Lotería de Navidad no premiada a cambio de croquetas: el negocio que combate la mala suerte a base de bechamel

Marcos Gutierrez

ASTURIAS

Establecimiento gijonés de comida para llevar «Como en casa», en Contrueces
Establecimiento gijonés de comida para llevar «Como en casa», en Contrueces

«Como en casa», negocio gijonés de comida para llevar del barrio de Contrueces, ha decidido canjear los décimos no premiados de sus clientes en el sorteo de Navidad, hasta un máximo de doce, por croquetas

21 dic 2023 . Actualizado a las 14:16 h.

Puede que las croquetas sean una de las cosas que más adhesiones y unanimidad generan en una sociedad tan dividida como la nuestra. Eso es lo que parece haber pensado el establecimiento gijonés de comida para llevar «Como en casa», ubicado en el barrio de Contrueces, que ha decidido que, a falta de millones, buena es la bechamel.

En efecto, en esta tienda han decidido que por cada décimo no premiado en el sorteo de Navidad (con un máximo de doce) que les entreguen sus clientes les regalarán una croqueta. Desde el 22 hasta el 28 de diciembre los clientes podrán hacer sus canjes en el horario de 10 a 15.30 horas, a excepción del lunes 25, día de Navidad, en que «Como en Casa» cierra.

Fernando Trabanco es el dueño de este establecimiento. Junto con su equipo ha llegado a la conclusión de que una de las cosas que más rabia dan en las fiestas navideñas es ver la montaña acumulada de décimos sin premiar, por lo que ha decidido poner remedio, en parte, a esa frustración.

Ha explicado que «siempre todos llevamos décimos de Navidad» y ha reconocido que «siempre fastidia» tener que mirar si la suerte ha sonreído para que, finalmente, nunca toque «ni la pedrea ni nada y los décimos acaben en la basura».

La idea es «poder canjearlos por unas croquetas que, por lo menos, en algo te quitan el mal rollo». el hecho de canjear croquetas y no, por ejemplo, una tapa de berzas o algo de pollo asado se sustenta, obviamente, en el hecho de que una croqueta es «más fácil de canjear» y, asimismo, en que se trata de «un plato muy simbólico que suele gustar a todo el mundo».

Desde esta tienda gijonesa esperan que su original y apetitosa iniciativa pueda quitar el mal sabor de boca, nunca mejor dicho, que suele dejar un sorteo en el cual la pura estadística apunta que lo más sencillo es acabar de vacío.