Asturias priorizará las comunicaciones en la agenda de una cita en la que estará la comisaria europea de Cohesión y Reformas
17 ene 2024 . Actualizado a las 14:05 h.La primera piedra de la Macrorregión Atlántica, un modelo de asociación reconocido por la UE que quiere agrupar los intereses de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco en España junto a la región del norte de Portugal y Aquitania en Francia, se presentará el próximo 2 de febrero en Oporto, en la organización de la cita han tenido un papel crucial las cámaras de comercio de las diferentes regiones y contará con la participación de la comisaria europea de Cohesión y Reformas, la portuguesa Elisa Ferreira.
La macrorregión permite priorizar los proyectos en la tramitación de iniciativas en los no siempre bien engrasados engranajes de la UE, representan a más población que las regiones por su cuenta y funcionan con un modelo promocionado por la unión para la colaboración transfronteriza. Cada cual tiene sus peticiones para sumar al común, las dos primeras bazas que postulará Asturias serán las comunicaciones: además del desarrollo del Corredor Atlántico, podrán sobre la mesa la conexión por vía férrea de los principales puertos de la cornisa cantábrica así como un corredor de cargadores eléctricos que pueda dar servicio tanto para camiones como para turismos.
En la agenda de la organización portuguesa, a la que ha tenido acceso este periódico, se recoge la inauguración a cargo del presidente de la patronal del país luso, y luego con la comisaria europea y la ministra de Cohesión en Portugal. A los vecinos de la cara oeste de la península ibérica les interesa promover la punta atlántica de la península como un gran polo continental alrededor de la energía eólica y todo lo necesario, desde las ingenierías a la fabricación de materiales, para su despliegue; en Galicia y en Asturias quieren tender redes a esa iniciativa, Cantabria quiere lograr mejor encaje el corredor y País Vasco garantizar las conexiones por alta velocidad a Francia. Por si solas serían ya avances poderosos, pero juntas, de cuajar, las posibilidades que abre son una multiplicación exponencial de actividad.
¿En qué consiste? Las macrorregiones son grupos transnacionales que buscan estrechar lazos entre regiones de diferentes estados miembros (incluso permite que pueda extenderse a regiones de terceros países, fuera de la UE) y que actúan como un lobby. No tienen capacidades ejecutivas, la Unión Europea al fin y a cabo es un club de estados, pero sí son capaces de tener bastante más peso en los complejos procesos que pueden llevar a una iniciativa a ser aprobada en un foro de jefes de gobierno. Sus intereses se defienden mejor porque son grupos estructurados, que están recogidos en los reglamentos de la unión. En la actualidad hay cuatro: son las del Báltico, Danubio, la del mar Adriático-Jónico, y la de los Alpes.
En los trabajos para analizar las fortalezas y debilidades de cada territorio de esta macrorregión, las conclusiones para Asturias apuntaban a ofrecer «capital humano», el nivel de formación de la población asturiana es bastante elevado, en educación terciaria y a lo largo de la vida, con porcentajes superiores a la media de la UE. En el debe la demora en la reindustrialización de sectores para disminuir la dependencia exterior. el reto del crecimiento del turismo.y cómo las empresas deben aumentar su tamaño, «atraer nuevas empresas en sectores emergentes», pero también con una llamada de atención a la administración para reducir la burocracia y sacar partido a la configuración del área metropolitana.
La base institucional sobre la que se lanzó la propuesta se basó en la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas, una asociación de larga trayectoria (de décadas) dentro de la UE, que cuenta con los parabienes de organismos comunitarios, y a la que Asturias paga su cuota religiosamente desde que forma parte de ella.
Dentro de las regiones que forma parte de ese arco atlántico están las españolas del Cantábrico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) junto a Navarra y Andalucía. Pero también de Portugal (Norte, Lisboa-Valle del Tajo y Alentejo); de Francia (Aquitania, Pays de la Loire y Bretaña); de Irlanda (la asamblea regional noroeste) y dentro del Reino Unido, ya fuera de la UE, Gales.
El Corredor Atlántico es un diseño, un trazado de comunicaciones que es considerado estratégico por la Unión Europea. A diferencia del Mediterráneo, que está mucho más avanzado y tiene cerrada la conexión de la península ibérica con Francia por Cataluña, en el enlace del norte París es mucho más reticente. El gobierno galo ha declarado de forma explícita en varias ocasiones su deseo de postergar la conexión por el País Vasco (inicialmente prevista para 2030) hasta casi mediados de siglo, hasta al menos 2046, no antes de que haya cerrado sus conexiones nacionales por alta velocidad con Toulouse, que considera prioritarias. Esta demora ha disgustado a la Unión Europea y también hizo saltar las alarmas en las comunidades del norte de España y de Aquitania, que no quieren verse relegadas. Ha sido un impulso que les ha ayudado a tejer alianzas para aunar esfuerzos.
La oportunidad de la Variante
En lo que respecta al tráfico de mercancías, la gran oportunidad de Asturias con la apertura de la Variante de Pajares es que se convierte en la línea más rápida desde el nodo radial de Madrid, así se ha diseñado el país, hasta el mar Cantábrico y con él, al Arco Atlántico. «Nosotros vemos que puede haber una oportunidad en la combinación de transporte marítimo de corta distancia y ferroviario a través de trenes multicliente, para poder sumar pequeñas capacidades», destacó Joaquín Menéndez; experto en logística de La Luna Shipping, quien insistió en los factores clave para que este modelo sea rentable: la regularidad, se trata de producciones amplias que requieren un movimiento de envíos constante; y o por otro lado las largas distancias, y esto es clave el balcón que es ahora Asturias para asomarse al Atlántico y posicionarse como puerto estratégico en el norte de la península.