María Calvo, presidenta de FADE: «Tenemos que conseguir que las pymes se suban al tren, que conozcan el servicio»
ASTURIAS
La líder de la patronal asturiana considera que la llegada del AVE marcará «un antes y un después en el turismo» pero pide que se siga trabajando «en lo que falta por hacer»
29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La apertura de la Variante de Pajares tendrá un fuerte impacto tanto en el número de viajeros como en el transporte de mercancías. El nuevo escenario que se abre invita a ser optimistas y María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), analiza el impacto que la nueva infraestructura tendrá en la región. En su opinión, marcará «un antes y un después en el turismo» pero pide que se siga trabajando «en lo que falta por hacer» para sacar «el máximo provecho a la inversión realizada».
—La apertura de la variante ha sido esperada por todos los asturianos, pero, lógicamente, de forma especial por los empresarios en su doble vertiente para tráfico de pasajeros y de mercancías, ¿influye en sus planes que vaya a abrir a finales de año en vez de primavera como se pensó en un principio?
-Ese último retraso fue una pequeña decepción para el sector turístico, que no pudo aprovechar el impacto de la infraestructura este verano, pero ¿qué son unos meses para una obra por la que llevamos esperando décadas? Lo importante ahora es que se ponga en funcionamiento y a pleno rendimiento, que no sigamos acumulando decepciones, continuemos trabajando en lo que falta por hacer y saquemos el máximo provecho a la inversión realizada.
«Continuemos trabajando en lo que falta por hacer y saquemos el máximo provecho a la inversión realizada»
—En lo que atañe al turismo, Asturias ha superado en los últimos ejercicios todas sus marcas de visitantes, ¿cuáles son las expectativas del sector con el inicio de la alta velocidad?
—El crecimiento de los últimos años es síntoma de que el sector lo está haciendo bien, de que estamos siendo capaces de vender fuera los muchos atractivos de nuestra región. La Variante puede y debe marcar un antes y un después. Los turistas se concentran especialmente en los meses de verano, es algo natural en todas las regiones y especialmente en las que tienen costa, pero más aun en aquellas que, como Asturias, no ofrecían tiempos ni precios competitivos que permitiesen explotar visitas más cortas. El tren debe romper ahora esa dinámica y servir para desestacionalizar esta actividad. Es importante incorporar el añadir valor a la actividad económica del sector. Estos años ha habido un gran aumento de costes, y, aunque han aumentado los precios, es insuficiente para cubrirlos. Se debe hacer una promoción adecuada, creo que no tan enfocada en un turismo de masas en verano, sino uno de calidad, con las ventajas que tiene Asturias: turismo de Congresos, cultural o deportivo.
«La Variante puede y debe marcar un antes y un después en el turismo»
—El Principado espera, al menos en un principio, más llegada de turismo nacional, pero a medio y largo plazo también hacia el exterior, ¿qué países consideran más atractivos para vender Asturias como destino?
—Será, sin duda, un revulsivo para el turismo nacional, especialmente para Madrid, que es clave en toda la estrategia. El sistema ferroviario español se ha diseñado desde su origen de forma radial, conectando las capitales de provincia con la capital del Estado y convirtiéndola en el gran hub de nuestro país. La Variante tendrá mayor impacto en el turismo nacional que en el internacional por un motivo claro: el tren es una opción más, no la única. Así que tiene que competir con la carretera y, de cara al extranjero, especialmente con el avión. Hay que centrarse en promocionar la conexión, primero, en aquellos países para los que no contamos con conexión directa. Nuestro gran mercado, especialmente fuera de los periodos vacacionales, está en Europa y es ahí donde hay que empezar a trabajar.
—Junto a los viajeros está el impulso al tráfico de mercancías, pero ¿en qué medida? Se ha hablado de una reducción de hasta dos tercios de los costes, ¿son también sus cálculos?
—Son, también, nuestros cálculos. Desde FADE hemos estudiado el impacto de la Variante y, especialmente, el de la puesta en marcha de todo lo que la rodea y complementa: ZALIA, puertos y tramos pendientes de actualizar en la penetración ferroviaria asturiana. Hablamos de incrementos potenciales de PIB de hasta 400 millones en un corto-medio plazo, pero siempre de horquillas porque, a diferencia de lo que pasa con el movimiento de personas, no es tan sencillo de cuantificar. No podemos hacer una regla de tres, hay muchas variables a tener en cuenta… algunas de la propia infraestructura, como precios y frecuencias y otras de carácter macro como la propia producción industrial. Lo que podemos afirmar de forma tajante es que la Variante mejora nuestra posición en el mercado como territorio. Esta apertura nos aleja del aislamiento, eliminando un hándicap histórico para nuestra industria y, a la vez, nos brinda una oportunidad. Desde FADE llevamos años reclamando ambición a las administraciones y organismos implicados: debemos pelear por una financiación europea que nos permitiría terminar el puzle, desarrollar ZALIA y la intermodalidad, adaptar el ancho entre Pola de Lena y Gijón… contar con una región conectada, facilitar nuestros movimientos de mercancías. Asturias quiere seguir siendo industrial y ya contamos con la experiencia y el talento y capital humano, tenemos suelo disponible… si le sumamos una conectividad competitiva, una administración facilitadora y una fiscalidad adecuada creo que las inversiones crecerían de manera exponencial. El Principado ya trabaja en mejorar la burocracia y, aunque la fiscalidad se enfrente a un escollo ideológico, la conectividad, por fin, está al alcance de nuestra mano.
