Tante Blanco: «Lo mío es componer; podría pasarme en el estudio grabando cinco elepés seguidos»

Tante Blanco llevaba 13 años sin sacar un disco. Y no era por sequía creativa. Todo lo contrario. El ex de Los Berrones tiene compuestas unas setenta canciones nuevas. «Ahora estás en una edad en la que tienes más tiempo libre y te dedicas a lo que te gusta». Y claro, tanto material no podía quedar en la sombra, había que darle aire. Así, gracias al trabajo compartido con Luis Fuente, guitarrista y productor musical, acaba de salir su segundo album, Llegamos tarde al siglo XXI, bajo la firma de «Tante Blanco & La Stroza», que se puede escuchar en Spotify o comprar en formato digipack.

El resto del grupo de la grabación estuvo formado por Jaime Sattan, a la batería, y Tino Fombona, al bajo. La participación de este último tiene una fuerte conexión con el disco anterior. Tino es hermano de Chema Fombona, ya fallecido, que fue batería de Los Berrones y quien grabó todas las canciones del primer disco, Música de garrafón. Además, sustituye a otro gran conocido de los círculos musicales asturianos, Alejandro Espina, que fue bajista de Los Ilegales, también fallecido.

Con tantas canciones en el repertorio, lo complicado era elegir las once que acabaron en el album. Para ello, Blanco tuvo claro que lo importante sería la temática. «Cualquiera que lo escuche verá una variedad de estilos y contenidos enorme; hay una canción muy cañera, otra en plan balada y otra en plan folk, y así; nunca me gustaron los discos de una banda que parecen cortados al metro; tratamos de hacer en el disco un surtido de canciones».

Quería hablar de todo. «Tengo canciones que hablan de la mitología asturiana, de denuncia social, de la Asturias olvidada, de la ruina industrial de las cuenca mineras, o las clásicas dedicadas a las mujeres y la vida; haciendo una especie de preselección escogí un poco de cada para que fueran variadas», explica.

«Mucha gente conoce tu trayectoria y saben de dónde vienes, entonces te piden alguna de esas canciones»

Además, muchas las tocaron en directo y eligieron las que funcionaban. «Vamos metiendo lo que la gente empieza a conocer un poco». Pero el peso de la historia nunca se lo quita de encima. Ni puede ni quiere. Él es el autor de algunas de las canciones más populares de Los Berrones, como Nun yes tú, Calcar na tená o El Estudiante. «Mucha gente conoce tu trayectoria y saben de dónde vienes, entonces te piden alguna de esas canciones», explica.

Al principio se mostraba un poco pudoroso, pero no tardó en convencerse de que defender sus propias canciones con su nueva banda era una buena idea, porque conectaba con el público. Hoy considera que la gente «ye vaga de oreya», y eso, «por desgracia, no ayuda al panorama musical». Cada día son más los locales en los que les piden a los artistas que hagan versiones para que el público pueda acceder sin esfuerzo a canciones conocidas, algo que difiere mucho de los tiempos en que el propio Tante Blanco iba de un lado a otro en busca de grupos de los que apenas había oído algunas canciones, con la intención, precisamente, de abrirse a música nueva. Es algo que echa de menos hoy. «Desde entonces, cambiaron mucho las formas».

«Lo mío es componer; podría pasarme en el estudio grabando cinco elepés seguidos»

Ahora toca dejar que las canciones del disco sigan su curso, y hacia la primavera tiene previsto subirse a los escenarios a defenderlas. Pero, aunque le gusta el directo, reconoce que haciendo canciones está más a gusto, por eso es tan prolífico. Tocar le gusta mucho, «porque estás con los compañeros pero con el público también te pones nervioso; y lo mío es componer, componiendo no estoy más que conmigo mismo, podría estar en el estudio para grabar cinco elepés seguidos», concluye. Cabe esperar que no tarde tanto como la última vez en sacar a la luz sus nuevas canciones.

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