El acusado consiguió quedarse a solas en su domicilio con la victima, amiga de sus hijos, y le hizo creer que mantenían un noviazgo
26 oct 2023 . Actualizado a las 13:57 h.Un acusado de un delito de abuso sexual perpetrado sobre una niña, amiga de sus hijos, en Mieres, ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de dos años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la menor durante ocho años. La vista oral estaba señalada para esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, de Oviedo, aunque dada la conformidad por parte del encausado no se ha llegado a celebrar, según ha informado este jueves la Fiscalía del Principado.
El relato del Ministerio Fiscal señala que el acusado (1981) residía en el mismo edificio en el concejo de Mieres que la menor (2011) y su familia y que aprovechó esta circunstancia, así como la relación entre la niña y sus propios hijos, de edades aproximadas, para, dada su falta de madurez, hacerle creer que mantenían una relación sentimental de noviazgo.
A tal efecto, le envió al teléfono del padre de la niña, que era utilizado por la menor, múltiples mensajes de contenido pretendidamente amoroso, y consiguió reiteradamente quedarse a solas en su domicilio con la niña, aprovechando que sus padres le permitían acudir al mismo para jugar con sus hijos.
En esas ocasiones, el acusado enviaba a los otros niños a otra habitación para quedarse a solas con la menor y acariciarla y besarla y también le pidió que le enviase fotos de ella desnuda, cosa que no consta que la niña hubiese hecho.
Esta conducta fue denunciada por los padres de la niña, el 25 de febrero de 2020, tras haberse enterado de la situación a través de la esposa del acusado, de unos hechos se habrían desarrollado en los días inmediatamente precedentes a esa fecha.
Como consecuencia de ello, el 28 de febrero de 2020, se dictó un auto que prohibió al acusado aproximarse a menos de 500 metros a la menor, su domicilio, colegio y cualquier otro que pudiera encontrarse y comunicarse con ella de modo directo o indirecto por cualquier medio.
Tras reconocer los hechos, el acusado aceptó una condena de 2 años de prisión, inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad durante 8.
Asimismo, se le ha impuesto una la medida de libertad vigilada por un periodo de seis años, consistente en la obligación de comunicar al tribunal en el plazo de 30 días cualquier cambio en su lugar de residencia o trabajo o en su puesto de trabajo.
Además, se le ha prohibido aproximarse o comunicarse con la víctima y desempeñar cualquier actividad que le suponga tener contacto directo con menores y la obligación de someterse a un programa formativo en materia de educación sexual.
Durante ocho años, se le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros de la menor, de su domicilio, colegio y cualquier otro que pudiera encontrarse y comunicarse con ella de modo directo o indirecto por cualquier medio o procedimiento, informa Efe.