Una empresa cordobesa proyecta dos parques marinos en Galicia y Asturias
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Los recintos eólicos suman 61 aerogeneradores en aguas de la comunidad vecina, mientras que por la gallega discurrirían las conexiones a tierra
21 oct 2023 . Actualizado a las 14:10 h.El largo proceso burocrático por el que transita la eólica marina en España complica cada vez más el cumplimiento de los objetivos recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que se marca, para el 2030, una generación de entre 1 y 3 gigavatios con esta tecnología. Aún no se ha desarrollado el reglamento por el que se regirá el sector ni tampoco las subastas de la capacidad, aunque ya están en vigor los POEM (Planes de Ordenación del Espacio Marítimo), que establecen las zonas en las que se podrán ubicarse los recintos energéticos. Sin embargo, el interés por el desarrollo de instalaciones de eólica marina en las aguas españolas continúa en auge, y la última expresión son los dos proyectos diseñados por la empresa cordobesa Abei Energy, que implican a Galicia y Asturias.
La compañía ha remitido la documentación inicial de ambas actuaciones al Ministerio para la Transición Ecológica, con el fin de conocer su alcance ambiental, informes que desvelan sus principales magnitudes. Así, la compañía ha desarrollado dos recintos, bautizados con los nombres de Poniente I y Poniente II, que suman 61 aerogeneradores y 915 megavatios de potencia. El primero ha sido ubicado en el polígono Nor7, en la fachada Noratlántica, ocupando alrededor de 80 kilómetros cuadrados, en un área marina situada en aguas asturianas. Estará formado por 29 aerogeneradores de 15 megavatios de potencia cada uno. En total, este parque proyectado tendrá una potencia instalada de 435 megavatios.
El segundo parque también estaría instalado en aguas asturianas, en este caso en el polígono Nor6. De mayor tamaño que el anterior, sus impulsores prevén instalarlo en una zona que ocupa 105 kilómetros cuadrados, con 32 máquinas, igualmente de 15 megavatios, que sumaría una potencia total de 480.
De acuerdo con los documentos iniciales que pueden consultarse en el departamento que dirige Teresa Ribera, los aerogeneradores, la subestación marina y parte del cableado de evacuación de energía se ubicarían enfrente a la costa asturiana, mientras que el resto de las infraestructuras —el último tramo de la conducción marina de evacuación de energía, la arqueta de conexión, el cableado terrestre de evacuación de energía y la subestación— estarán en Galicia. Será así en los dos casos.
Una docena de iniciativas
Galicia, junto con Canarias, presenta los mejores vientos del país para el desarrollo de parques en alta mar. No es de extrañar, consecuentemente, que pese a que el sector carezca aún de regulación, el interés por este negocio haya movilizado a las empresas promotoras. Solo para la comunidad gallega se han diseñado alrededor de una docena de proyectos —incluyendo las dos fases del Poniente, compartidos con Asturias—, que se concentran mayoritariamente en el norte de la comunidad. Iberdrola, Bluefloat, Capital Energy e IberBlue, entre otros. No obstante, varios de esos recintos se solapan en las mismas áreas, por lo que en el sector se da por seguro que el montante total tanto de las actuaciones como de las inversiones será sustancialmente menor de los proyectos lanzados.
Paralelamente a este auge en el desarrollo de planes para asentar parques en las costas de la comunidad también se está produciendo una expansión de las instalaciones industriales y de la cadena logística para atender la posible construcción la mayor parte de las fases de los recintos con empresas gallegas.
Navantia licita por 3,4 millones el servicio de transporte de las nuevas «jackets»
Mientras España tendrá que esperar hasta medio plazo para contar con parques marinos en sus costas, otros países impulsan sin descanso esta tecnología. Es el caso de Francia, para algunos de cuyos parques han fabricado Navantia y Windar Renovables las estructuras que sujetan los aerogeneradores en alta mar. Recientemente, se ha puesto en marcha en el antiguo astillero de Fene el contrato de construcción de 62 jackets —cimentaciones de tres o cuatro patas— para el parque de Dieppe Le Tréport, impulsado por Ocean Winds.
La empresa pública acaba de abrir una licitación ligada a la ejecución de este programa, para el suministro de los medios para el transporte de las estructuras por la factoría. El contrato está presupuestado en 3,4 millones de euros.
Las jackets de ese parque galo tendrán cuatro patas y pesarán alrededor de mil toneladas. Manipular esas grandes moles de acero y transportarlas por la vía terrestre, primero, por el interior de la antigua Astano, y después hasta los embarques que las llevarán a su puerto de destino no es cuestión menor, y de ahí que la cuantía de ese concurso sea tan abultada.
Práctica habitual
No obstante, la contratación de estos servicios es una práctica habitual en el desarrollo de los contratos de eólica marina en la empresa pública. El de Dieppe Le Tréport es el mayor contrato de construcción de este tipo de cimentaciones encargado a Navantia y a Windar Renovables hasta el momento.