«Debemos pelear por una financiación europea que nos permitiría terminar el puzle, desarrollar ZALIA y la intermodalidad, adaptar el ancho entre Pola de Lena y Gijón…»
—Seguramente el sector de la gran industria sea uno de los más preparados para aumentar sus capacidades de exportación ¿cuáles son sus expectativas en este sentido?
—Hay empresas que ya mueven por la rampa y que se verán beneficiadas de manera inmediata. Como ante todos los cambios las empresas más grandes tienen mayor capacidad de adaptación, y es por eso por lo que el tamaño de nuestras compañías es una de las grandes preocupaciones y de las principales líneas de trabajo que estamos impulsando desde FADE. Nos consta que muchas ya miran a la Variante con ilusión, y piensan en potenciar el tráfico ferroviario, pero aún quedan incógnitas por resolver e inversiones por hacer si queremos que esta voluntad se materialice y generalice.
—Sin embargo, desde FADE siempre se ha defendido que esta es también una gran oportunidad para las pymes, y que Asturias puede convertirse en el gran puerto de Madrid en el norte ¿en qué sentido?
—Hay que pensar que la conectividad es un camino de ida y de vuelta. La Variante nos permite traer turistas, pero también que un empresario o trabajador llegue a tiempo a una reunión en Madrid… tiene dos vertientes y dos estrategias. Con las mercancías ocurre lo mismo. Debemos conseguir que las pymes se suban al tren, que conozcan el servicio, y crear ese ecosistema que reclamamos desde FADE para que la Variante dialogue de forma eficiente con la carretera. Todas las compañías asturianas se verán beneficiadas con el nuevo túnel; pero, para maximizar su impacto, hay que poner nuevas piezas sobre el tablero. El plan de FADE responde a esta necesidad. Hay que desarrollar la estación intermodal de la ZALIA, un espacio en el que se den la mano trenes y camiones conjugando la capilaridad de la carretera con la línea recta del tren. Y la ZALIA me ayuda a responder a la segunda parte de la pregunta, la que nos debe hacer mirar fuera de Asturias. El otro punto que resolver es la conexión ferroviaria con los puertos, especialmente con El Musel. Pajares siempre ha sido una desventaja para Asturias, nos ha hecho estar mucho más lejos de todo que nuestros vecinos de la fachada cantábrica. Lo que traslado siempre que puedo es que la Variante cambia, por fin, el tablero: nos pone en condiciones de competir con todos, con Santander y con Bilbao. Asturias y especialmente Gijón y su puerto deben creérselo, luchar por ganar tráficos de la meseta, reclamar inversiones, recuperar las autopistas del mar y posicionar este asunto como prioritario, como estrategia de ciudad y de región.
—De forma paralela está la cuestión del Corredor Atlántico y las autopistas ferroviarias, ¿hay planes ya de empresas asturianas en ese ámbito?
—No diría paralela, diría intrínseca. Gracias al trabajo y la presión de los empresarios del Noroeste todas esas infraestructuras de las que hemos hablado son Corredor Atlántico. La movilidad española y europea tiene dos niveles: el físico y el burocrático y son casi igual de importantes, porque para que el primero sea una realidad es prácticamente imprescindible que el segundo lo contemple. Si el gobierno autonómico, el Ministerio y finalmente la UE califica nuestras infraestructuras de prioritarias y las incluyen en los mapas de los podremos competir por los fondos que las financien. La época en la que los estados o comunidades corrían con estos gastos ha quedado atrás y ahora hay que competir por un trozo de la tarta que todos quieren para sí. Yo quiero, y creo que todos, que Asturias esté ahí. El Corredor Atlántico nació obviando al Noroeste y conseguimos entrar porque lo peleamos, ahora toca seguir superando etapas, por oportunidad y obligación. Desde Europa nos impulsan a hacer la transición de la carretera al tren por una cuestión de emisiones y que, además, en España tendrá un impacto especial por el compromiso que ha hecho el Gobierno para no imponernos nuevos peajes…Las autopistas ferroviarias son, en resumen, el subir la carga de un camión al tren. La hoja de ruta pasa por penalizar el vehículo teóricamente más contaminante y facilitar esa transición. Aquí debemos reclamar un especial cuidado al sector del transporte por carretera, no aceptando imposiciones sin alternativa, pero también para nuestra región. Para subir el camión al tren, primero, necesitaremos tener una ZALIA operativa. Se puede tener voluntad, o incluso ideas, pero sin la infraestructura los planes no son sencillos. Si queremos cumplir con Europa toca, primero, trabajar en ese proyecto y, después, recordarles a las administraciones que la Variante es un gran paso, pero la deuda con Asturias no está pagada por haber abierto el túnel tras 20 años de trabajo, lo estará cuando recuperemos las dos décadas de tiempo perdido.