibido finalmente.
Pero esos umbrales máximos han registrado una subida cercana al 50 % en apenas cinco años, coincidiendo con el mayor incremento histórico del salario mínimo. Así, si en el 2018 el Fogasa cubría algo menos de 20.850 euros en concepto de indemnizaciones, hoy el máximo ya supera los 30.600 euros y dentro de una semanas, cuando el alza del SMI llegue al Boletín Oficial del Estado, superará los 32.100 euros.
Plazos más breves
Pero la subida de los importes cubiertos no es la única mejora que habrán notado aquellos ciudadanos que en los últimos años hayan tenido que recurrir al Fogasa. Aunque cobrar del organismo sigue siendo una pequeña odisea burocrática, por todos los trámites administrativos y judiciales que hay que hacer antes de poder acudir al organismo para cobrar los salarios o indemnizaciones pendientes, el tiempo de espera desde que el expediente entra en el Fogasa hasta que se resuelve y se ordena la transferencia es ahora de pocas semanas. Nada que ver con los meses y meses de espera que se vivieron en los peores años de la crisis financiera, cuando el colapso de expedientes obligó a subcontratar a Tragsa para acelerar la tramitación de solicitudes.
Ahora, el tiempo medio de resolución en Asturias es de 17,3 días, según los datos de 2023, por lo que en la mayoría de los casos los trabajadores pueden cobrar en el mismo mes en el que presentan su solicitud.