
El Principado potencia el uso turístico de las instalaciones durante todo el año, con rutas a pie o en bicicleta de montaña
01 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Se aproxima la temporada de esquí y los amantes del deporte blanco ya esperan con impaciencia volver a aprovechar las mejoras en las instalaciones de la estación lenense de Valgrande-Pajares, en un entorno magnífico y cercano para todos los asturianos.
Sin embargo, y dado que la nieve viene siendo un fenómeno muy irregular -y deseado- en las últimas temporadas, el Principado de Asturias quiere que Valgrande-Pajares ofrezca también un mayor aprovechamiento que el estacional de invierno. Su potencial turístico es muy interesante para poner en valor una zona que cuenta con espectaculares paisajes de montaña y rutas al aire libre.
Un factor decisivo a la hora de aprovechar ese espacio es el moderno telecabina, inaugurado hace justo un año, que comunica la parte baja del enclave con su cota más alta y que ha resultado ser un motor económico para el valle del Caudal y toda Asturias.
Este equipamiento, que contó con una inversión de 9,7 millones de euros, se acometió pensando en desestacionalizar la estación invernal para el disfrute de todos los asturianos y visitantes, no sólo de los esquiadores.
En un año, la telecabina ha logrado duplicar el número de usuarios por temporada hasta alcanzar las cifras más optimistas: 100.000, según un estudio de la Cámara de Comercio de Oviedo, lo que supone doblar el número de personas que acuden al Brañillín, una media de 50.000 al año. Ahora, la telecabina está abierta fines de semana y festivos para uso turístico de 11.00 a 16.00 horas.
Como muestra de ese potencial, el pasado verano, el programa Veranu en Payares, impulsado por la Consejería de Cultura, fue ideado para ofrecer actividades al aire libre, música y gastronomía durante los fines de semana de junio a septiembre.
Los últimos fines de semana de cada mes, la música fue protagonista en las inmediaciones de la cafetería Cuitu Negru, en la parte superior de la estación, con la programación de recitales con acceso libre al público. También se ofrecieron talleres de astronomía y fotografía.
Además, las posibilidades veraniegas de la estación sumaron este año campamentos para niños y niñas de 10 a 17 años, que incluían actividades de kayak, vivacs, astronomía, rutas de montaña, raids, ginkanas... El espíritu de estas colonias era fomentar que «los jóvenes aprendan a convivir y respetar la naturaleza, disfrutando del deporte y la aventura».
Una de las actividades de más éxito fue el recorrido de rutas de montaña en bicicleta, cuando la estación puso en marcha un 'bikepark' con circuitos de diferentes niveles, dando prioridad a los de iniciación y nivel intermedio.
La gran acogida de este programa estimuló el pasado verano la celebración de eventos relacionados con la bici de montaña, como clases magistrales dirigidas especialmente a niños. En definitiva, una gran oportunidad para disfrutar todo el año.