Llanera es el concejo con menos fallecidos del Principado, 3,59 por cada mil habitantes, según un informe de Sadei
29 nov 2023 . Actualizado a las 12:45 h.Los 78 concejos asturianos sumaron el pasado año más defunciones que nacimientos y los que mayor saldo negativo registraron fueron los de Illano, Amieva, Las Regueras, Teverga y Belmonte de Miranda, según un análisis publicado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). El informe refleja que la tasa de natalidad se mantuvo estable el pasado año en 4,74 nacimientos por cada mil habitantes.
Durante el año pasado se registraron en Asturias 4.744 nacimientos, 41 menos que en 2021, «lo que apuntala la tendencia decreciente de los últimos años», mientras que las defunciones ascendieron a 13.936, 569 más que el año anterior. El informe apunta que, pasados ya «los efectos distorsionadores» de la pandemia de la covid-19, «las tendencias de la última década consolidan el crecimiento de la mortalidad y un suave descenso de la natalidad».
Añade el estudio que, con una estructura de la población tan envejecida como la de Asturias, «es inevitable que la mortalidad aumente y, si además se produce un leve retroceso en los nacimientos, el incremento del saldo vegetativo negativo es inevitable». Así, este saldo intensificó el pasado año su carácter negativo en un 22,5%, al morir 9.192 personas más de las que nacieron.
Los concejos con mayores pérdidas relativas en su balance demográfico anual son Illano, Amieva, Las Regueras, Teverga y Belmonte de Miranda, con pérdidas superiores a 23 personas por cada mil habitantes. En concreto, Illano perdió 36 habitantes por cada mil; Amieva, 28; Las Regueras, 24, y Teverga y Belmonte de Miranda, más de 23 en ambos casos. En el otro extremo, el concejo con menor saldo vegetativo negativo fue Llanera, con 3,59 por cada mil habitantes, seguido de Pesoz, con 3,62; Caravia, con 4,92; Siero, con 5,29, y Oviedo, con 5,95.
Natalidad
«De manera coyuntural», precisa el estudio, los concejos con mayor tasa bruta de natalidad fueron Onís, con 8,84 nacimientos por cada mil habitantes; Santo Adriano, con 7,35; Caravia, con 6,89; Cangas de Onís, con 6,55, y El Franco, con 6,16.
En el otro extremo se situaron Pesoz e Illano, sin nacimientos en 2022, y Grandas de Salime, Riosa, Ibias y Ponga, con tasas de 1,29, 1,39, 1,74, y 1,78 por cada mil habitantes, respectivamente.
La edad media de la maternidad se situó en 33,4 años, aunque entre las madres de nacionalidad española estuvo en 33,6 años y en las extranjeras en 31. Los nacidos de madres extranjeras, un total de 692, representaron el 14,59% de los alumbramientos registrados en la comunidad y las nacionalidades más representadas en este colectivo de madres foráneas fueron la colombiana (87), la rumana (78), la marroquí (62), la venezolana (49) y la paraguaya (43).
Mortalidad
Una vez superado la «sobremortalidad» que provocó la pandemia en 2020, cuando se registraron 14.550 decesos, y tras el descenso del año siguiente, con 13.367, la cifra de defunciones volvió a crecer el pasado año hasta 13.936.
Exceptuando el año de la irrupción de la pandemia se trata de la cifra de fallecidos más alta desde la Guerra Civil Española, resalta Sadei, que prevé que el número de fallecimientos experimente en los próximos años una tendencia de «moderado incremento anual» debido a que la proporción de personas de más de 65 años en el conjunto de la población supera ya el 27,2% «y cabe suponer que este porcentaje seguirá ascendiendo en la próxima década».
Los concejos asturianos con la mortalidad más elevada fueron Illano, con 36 decesos por cada mil habitantes; Amieva, con casi 31; Belmonte de Miranda, con 29; Taramundi, con 27, y Quirós y San Tirso de Abres, con unos 26. Por el contrario, Pesoz, Llanera, Siero, Degaña y Yernes y Tameza presentaron las tasas más bajas, de 3,62, 9,46, 10,57, 10,96 y 11,28 por cada mil habitantes, respectivamente.
Nupcialidad
Respecto a las uniones matrimoniales, el pasado año volvieron a crecer por segundo año consecutivo hasta alcanzar valores similares a los registrados antes de la pandemia. En concreto, se registraron 3.522 matrimonios, un 22,5% más que en el año anterior, lo que sitúa la tasa bruta de nupcialidad en el 3,18 por cada mil habitantes.
Sólo el 19,1% de las bodas fueron religiosas, de modo que cuatro de cada cinco siguieron una ceremonia estrictamente civil, informa Efe.